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‘CUANTO PEOR, MEJOR’ - Por Alberto Asseff



Sr/a Director/a.: Se adjunta la nueva nota de opinión del diputado Alberto Asseff titulada "CUANTO PEOR, MEJOR"
Atte. Despacho Prensa

La gran mayoría del país tiene repelencia por el conflicto, máxime si es permanente. Sin embargo, sectores minoritarios colocan todos sus esfuerzos en nutrir a los enfrentamientos porque apuestan a que ‘cuanto peor, mejor’. Interpelados por quienes conceptuamos de perversa esa postura, se justifican aduciendo que todos los derechos se consiguen con lucha y confrontación. Que el trastorno es preferible a la injusticia.

Es verdad que la Independencia- nos significó desmembrar más de la tercera parte del país original -, la Organización nacional – nos devoró medio siglo de guerras civiles -, la democracia - insumió tres revoluciones y mucha intransigencia – y la justicia social – nos introdujo en una fisura entre justicialistas y ‘contreras’ que perduró por cuarenta años – se lograron con pugna. Empero, daría la sensación de que el país está hastiado de que los problemas se acumulen – incluyendo que cada vez somos menos independientes, mengua notoriamente nuestra organización, funciona insuficientemente la democracia y el 35% de pobres patentiza cuán lejana está la justicia social por la que luchamos – y las soluciones se posterguen.

La Argentina hace rato que viene preguntándose si no es posible asignar todas las energías al hacer, economizando retórica, sobre todo la vehemente, la que enciende rencor y odio en vez de motivar a la acción y realizaciones. Por eso hace unos quince años se comenzó a hablar de Políticas de Estado, esas directrices compartidas por todos que licuan las disparidades e impulsan el trabajo colectivo.

Crece la conciencia común de que es factible acordar sobre Educación, política criminal y judicial en general, más ciencia y tecnología, defensa nacional, estrategia en el mar – que incluye el objetivo coincidente de recuperar las Malvinas y demás archipiélagos -, nuevo federalismo, economía productiva, generadora de empleos genuinos y bien pagos, inversiones de riesgo, Estado regulador, pero no interventor desbordado y mayor institucionalidad, asunto que abarca que los argentinos debemos amigarnos con la ley y enemistarnos definitivamente con las dos funestas ‘v’, ventaja y ‘viveza’ (la ‘criolla’, no la del ingenio y aptitud, claro está).

Existen sectores que desprecian el orden y la ley porque consideran que ambos favorecen la supervivencia de privilegios y desigualdades. Contrariamente a esa presunción, la ley y el orden son superlativamente progresistas – en Brasil, su lema es “Orden y Progreso” y a nadie se le ocurrió estigmatizarlo. Los sectores más poderosos del país no necesitan mayormente la ley porque se rigen por la que ellos imponen o por la interpretación que les favorece. El orden primordialmente es para que los trabajadores, empleados y estudiantes – para señalar a tres estamentos paradigmáticos -puedan convivir en paz, transitar libremente y cumplir con sus obligaciones, lo cual le otorga derechos como el plus por presentismo o la asimilación de saberes mediante el estudio, que prepara para afrontar el futuro mejor plantado. Las inversiones productivas y de riesgo no se plasman en medio del desorden. Los poderosos tienen sus resguardos con prescindencia del caos. Quienes pierden con el barullo recurrente y contínuo son los que aspiran a buenos empleos con producción de alto valor agregado, subordinada a la movilización de la actividad económica en el marco de una sociedad con ley y orden.

La mayoría quiere que vayamos bien. Que progresemos con hechos, no con palabras. Que ampliemos derechos sosteniblemente. Como se dice ahora sustentablemente ¿Cómo se da sustentabilidad a los derechos? Con correlativas obligaciones. La contraprestación de un derecho siempre es una obligación. Algo elemental que los contestarios ignoran.

La Argentina que viene confronta menos y construye más. Es más civilizada porque dirime sus querellas y diferendos, no con palos y capuchas, sino con los instrumentos de diálogo institucional y a la postre judicial ¡Claro que deben funcionar estas herramientas cien veces mejor!

Cuanto mejor, mejor. No tengo dudas.

*Dip.nac. (MC) y diputado del Parlasur

UNIR Frente Renovador

BOLIVIA: ¿EMPATE TÉCNICO O CATASTRÓFICO? - Por Rafael Bautista S.



BOLIVIA: ¿EMPATE TÉCNICO O CATASTRÓFICO?

Por Rafael Bautista S.

Nunca como ahora tuvo tanta pertinencia aquella desafortunada invención de nuestro vicepresidente. Pues si el supuesto empate tiene sabor a derrota, entonces la figura del “empate técnico” es sólo un amargo consuelo (pretendiendo hacer de la derrota empate, lo técnico resulta una mera alquimia que sueña convertir plomo en oro).

Nunca la retórica del empate se hace tan amarga como cuando se pretende disfrazar una derrota que confirma la no correspondencia entre la realidad y su interpretación. En ese sentido, lo técnico encubre una catástrofe: el gigante de bronce se descubre con pies de barro. Marx decía que la historia se repite dos veces, una como tragedia y otra como comedia. Lo que no dijo es que la comedia no es tal para el que la sufre; la tragedia continúa y hasta con más saña (por eso la historia está para aprenderla, no sólo para citarla).

El “empate catastrófico” que acuñó el vice disolvió –aquél entonces– la hegemonía popular en una capitulación al orden instituido. Sucedió como en nuestro futbol: cuando íbamos ganando, el d.t. resuelve replegarse y actuar a la defensiva; por “cuidar” el resultado se pierde. Eso delata un proceder conservador. 

Y eso sucedió con la Asamblea Constituyente; no sólo cuando se recorta su conformación popular sino cuando se la desconoce y el orden instituido (gobierno y partidos tradicionales) se sobrepone por sobre la Asamblea Constituyente, es decir, por sobre el nuevo orden constituyente, y realiza 144 modificaciones a la nueva constitución política que debía dar nacimiento al Estado plurinacional. Ya dijimos que eso se trataba de un coup d’Etat (http://rebelion.org/noticia.php?id=136618); pues de ese modo se desplazaba al sujeto plurinacional y lo democrático y revolucionario del “proceso de cambio” quedaba domesticado bajo las prerrogativas de la recomposición liberal del Estado colonial. Lo catastrófico no era un tal supuesto empate sino la capitulación hecha por un sujeto sustitutivo que, a nombre del pueblo, raptaba el poder popular para legitimar un nuevo proyecto elitario.

