Aquellos días de 2001: que se vayan todos

Hace 9 años atrás, Argentina atravesaba uno de los días más negros de su historia. Se tocaba fondo. El Gobierno de Fernando De la Rúa se hacía añicos por inoperancia propia, por quietud, por subestimar el poder del pueblo.


En 1999 la Alianza había ganado en las urnas el derecho de gobernar a la República Argentina, un país que navegaba todavía en los mares del neoliberalismo al que se ingresó a principios de los noventa con el grito de batalla "nada de lo que deba ser estatal permanecerá en manos del Estado".

Al poco tiempo, la tormenta negra de la crisis cubría los cielos de la Argentina. Diciembre de 2001.


Antes, ajustes-al-cuello del FMI, tomas de Facultades, luchas varias en las plazas y en las calles. El país estalló bajo el sonido de las cacerolas.

Las avenidas se cubrieron de ríos de personas dispuestas a expresar su enojo con la política y con los políticos diciéndole: "que se vayan todos", fue el grito que se escuchó al unísono.

En Buenos Aires, en Mar del Plata, en Rosario o en Córdoba, en el Norte o en el Sur, al Este o al Oeste, en todos los puntos cardinales la brújula marcó bronca.

La historia y el desenlace son conocidos: represión, palazos desde los caballos a las madres de Plaza de Mayo, muertos, helicóptero… cinco Presidentes en un par de días.

Las asambleas barriales en las escuelas, en las plazas y en los clubes fueron las flores que crecieron aquel día, luego de la tormenta. Allí se comenzaron a formar política e ideológicamente los vecinos que nunca antes se habían expresado en la construcción de un proyecto común, también encontraron su lugar los que siempre habían militado pero que se habían vaciado de esperanza. Se sentaron las bases para un país mejor allí, en las escuelas, en las plazas y en las calles. Crecieron los Centros Culturales, las reuniones barriales, las demandas del pueblo y la formación política de los vecinos. Del caos surgen las grandes ideas.


Hoy han pasado 9 años, el país es otro, la esperanza se ha hecho realidad gracias al proyecto Nacional y Popular que encabezó Néstor Kirchner y que hoy continúa Cristina Fernández junto a numerosas Organizaciones Sociales. Atrás quedaron aquellos negros días que ya son parte del recuerdo y del proceso político-económico que atravesó la República Argentina.


FM Raíces 88.9 recuerda a los caídos en Diciembre del 2001 y celebra la primavera actual Nacional y Popular.