El termidor de la revolución había aparecido y la tensión conservadora, ahora con retórica plurinacional, convertía la gesta popular en una aventura hasta personal. Ahí nace el “evismo”, que en realidad es un alvarismo, pues el culto a la personalidad es siempre un recurso señorial que digita el poder detrás del trono; el liderazgo se hace aparente porque lo hace dependiente del culto que se le prodiga (el hombre le hace caricias al caballo para montarlo). El poder ahora lo ostenta el adulador, no el objeto de la adulación, pues ello le genera una suerte de viciosa dependencia (la política, no en vano, está lleno de llunq’us, los que se humillan primero para humillar después). Por eso está escrito: “si quieres destruir a alguien, llénale de honores”. No hay mayor daño a un líder que el mimo continuo y la lisonja exagerada. Se genera el síndrome del rey cercado:

El séquito eleva al rey a condición divina porque su presencia es lo único que garantiza la existencia del séquito (ya que sin el rey son nada). El rey se hace omnipotente pero necesita del séquito, y el séquito necesita un rey dependiente. Por eso lo aísla y lo envuelve; de modo que todo lo hacen por él y, de ese modo, el rey ya no ve con sus ojos sino con los ojos del séquito, ya no escucha sino con los oídos de ellos; su contacto con la realidad está mediado por esa presencia que más le envuelve cuanto más lo endiosa. Pero el rey no es dios y, cuando esto se hace evidente, es cuando el rey ya no le sirve al séquito; entonces lo sacrifican y hasta lo elevan al martirio. De ese modo aparecen incólumes, haciendo del rey el chivo expiatorio que cargará con todas las culpas y todos los pecados; mientras el séquito, limpio e inmaculado, salvado por la sangre del inmolado, se dedicará, otra vez, a buscar un nuevo rey.

Por eso no era de extrañar la repetida amenaza apocalíptica de quien maneja el poder detrás del trono. Y, por ello mismo, la necesidad inmediata de encubrir la catástrofe que significaba un rey impotente ante una realidad que desdecía la versión del séquito. El empate se hace entonces más catastrófico mientras la versión oficial persiste en no reconocer su derrota; pues no se trata de haber perdido sino de haber propinado al pueblo un chantaje demagógico al más puro estilo de las telenovelas: “o me voy o me quedo, me das todo o nada”. El sí y el no se convertían en un chantaje, de uno y otro lado, en una trifulca sin posibilidad de apartarse, pues tanto el sí y el no representaban sólo una cosa, lo que dijera el bando contrario; de modo que todos nos encontramos, moros y cristianos, etiquetados por aquella mutua acusación que se prodigaron oficialismo y oposición; se metieron de lleno en un callejón sin salida y, al cual, metieron también al pueblo.

Ahora el sí y el no divide al país. Lo que se había resuelto en el fracaso del golpe prefectural ahora se reaviva: la posibilidad del enfrentamiento. El gobierno sale ufano a señalar la injerencia gringa, pero se olvida que el smart y el soft power sólo pueden promover inestabilidad si hay terreno sembrado para ello, y si el gobierno mismo les brinda el escenario para provocar un “golpe suave” (nomenclatura de las guerras de cuarta generación), entonces es el gobierno también responsable del proceso de inestabilidad que se pueda crear.

De haber sido cierta la versión oficial de que la propuesta de repostulación provenía del propio pueblo, entonces ni el presidente ni el vice tenían que haber hecho campaña por ellos mismos. Si se suponía que era el pueblo organizado el que se empeñaba en una nueva re-elección, entonces los menos indicados para solicitar el voto ciudadano eran Evo y Álvaro (ello además no hacía más que inflamar el argumento de la derecha: se trata de un referéndum para beneficio exclusivo de dos personas). Pero aquella insistencia develaba lo inexacto de la versión oficial y nos mostraba un envanecimiento que se arrogaba ser depositario de una providencia infalible. En tales términos ya no puede hablarse de un proyecto popular sino del rapto que se ha hecho de éste por un sujeto sustitutivo que replica la paradoja señorial.

En política los actores encarnan categorías políticas; en ese sentido, cuando se realiza la crítica, no se la hace a la persona sino a lo que ella encarna y representa. Evo era la representación de lo más marginado y excluido de nuestra historia, su presencia había devuelto no sólo esperanza sino dignidad al pueblo boliviano; pero la tensión conservadora que encarnaba su círculo inmediato logró, poco a poco, moldear el contenido histórico que encarnaba y hacerlo a imagen y semejanza de una izquierda que, presa de los prejuicios modernos y eurocéntricos, disolvió el horizonte plurinacional en la mera administración de otro ciclo estatal. Por eso ya no nos ofrecen alternativas, sólo opciones. El sí y el no eran eso, meras opciones que imponían lo mismo. Si el sí o el no resolvieran lo que pretenden resolver, entonces la discusión no debiera remitirse a quién sino a qué. Si la oposición reduce el proceso de cambio a una persona, el gobierno no hace otra cosa que reafirmar aquello, como si, en efecto, todo se redujera a una sola persona.

El oficialismo dice que la oposición no tiene ideas ni propuestas, lo cual es cierto, pero oculta que, para el propio gobierno, un proyecto de país se ha venido reduciendo a un puro programa administrativo. En esta guerra de posiciones ha devenido la política boliviana para beneplácito del circo mediático; porque el árbitro en esta contienda no juega a mediar sino a incendiar, y esto sobre todo porque, si de lo que se trataba era de constituir un nuevo sentido común, de producir una nueva perspectiva y de perseguir un nuevo horizonte, las propias cuitas gubernamentales han bajado al nivel prosaico de un puro culto a la personalidad. Así creen proteger a un líder cuando lo único que hacen es protegerse a sí mismos, sacrificando al único referente que les da sentido (de tanto exponerlo han de acabar desgastándolo y a todo lo que él representa).

Ni el sí ni el no han de resolver la disyuntiva que verdaderamente está en juego. Si el sí es interpretado como una carta en blanco, entonces no ganamos nada; tampoco el no es opción, mientras, bajo la estrategia de una revolución de colores, pueda convertirse en punta de lanza de un “golpe suave”. El voto por el no, que hizo la diferencia (no el no racista y de derecha), fue, como en octubre del 2003, un voto de bronca, porque se intuía que el sí fortalecía la figura del vice (el poder detrás del trono). El problema es que el voto contrario no fortalece a lo que representa el Evo (el desgaste de uno arrastra la disolución del horizonte plurinacional). Dejar todo lo que representa al simple voto de un sí o de un no es el despropósito en el que cae la lógica instrumental de una política que manda mandando.

Si el Evo encarnaba lo que se proponía un proceso de cambio de carácter constituyente, ¿qué encarna el Álvaro como categoría política? Ya el 2006 delatábamos un “asalto jacobino” (http://sucre.indymedia.org/es/2006/04/28462.shtml) que procedía a expropiar la potencia popular y transferirla hacia un único custodio. Ese fue siempre el proceder de la izquierda. Ya en la revolución bolchevique, cuando los soviets ceden el poder popular al buró político en plena guerra civil, una vez acabada ésta y prestos los soviets a recuperar el poder popular, éste no sólo es arrebatado por el partido sino que se excluye a los soviets –sobre todo campesinos anarquistas– y hasta se los condena, cosa que hizo no sólo Lenin sino también Trotsky (el estalinismo no nació de la nada). Toda la izquierda está atrapada en la concepción moderna del poder y, siendo la categoría fundamental del campo político, esta concepción les lleva a adquirir una perspectiva aristocrática de la política y la democracia. El poder es dominación y, fieles a Weber –y en contra del propio Marx–, ésta dominación se impone legítima, diluyendo lo democrático de toda gesta revolucionaria en una hegemonía de carácter vertical, que la ostenta una elite que ve al pueblo como un mero obediente de las directrices que propone una entelequia burocrática.

Esta es la visión que ha penetrado en el gobierno y que, en nombre del “mandar obedeciendo”, lo único que ha logrado es restaurar la política tradicional, con todos sus vicios incluidos. Pero cuando la izquierda critica al vice, se olvida que ella misma comparte esos mismos prejuicios que ostenta el intelectual de palacio. Gran parte de esta izquierda fue la impulsora de entronizar al intelectual como acompañante del indio presidente; incluso muchas figuras del feminismo actual, que atizan la crítica al machismo del Evo, fueron auspiciantes en encumbrar la figura romántica del intelectual guerrillero que, una vez profesor universitario, rodeado siempre de su séquito femenino, al mero estilo que dicen patriarcal, fue la estrella infaltable en la farándula académica de una izquierda aburguesada. Para salvarse ellos y ellas, buscan en el qananchiri al chivo expiatorio que les libere de una necesaria autocrítica.

Algo más que devela el resultado del referéndum es el fracaso del MAS como estructura política; pues una de las misiones de todo partido es la generación de nuevos líderes, estrategas y operadores políticos. Todas las nuevas figuras más prometedoras que aparecieron en la última elección no provienen precisamente del instrumento político sino que se suman en calidad de invitados. Ahora bien, si todo se circunscribe a la permanencia del líder, entonces se continúa el síndrome del rey cercado, pues son las dirigencias inmediatas al líder las que, hasta por celo, no permiten un nuevo liderazgo, pues esto amenaza su posición privilegiada, siempre bajo la sombra del líder. Es entonces cuando el propio líder debe dar muestras de humildad y menguar su presencia para dar lugar a nuevas figuras. Parte de la sabiduría política consiste en saber cuándo desaparecer.

Otra de las cosas que nos enseña el referéndum es que no se trata de ganar como sea. Esta idea es la que ha venido mermando la legitimidad del gobierno, produciendo episodios de promiscuidad política que ha ido remplazando la base popular por una militancia prebendal cuyo precio es siempre, al final, precio político. Entonces que el no sirva para una profunda, necesaria y urgente autocrítica al interior del propio gobierno y del MAS-IPSP. El descabezamiento sistemático de la dirigencia campesina e indígena en el caso FONDIOC, es muestra de un desplazamiento premeditado de la presencia india en la toma de decisiones.

Hace poco el vice decía que si antes había cuoteo de partidos ahora era cuoteo de las organizaciones, lo cual develaba, en la sutileza que le caracteriza, que los únicos infalibles e incólumes que quedaban –pues todos eran corruptos– eran las figuras que se presentaban a la repostulación. Lo que no se dice es que la corrupción se desarrolla en ámbitos que hacen posible aquello, lo cual quiere decir que son las estructuras institucionales las que se prestan a la corrupción. Una de las tareas de una descolonización del Estado era precisamente la transformación de los contenidos normativos liberales que estructuran el carácter colonial de la institucionalidad estatal. Si la ley SAFCO –que reafirma al Estado como mero administrador y le priva de su carácter político– está ahora constitucionalizado, se entiende que ni siquiera el decreto neoliberal 21060 sea derogado. Ya lo dijo una vez el canciller: estamos apenas administrando el Estado colonial.

Pero no todo está perdido, es más, hay veces que la derrota puede significar un triunfo posterior, siempre y cuando se aprenda las lecciones que nos depara. Hay retos y desafíos que enfrentar, sobre todo cuando el panorama regional ya no es de los mejores. Para el pueblo nunca ha sido fácil, incluso en el mejor de los momentos. Por eso hay que ser, a pesar de todo, optimistas. Definamos aquello: el pesimista es aquel que a toda oportunidad le ve pura dificultades, mientras el optimista encuentra en cada dificultad una nueva oportunidad. El no, no es ni siquiera el fin del liderazgo de Evo; si asume aquello con sabiduría puede convertir esta derrota en un nuevo impulso popular a su mandato. Este impulso requiere una profunda revolución moral y ética. Si esto es así, entonces la derrota habrá sido para bien y no una catástrofe.

La Paz, Bolivia, 22 de febrero del 2016
Rafael Bautista S.
autor de “la Descolonización de la Política.
Introducción a una Política Comunitaria”.
Dirige el “taller de la descolonización”
en La Paz, Bolivia
rafaelcorso@yahoo.com

Datos de la realidad - Por Hugo Cesar Renés


Datos de la realidad: Presente juvenil urbano Argentino.
Necesidades infinitas, futuro incierto, ¿Pobreza 0?

1. La cuestión social es en sí misma un problema difícil a la razón, una pregunta desafiante que interroga permanentemente a la sociedad acerca del enigma de su cohesión, pero que trata a su vez de evitar el riesgo de su fractura.

2. El trabajo formal, que está demandando día a día una mayor calificación, está dejando fuera de competencia a una masa social marginal importante porque el sistema expulsa a todos aquellos, preponderantemente jóvenes que, por carencias de educación y/o capacitación, el futuro no les permitirá aspirar a ningún puesto de trabajo estable.

3. El desafío que enfrentamos como sociedad consiste en volver a hacer del conocimiento un medio para el desarrollo humano. Debemos ir más allá del conocimiento como herramienta y recuperar el camino de la educación como camino a la sabiduría que es a su vez facilitadora del progreso social.

4. Los jóvenes de este tiempo enfrentan una realidad que supera el nivel de dificultades de anteriores generaciones. El conocimiento, el aprendizaje y las experiencias vitales van forjando su propio destino, en muchos casos inciertos, donde la presencia de los medios de comunicaciones y las nuevas tecnologías inciden en sus vidas y en sus expectativas.

5. Vemos así nuevas realidades sociales y nuevos y sofisticados tipos de violencia social.

6. En los sectores juveniles vulnerables y desocupados se está manifestando hoy un déficit de deseo, NO TIENE PROYECTOS, no hay esperanza, no hay futuro en un presente adverso, con necesidades básicas insatisfechas, que no dejan lugar a ilusión alguna.
Viven al instante, limitando el plano material el plano del deseo. No tienen vocación alguna, no saben qué quieren ser, viven en un mundo en el que para ellos predomina lo efímero, destinando lo que pueden percibir a sus necesidades diarias (consumo inmediato) en donde la droga (consumo, no venta) actúa como “evasor” de la frustración que se va acrecentando a medidas que los niveles de precariedad y exclusión aumentan.

7. Por lo general, este sector poblacional provienen de familias numerosas, identificándose esta tendencia entre los adolescentes de 15 a 17 años en donde registra un promedio de 7 miembros. En estas familias se identifica un descenso muy significativo en el nivel educativo de los jefes de hogar.

8. A partir de lo expresado en 7., se podría llegar a pensar que, de alguna manera, los hijos reproducen hoy el fracaso escolar de sus padres, existiendo a su vez un debilitamiento en la transmisión del concepto de la educación como valor en la socialización de esos padres a sus hijos.

9. A medida que desciende el nivel educativo en estos jóvenes, desciende paralelamente la calidad de los trabajos que pueden obtener, siendo en su mayoría temporales y changas en situación de informalidad (mujeres: costurera, cocinera, peluquera, servicio doméstico, cuidado de ancianos, volanteras, etc. Varones: albañil, pintor, plomero, zapatero, herrero, limpieza, maestranza, fletero, vendedor ambulante, paseador de perros, delivery, lava autos, changarin, vendedor ambulante, etc.)

10. En términos comparativos, la tasa de desempleo juvenil de 15 a 24 años es dos veces y media mayor que la del total de la población y tres veces y media más que la de los adultos de 25 a 59 años.

11. La participación de los jóvenes de 15/24 años en el desempleo global es particularmente importante alcanzando al 43,8%, cifra significativa si tenemos en cuenta el porcentaje de jóvenes de 15/24 años componen el 17,5% de la población.

12. En el conurbano bonaerense hay 84.105 jóvenes que no completaron el secundario que actualmente no estudian y se encuentran desempleados, mientras el 80,7% de ocupados y el 72,8% de desocupados que no asisten a establecimientos educativos alguno.

13. En la Argentina hay 7 millones de mujeres en edad fértil (14 a 49 años) distribuidas en los principales centros urbanos del país; de ellas, el 44,8% ya son madres; el 48,6% vive en el 30% de los hogares con menos ingresos per cápita familiar; el 41,3% tiene bajo nivel educativo; el 52% vive en el gran Buenos Aires y el 60,6% participa de distintas formas en el mercado de trabajo; el 16,2% afrontan solas su maternidad (9,2% están divorciadas o separadas, 5,2% están solteras y 1,2% enviudaron).

14. Los desequilibrios territoriales en la Provincia de Buenos Aires son conocidos, pero no tanto. La proyección de habitantes en nuestra provincia para la próxima década plantea la continuidad de esas asimetrías territoriales y demográficas. Si las políticas públicas no logran revertir la actual tendencia con programas de estímulo para el interior provincial, el conurbano y el periurbano acumularán el 77% de la población provincial. Imagine las consecuencias en infraestructura básica, que ya tienen problemas de congestión y contaminación.

15. La Organización Mundial de la Salud (OMS) evaluó los sistemas de salud del mundo y ubicó a la Argentina en el lugar 75 entre 191, muy por debajo de Colombia (22), Chile (33), Costa Rica (36) y Cuba (39), las cuatro naciones mejor calificadas de Latinoamérica. Si tenemos en cuenta que los gastos efectuados en salud por la Argentina (823 dólares anuales per cápita), la colocan en el puesto 34, se advierte que son principalmente las deficiencias del sistema las causas de la mala calidad sanitaria.

16. Un informe del Banco Mundial, señala que 4,5 millones de niños argentinos (43%), son pobres. Esto significa que quienes los tienen a cargo, no alcanzan a obtener el nivel de ingresos suficientes como para garantizar su alimentación y cubrir las necesidades básicas como calzado, ropa y salud.

17. La comisión de Investigación de Mercado de la Asociación Argentina de Marketing, dio a conocer un índice de nivel socioeconómico, a fin de definir los límites de cada estrato social y, a través de variables específicas, una medición detallada de cada estrato. La aplicación de este índice, según el estudio básico metodológico, permite extraer las siguientes conclusiones:

1) Se observa una creciente concentración de la riqueza.
2) Se registra una brecha significativa entre los sectores altos y medios.
3) La diferencia entre los sectores medios y bajos es más cultural que económica.
4) Los sectores bajos, están muy extendidos y se corresponden con un bajo nivel educativo.

CONCLUSIÓN:

El futuro de la franja etaria juvenil argentina presenta más dilemas que certezas…
Tenemos una sociedad zambullida en una profunda y espesa anomia.
Nuestra sociedad comienza a exteriorizar una extendida disconformidad social, agravada por el impacto del actual paquete impositivo que el GN dispuso recientemente.

Seguramente esta sociedad no tolerará aplazamiento alguno entre su deseo expreso, la promesa pre electoral presidencial, y la ejecución de la misma, pudiendo ser paradójicamente esa ansiedad, esa intolerancia, la que podrá postergar aun más las realizaciones prometidas para asegurar la cohesión social.

En el año del bicentenario de nuestra independencia,
Hugo Cesar Renés

Seguramente con el incremento del mínimo no imponible, la tijera salarial comenzará a hacer destrozos…

La paciencia y el rumbo - Por Alberto Medina Méndez


En estos tiempos la discusión parece centrarse en la velocidad con la que se deben generar los cambios, en la calidad y en la profundidad de las eventuales transformaciones necesarias. Tal vez valga la pena dedicarle unos instantes a reflexionar sobre el vínculo de la paciencia y el rumbo, aspectos que intentan mostrarse de forma aislada pero que tienen indivisibles conexiones conceptuales.

Luego de tantos años de políticas equivocadas y ademanes autoritarios, de desmesurada dilapidación de recursos y de obscena corrupción, parece justo pretender que se de vuelta la página asumiendo que la etapa que viene debe ser sustancialmente mejor que la que se está dejando atrás.

Es inevitable, en ese proceso, que asomen las ansiedades y que todo lo anhelado se reclame con mayor vehemencia. La infantil idea de que todo se resuelve con un simple "chasquido de dedos" es, a todas luces, una gigantesca fantasía y es parte del tradicional pensamiento mágico tan enquistado en estas sociedades.

Cierta expectativa desproporcionada nubla la vista y se aparta de la realidad. Es pertinente señalar que esas esperanzas han sido intencionalmente alimentadas desde la política en temporada proselitista y no provienen de la típica ingenuidad de la gente. En esto tendrán que hacerse cargo de las promesas de campaña y de los desafortunados recursos discursivos utilizados para seducir oportunamente al electorado.

La existencia de condiciones generales preexistentes, bastante negativas por cierto, no contribuye demasiado complicando la marcha, obligando a usar la creatividad y agudizar el ingenio para sortear esos escollos que tampoco fueron suficientemente previstos, ni debidamente dimensionados.

En ese contexto, el debate sobre "gradualismo o shock" se ha instalado y parece que vino para quedarse. Algunos creen que los problemas deben extirparse de una sola vez, porque así se podrá evolucionar más rápidamente. Por el contrario, otros sostienen que hay que evitar significativos impactos de esas decisiones sobre la comunidad y afirman que los logros deben conseguirse de un modo progresivo y por etapas.

Es probable que en esto no se pueda ser tan absoluto. Los remedios para resolver ciertos dilemas deben estar dotados de contundencia y frontalidad, pero en otras ocasiones se requiere de una secuencia extendida. La mayoría de los ciudadanos parece preferir, en términos generales, una estrategia más pausada. Bajo ese paradigma piden eufóricamente paciencia e invitan a generarle espacio a los gobernantes para que puedan maniobrar en la coyuntura y abordar cada asunto sin la clásica presión de la premura cívica.

Sin embargo, un ingrediente central parece escapar a este simplificado análisis tan habitual, que pretende exhibir aristas de aparente racionalidad. Es cierto que se debe tener paciencia cuando el camino elegido ha sido el adecuado, porque es muy razonable que si se está avanzando en el itinerario acertado se reclame serenidad, inclusive cuando las expectativas no se estén cumpliendo en su totalidad.

Ese planteo es lógico pero solo cuando se peregrina por el derrotero apropiado. No puede resultar deseable jamás tener paciencia frente a las rutas mal elegidas. Si el gobierno no hace nada sobre una cuestión, solo gira en círculos o va en la dirección exactamente contraria a la deseada por casi todos, la paciencia es, seguramente, la peor de las actitudes.

Si alguien tuviera que viajar hacia el norte seleccionará la carretera que lo lleve hacia ese lugar. Si para lograr el objetivo final y llegar a destino se tarda un poco más o un poco menos, allí entonces cabe tener presente las circunstanciales dificultades y dotarse de una dosis de estoicismo.

Pero, siguiendo el mismo ejemplo cotidiano, si el norte fuera el fin último y se optara por viajar hacia el sur, se estaría transitando el tramo inapropiado. En esa situación la paciencia no suma y sólo hará que el objetivo se encuentre cada vez más distante. Cuando se tome nota del yerro, las chances de alcanzar el éxito habrán quedado a contramano.

Por eso es importante diferenciar situaciones y comprender que la paciencia debe permitir soportar con heroísmo los inconvenientes en el tránsito hacia el destino preciso, pero jamás puede ser una aliada cuando se ha fallado en la construcción del diagnóstico y todo se encauza en la dirección inversa.

Los gobiernos administran una infinita lista de disyuntivas. En algunos temas están bien orientados y saben adónde ir. Pueden dudar, pueden ser más lentos que lo esperable, hasta es posible que no encuentren las mejores herramientas o las personas ejemplares para lograr ese cometido. En esos casos, la paciencia es una virtud y es saludable ser tolerantes y otorgar mayores márgenes para que lleguen a destino en algún momento.

Pero en todo aquello en lo que, los gobernantes no encuentran la senda, cuando la quietud o el interminable zigzagueo demuestran desorientación, o peor aún, cuando se alejan del propósito, no corresponde tener paciencia alguna. Allí, la supuesta clemencia y comprensión se convierte en un disparate imperdonable. No se ayuda siendo cómplice de los desatinos, ni tampoco postergando los señalamientos frente a los desaciertos evidentes.

Aportar paciencia en esos asuntos que están prudentemente encaminados y en los que el tiempo es la variable para llegar a la meta parece muy atinado. Ser condescendientes frente al error grosero de los gobiernos, cuando es evidente que no dan en la tecla y deambulan sin brújula, o peor aún, cuando se recorre el rumbo opuesto, constituye una postura negligente y pone en evidencia una escasa inteligencia ciudadana.

Alberto Medina Méndez
albertomedinamendez@gmail.com

Carta Abierta a la Iglesia, al Papa y a Mons Lozano - Por Rosario Agostini


Carta Abierta a la Santa Iglesia Católica, al Papa Francisco y a Monseñor Jorge Lozano.
Por Rosario Agostini @peponila

La clara intromisión de nuestra Santa Iglesia Católica en casos de corrupción y delincuencia común como es el caso de Milagro Sala que investiga la justicia de Jujuy, ha llamado profundamente mi atención y, por supuesto, el dolor de pertenecer a un rebaño conducido por Ministros de Dios ante los hombres que defienden la mentira, el atropello y la violencia hacia los pobres antes que a su propio pueblo y que además bendice el mismísimo Francisco con una foto que legitima las acciones de quien hoy está investigada y bendice con un Santo Rosario.

La presencia de Monseñor Jorge Lozano en una reunión de orden política entre un funcionario nacional y un representante de la organización cuasi mafiosa que ha condenado a los pobres de toda pobreza en Jujuy a la opresión y extorsión permanente, intercediendo ante un Poder del Estado para cambiar la decisión de otro Poder del Estado, desconociendo además el principio republicano de la división de poderes, ha mostrado a las claras que lo que parecía sólo un rumor es evidencia de que nuestra Santa Iglesia Católica se ha inmiscuido en la defensa de una ciudadana tan común como los 40 millones de argentinos, pero acusada de cometer delitos penales, también comunes.

Las formas con las que 10 obispos de la Santa Iglesia Católica se habrían referido al gobierno provincial elegido por el 58% de los votos, es decir con legitimidad de origen, imaginando cierto grado de "xenofobia” de parte de comunicadores y del mismísimo gobierno provincial, demuestran que nuestra Iglesia desconoce absolutamente lo que padece y padeció el pueblo de Jujuy durante los últimos 12 años. Siendo cómplices silentes de una violencia jamás sentida ni vivida en esta patria chica, el patoterismo como forma de reducción de la voluntad individual, la corrupción lisa y llana como método de enriquecimiento y poder y la opresión de un pueblo desvalido que jamás tuvo Ni Justicia a quien acudir, porque muchos jueces y fiscales guardaron las causas en un cajón o directamente las dejaron caer en prescripción, por miedo, impericia o quizás por 30 monedas de plata.

Ahora el Papa Francisco "bendice” y legitima el accionar de quien está investigada por la Justicia de Jujuy y detenida ante la posibilidad de que libre "entorpezca u obstruya” la investigación. Frente a todo esto, como jujeña, como católica y como cristiana les hago preguntas desde el sentido común a mis pastores y al Obispo de Roma, Francisco:

•¿Dónde estuvo la Iglesia que hoy dicen representar, salvando excepciones, mientras Milagro Sala echaba de "sus” casas a los pobres que dice Francisco defender desde la Iglesia?

•¿Alguna vez la Pastoral Social o el mismísimo Jorge Mario Bergoglio tuvo uno de esos famosos "gestos” para con las víctimas golpeadas y destratadas, oprimidas y extorsionadas del pueblo de Dios del que forman parte también nuestros hermanos "tupaqueros”?

•¿El obispado de Jujuy sirvió de consuelo y protección para aquellos que eran expulsados de sus barrios y hogares, en muchos casos hasta con golpes y amenazas, mientras la policía no les recibía ni siquiera la denuncia?

•¿Dónde estaba Monseñor Jorge Lozano cuando Milagro Sala en persona quemaba la Casa de Gobierno de Jujuy o tomaba la Legislatura Provincial, ó intentaba callar las voces de periodistas que querían contar la verdad de lo que ella hacía en Jujuy?

•¿Qué hacía el Santo Padre - Obispo de Roma - mientras Jujuy era rehén cuando la Tupac Amaru cortaba todos los puentes – Jujuy está rodeada de dos ríos – y los papás pobres no podían ir a buscar a sus hijos a las escuelas de la ciudad porque Milagro Sala era intransigente y ella decidía el destino de miles y miles de niños y adultos?

•¿Se preocupó el Obispo de Roma - Santo Padre - Monseñor Jorge Lozano o algún obispo que no fueran los Olmedo, por el ataque sistemático contra un luchador social como Carlos Nolasco Santillán, quien fuera amenazado y amedrentado reiteradas veces por las huestes de Milagro Sala?

•¿Dónde estaba el obispado cuando a una mujer y su hijita le quitaron los celulares, les pegaron y maltrataron por no cumplir las "órdenes” de Milagro Sala?

•¿Qué hizo nuestra Santa Iglesia Católica con los pobres de toda pobreza que fueron víctimas de estos años de violencia extrema y enriquecimiento a luces vistas de la dirigencia de la Tupac Amaru y la piquetera Milagro Sala, a quienes Sala extorsionaba y amenazaba con quitarles "sus” casas que no tenían título de propiedad si no hacían lo que ella ordenaba?

•El Santísimo Obispo de Roma, padre Francisco, ¿se ocupó de la corrupción que mata en Jujuy?

•¿Nuestra Iglesia Catedral fue hogar para los despojados de su dignidad por no pensar ni cumplir órdenes de Milagro Sala?

•¿Nadie le contó a nuestro Padre Francisco y a Monseñor Lozano que el color de la piel en Jujuy no es estigmatizante y que jamás lo fue, sino que significó la manera de victimizarse de quien llevó a la indignidad de la falta de libertad de pensamiento a los más pobres de nuestras empobrecidas tierras?

•¿Algún obispo de aquellos que hoy "interceden” por Milagro Sala ante el Poder Ejecutivo y hasta organismos internacionales llamaron a Trifolina Rodríguez Subelza, víctima de Milagro Sala?

•Monseñor Jorge Lozano, nuestro Obispo de Roma o algún obispo de la Pastoral Social ¿se acercaron al dirigente social Luca Arias luego de ser violentamente golpeado y denunciado la situación en los medios de comunicación, por una patota liderada por Milagro Sala?

•¿Sabe nuestra Santa Iglesia Católica que hay madres del dolor pidiendo justicia por sus hijos/as que jamás fueron escuchados y que dicen haber sido víctimas de Milagro Sala. Alguna vez nuestro Papa Francisco, Ministro de Dios en la tierra, ¿las llamó o les dio una palabra de consuelo?

•¿El Episcopado, la Nunciatura, la Iglesia diocesana escuchó alguna vez a Jesús Olmedo, cura de La Quiaca?

•¿Sabe el Santo Padre Francisco que a un joven de 14 años lo apuntaron con un arma, quemaron la casa donde estaban sus hermanitos y los echaron de su hogar porque su padre estaba enfrentado a Milagro Sala?

•Se preguntó Monseñor Jorge Lozano ¿de dónde salió el dinero para monumentales campañas políticas que llevaron a Milagro Sala a ocupar un sillón en el Poder Legislativo de la Provincia, dejando así de ser una luchadora para ser una política parte del poder?

•¿Por qué el obispo diocesano de Jujuy, Daniel Fernández, no emitió opinión sobre los "gestos” de Francisco y la actitud de Monseñor Jorge Lozano? ¿No conoce Fernández lo que pasa y pasó en Jujuy? O el silencio es el mejor método para el descompromiso con "su” feligresía. ¿El que calla otorga?

•¿El derecho canónigo libera de culpa y cargo a los autodenominados "luchadores sociales” si éstos cometen delitos, por el sólo hecho de hacerse llamar luchadores sociales?

•¿Francisco va a bendecir a delincuentes comunes según su color de piel y origen social? ¿La Ley de Dios es para todos igual o para algunos sí y otros no?

"Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios” (Marcos 12:17) respondió Jesús ante un reclamo de sus fieles. Ministros de mi Iglesia, Dad al César lo que es del César y les ruego, tomen en cuenta esta cita de la Biblia: Proverbios 19:17 "El que se apiade del pobre presta al Señor, y Él lo recompensará por su buena obra”.

Tal vez soy una oveja descarriada del rebaño, tal vez no tengo la capacidad de infinita misericordia que hay que tener en el espíritu para llegar a la Santidad, y quizás por eso no puedo comprender que, como en otros tiempos lo hicieran los sumos sacerdotes, hoy la Iglesia de la que soy parte, mi Padre Obispo de Roma por quien rezo y recé antes de que sea ungido sucesor de Pedro, elijan a Barrabás.

Francisco, Usted y la Iglesia saben que los "gestos” son importantes y que el Rosario bendecido, las fotos y visitas aceptadas, son gestos que legitiman. Con humildad, espero que el Espíritu Santo lo guíe para que esos "gestos”, que legitimaron la persecución, la violencia, el racismo como discurso para la victimización y la corrupción, llegue para quienes han sido oprimidos y privados de su dignidad, para mis hermanos "pobres de toda pobreza”. Espero que Usted, querido Papa Francisco ayude a los Ministros de la Iglesia de mi patria grande, Argentina, y de mi patria chica, Jujuy, y les enseñe el camino hacia el consuelo de las víctimas y la protección de los pobres, tal como lo indicó apenas fue nombrado Obispo de Roma.

Desde mi pequeña humanidad, le digo con toda humildad, Papa Francisco: "yo ya recé por Usted. Ahora espero que Usted rece por nosotros y este pueblo jujeño que eligió la libertad y la dignidad, para que no se olvide que hay dos mandamientos que también hay que cumplir:

NO MATARÁS
NO ROBARÁS

Que Dios, Padre Todopoderoso, y la Virgen de Río Blanco y Paypaya ilumine a la Santa Iglesia Católica, a sus Ministros en la tierra, a Monseñor Jorge Lozano y a Usted Santo Padre.

Rosario del Huerto Agostini


La tecnocracia se puso de moda - Por Alberto Medina Méndez


Desde hace algún tiempo se ha instalado una perversa idea que parece muy simpática y cuenta con muchos adeptos, pero que oculta profundos riesgos. La llegada de algunos personajes a la política, que no provienen de ella y que han intentado diferenciarse, es la marca registrada de este tiempo.

Ellos pretenden mostrar que existe una nueva forma de hacer las cosas y sostienen que los gobiernos deben simplemente emular a las empresas. Este recurrente planteo convoca a un desafiante debate de fondo.

Es probable, que el desparpajo de muchos dirigentes políticos en el pasado, quienes a la hora de tomar decisiones apelaron solo a su intuición, haya generado esta huella, creando el campo propicio para el aterrizaje masivo de una casta de profesionales enrolados en esta moderna tecnocracia.

Esta suerte de "gobierno de los técnicos" intenta anteponer sus métodos científicos por delante de la política. Creen, firmemente, en la neutralidad de los criterios técnicos y afirman que todo se puede hacer sin orientación ideológica alguna, apostando a la contundencia de una supuesta evidencia.

Colocar en un plano de igualdad al gobierno con las empresas constituye un grosero error conceptual. Una empresa tiene accionistas, que invierten voluntariamente su propio dinero con el objeto de maximizar ganancias, crear valor e incrementar sus beneficios, utilizando el estímulo del lucro.

Un gobierno tiene un rol bien diferente. Fue creado para garantizar el pleno ejercicio de derechos fundamentales para los miembros de una comunidad. Se nutre exclusivamente de recursos que extrae de la gente coercitivamente y no existe en su esencia ni la rentabilidad, ni la búsqueda de dividendos. Jamás podría funcionar como una empresa, porque no lo es.

A no equivocarse. La tecnología es siempre bienvenida, pero se debe entender que solo es una herramienta y no una meta en sí misma. Es saludable ofrecer excelentes resultados. Lo peligroso es creer que gobernar solo conlleva hacer una buena gestión, administrar con eficiencia los recursos o disponer de conocimientos especiales en abundancia.

La política es algo mucho más trascendente, que está distante de esas incompletas concepciones que los tecnócratas traen consigo. La tarea de gobernar implica proyectar una visión integradora que abarca la filosofía, la economía y la política. Los técnicos solo deben adaptarse a ella e intentar implementar esas decisiones estratégicas de un modo inteligente.

Es innegable que son tiempos de profesionalización de la política. Pero no se debe confundir una cosa con la otra. Los que conocen el ruedo, los que dominan una materia, los que se han formado en los diferentes campos, deben ser parte, protagonizando esos procesos. Pero la conducción general del gobierno no puede quedar en manos de esos "gerentes". Ellos pueden aportar una mirada específica, única, muy útil, pero siempre parcial. Están para integrarse a los equipos de trabajo y administrar lo que les toca.

Cierta tentación contemporánea ha llevado a exacerbar esta tendencia. Convocar a los mejores técnicos no hará que todo funcione de maravillas, porque las cuestiones humanas son mucho más complejas y asegurar derechos esenciales no es territorio exclusivo de los especialistas en ciencias duras.

Existen, en la historia reciente, muchas experiencias parecidas con gobiernos regidos por la dinámica de los números, pero que no han logrado avances concretos en la calidad de vida, que sean tangibles para los ciudadanos. Las cifras ayudan a evaluar la marcha de los acontecimientos, contribuyen de un modo decidido como parámetros, aportan referencias vitales, pero jamás logran ser el alma de una gestión de gobierno.

El rumbo lo determina siempre la impronta ideológica de quienes han sido elegidos para encaminar la coyuntura. De eso depende, en buena medida, el éxito o el fracaso de esa etapa. Los aspectos técnicos siempre inciden y contribuyen mucho, pero lo hacen respecto de las definiciones políticas previas. Es imperioso, entonces, eludir la creencia de que los técnicos pueden gobernar y desterrar esta simplificación que sostiene que poblar el Estado con este tipo de perfiles es sinónimo de magníficos resultados.

Se trata de lograr un sano equilibrio. La política sin técnicos no marchará adecuadamente, porque las mejores ideas necesitan ser instrumentadas de un modo eficaz. Un gobierno repleto de técnicos, pero sin norte, sin las sutilezas de la política, sin el talento de esos liderazgos que permiten convertir lo imposible en factible, tampoco puede lograr nada bueno.

Las reacciones espasmódicas nunca ayudan. La sensatez y la racionalidad no deben perderse nunca, y mucho menos a la hora de ocuparse de los asuntos públicos. Ya se sabe que cuando llegan al poder los demagogos, intuitivos e improvisados nada termina bien, pero se debe evitar caer en la trampa de pensar que los expertos son una alternativa válida para obtener todas las soluciones anheladas.

Si la dirección elegida, si la ruta seleccionada, no es la correcta ningún avezado profesional, ni la suma de muchos de ellos logrará llegar a buen puerto y nada resultará cómo algunos ingenuos esperan. Lamentablemente, todo hace pensar que los errores están asomando a la puerta, porque otra vez, la tecnocracia se puso de moda.

Alberto Medina Méndez
albertomedinamendez@gmail.com

203 años de la Batalla de San Lorenzo - Por Hugo César Renés


Se cumplen este 3 de febrero, tan sólo 203 años del bautismo de fuego del histórico y glorioso Regimiento de Granaderos a Caballo “Gral. San Martin”. La historia de este combate, no es breve, si bien el combate en sí mismo, no fue de más de media hora…

Las dudas de que San Martin, podría ser un personaje sospechoso, que podría venir a Buenos Aires con otros fines, quedaron disipadas. El regimiento, aun no contaba con los escuadrones que hoy ostenta, pero estos primeros 120 granaderos, una tropa de elite para su tiempo, vencieron con facilidad al contingente superior que tenían los españoles, o godos, ya exiliados en Montevideo donde montó la capital del Virreinato, junto al Virrey D Elio.

Pero debemos destacar antes, que la capital oriental, por parte de las tropas al mando de Gral. Rondeau, La ciudad de Montevideo se encontraba bajo sitio terrestre desde el 20 de octubre de 1812, por lo que las posibilidades de supervivencia de la ciudad dependían en gran parte del mantenimiento del tránsito marítimo y el operativo del Jefe de Blandengues del Uruguay, José Gervasio Artigas, encontraba sitiada pero habían 23000 veteranos godos, y de esta manera, San Martín, quedó con sus espaldas a salvo, (después del valiente Combate Naval de Brown en 1814) para posteriormente iniciar la larga y luminosa cabalgata libertadora, por todo el cordón cordillerano de Mendoza a mas allá del monte Chimborazo en los limites con Colombia…

El combate en si mismo, tiene fuentes indubitables que fue tal cual lo resume la bella marcha de San Lorenzo. Tres son las fuentes que podemos recurrir: 1) el parte que el propio Coronel San Martín, redacta a las autoridades de Buenos Aires de su puño y letra…allí en síntesis hace saber de este triunfo, y pide se expidan pensiones a los fallecidos en el mismo. 2) El parte que se publica en la Gazeta de Montevideo, que redacta el propio Capitán Zabala, que mas adelante, lo vamos a encontrar sumado a las tropas libertadoras en Mendoza…y el parte que hace un ingles amigo de San Martin, que seguía de cerca los pasos y que le pidió a San Martín participar del combate, a lo que el procer, solo acepto que lo observe desde el Campanario del Convento de San Carlos donde hoy esta el llamado Campo de la Gloria.-

De manera, que este primer inicio de una autentica demostración de los bravos varones que formo y eligió el propio San Martin, dan el aliento necesario a las autoridades que dudaban de ese grito de libertad que se dio en Mayo del año 10 y de la Asamblea General Constituyente, del mismo año, pero apenas tres días antes del combate, es decir el 31 de enero de 1813, cuyos 203 se recordaron poco, este 31 de enero que dicto resoluciones sumamente importantes, aunque no la declaración de la Independencia, que también este año, recordaremos como EL BICENTENARIO el 9 de Julio.

Debemos aportar que San Martín, para acantonar a su tropa, debió parlamentar un largo tiempo en horas, con el Fraile Pedro García, a cargo del Convento de San Carlos de Barromeo…y que sirvió de albergue a los heridos y asistidos por esta Compañía de Franciscanos ya participando de la gesta libertadora. Como aporte de esta recordación, podemos citar a algunos hombres que no eran nativos de las provincias Unidas, como el Capitán de Navío Hipólito Bouchard, francés, que se sumó a los dos escuadrones de Granaderos, el Capitán oriental Justo Germán Bermúdez, que muere desangrándose en el convento después del combate, y los granaderos Juan Bautista Cabral, ascendido pos mortem a Sargento, y el granadero olvidado, el puntano Juan Bautista Baigorria. Como dato novedoso en un combate librado con los franceses, a San Martin, también le salva la vida, un soldado que se llamo Juan de Dios..que liquidó a un francés napoleónico a punto de matar al propio Libertador.

También podemos destacar la valentía del Tte. Manuel Díaz Vélez, que persiguió a los godos hasta las mismas barrancas del Paraná a fin de tomar más prisioneros….

“..Los realistas desembarcaron y avanzaron hacia el convento, suponiendo que allí estaban depositados los principales bienes de la zona. Para su sorpresa, fueron atacados por los granaderos a caballo y sable en mano. El ataque de las tropas argentinas se realizó con un movimiento de pinzas saliendo de la parte trasera del convento, una de ellas —la de la izquierda y la primera en moverse — estaba encabezada por José de San Martín; la otra estaba encabezada por el capitán oriental Justo Germán Bermúdez, quien estaba secundado por el joven teniente porteño Manuel Díaz Vélez. Bermúdez ejecutó un rodeo muy grande, forzando la escapatoria de los españoles hacia sus buques.

La táctica militar empleada por el General San Martín consistió en una maniobra envolvente, tomada de Napoleón.-

HCR

Educación: las consecuencias de la realidad - Por Hugo Cesar Renés


Educación

PODRÁS IGNORAR LA REALIDAD, PERO NUNCA DESCONOCER SUS CONSECUENCIAS

Nos ufanamos de nuestra ley de enseñanza OBLIGATORIA y GRATUITA…
Me pregunto y le pregunto: ¿habremos dado todos los pasos necesarios, no los simples controles numéricos de la cantidad de docentes y de alumnos o los años que deben concurrir los niños y adolescentes a la escuela, para que realmente sepan leer y razonar y voluntariamente accedan al bien común? (la calidad, capacidad y actualización docente no la contemplo, la doy por descontado…).

Cuando los educandos esbozan un pensamiento o quieren explicar lo que han leído aparecen problemas por todos lados…

Nos preocupamos nosotros en pensar y ayudar a pensar… y de hacer valer nuestros derechos, teniendo en cuenta un sano y verdadero pluralismo, no el que impide ser lo que debiéramos ser?

¿No cree que es urgente mejorar la calidad y la INCLUSIÓN de la educación secundaria para incorporar sin demora a los sectores sociales más postergados que hoy desertan masivamente?. Según la Unesco, apenas el 43% de los adolescentes argentinos concluye el ciclo secundario (en Chile y Perú lo hace el 70%; en Colombia, el 64%, y en Bolivia, el 57%)

En los países industrializados los días de clase llegan a 210 por año; Brasil, Chile y Uruguay superan los 190 días, mientras que a los escolares argentinos, el calendario escolar les exige 180 días.

Tenemos una Universidad empobrecida, rezagada y divorciada de la realidad productiva nacional, no está solamente perjudicando a sus educandos, cosa de por sí inadmisible, sino que está atentando contra la sociedad toda, lanzando profesionales ineficientes para un futuro en el que se modifiquen las actuales señales de estancamiento productivo

La Argentina es una nación con pocos graduados universitarios:

Si el progreso de las naciones en las próximas décadas en este mundo del trabajo globalizado estará directamente vinculado a su capital humano el cual deberá estar consustanciado con la compleja naturaleza de las transformaciones tecnológicas que avanzan aceleradamente de manera exponencial, nuestro futuro se advierte negro. En 1998 por cada graduado universitario en Chile, se graduaban 2,4 en la Argentina, mientras en Brasil se graduaban seis por cada uno de aquí, pero el panorama cambió en la última década ya que hacia 2009 en Brasil se graduaron 827.000 profesionales; en la Argentina, 98.000, y en Chile, 67.000. O sea que ahora, por cada argentino graduado hay 8,4 en Brasil, y por cada graduado chileno hay apenas 1,5 en la Argentina.

Interesante es destacar que en Chile por cada 100 abogados que se graduaron en el año 2009 se graduaron 207 ingenieros, mientras en nuestras universidades estatales se graduaron en ese año, 49 ingenieros por cada 100 abogados.

PARA PENSAR: DURANTE 2009 LAS UNIVERSIDADES PRIVADAS ARGENTINAS GRADUARON 16.008 PROFESIONALES EN LAS DENOMINADAS CIENCIAS SOCIALES; 3 (TRES) PROFESIONALES EN FÍSICA, 23 EN MATEMÁTICA Y 47 EN QUÍMICA.

Téngase en cuenta también el deterioro edilicio y el estado de abandono existentes en muchas escuelas que en no pocos casos han puesto en situación de riesgo a la población estudiantil.

“VOSOTROS DEBÉIS PREPARAR LA PAZ DEL MUNDO Y LA UNIÓN DE LOS PUEBLOS. FORMANDO AL NIÑO Y AL ADOLESCENTE ESTARÉIS DETERMINANDO LOS TIEMPOS FUTUROS” Anatole France

En azul y blanco, 
Hugo Cesar Renés

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