Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 22 de Febrero de 2012
Enviado por Hugo César Renés
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- ¿Cómo pudo ser?
Santa Cruz es oro, plata, petróleo, gas, carbón, pesca.
Santa Cruz es bosques, ríos, lagos, desiertos, estepas, montañas, glaciares, riquezas arqueológicas.
Santa Cruz es todo esto en un territorio formidable, inmenso, despoblado y colosal.
-¿Cómo pudo ser el quebranto?
- Hay quien imputa una administración pública sobredimensionada hasta la exageración. Esto pasa, es cierto, pero no es la causa.
- Hay quien incrimina a una dirigencia mediocre que no ha sabido gobernar en estas últimas tres décadas. También es verdad, pero no es el soporte del desastre.
- Hay quien acusa al temor de la ciudadanía a producir los cambios. Esto también es indudable, pero no alcanza para justificar el caos.
La corrupción. Si, la corrupción es la causa de todos nuestros males. Es así de corto? Si: es así de corto, pero es así de grueso.
Para fundir una provincia como la nuestra, en la cual la gallina de los huevos de oro se reprodujo en cada una de las riquezas conculcadas, se requiere más que burocracia, más que mediocridad y ciudadanos cagones. Se requiere corrupción... y mucha. Yo diría que hicieron falta 25 años de corrupción constante, progresiva e ininterrumpida para terminar con Santa Cruz.
Hoy, cuando los agentes públicos y sus familiares, se encuentran impedidos de atender su salud por su Obra Social quebrada, ¿nos podemos asombrar? No. Porque es una Obra Social fundida en una provincia fundida, en donde todo está fundido.
En un inmenso navío lleno de oro, plata y petróleo deambulan decenas de miles de santacruceños, como en el Titanic, ahogándose, agonizando, muriendo rodeados de riqueza, grandeza y fastuosidad.
Y es que 25 años de corrupción no son moco de pavo. Se requiere la conjunción de factores infaustos, pues la corrupción no es de generación espontánea, sobre todo cuando conforma el célebre “modelo” que persevera con el mismo vigor durante un cuarto de siglo.
¿Y cuáles son esos “factores infaustos” que se enlazan para sostener un modelo corrupto? Poder absoluto en el oficialismo por un lado y estupidez absoluta en la oposición, por el otro. Es imposible sostener un gobierno por 25 años si no se cuenta en la oposición con complicidades o estupideces. En homenaje a la indulgencia me inclino por esta segunda opción. La connivencia de las máximas figuras del radicalismo santacruceño en los institutos que engendraron el Kirchnerismo, esto es la Ley de Lemas y la Reforma Constitucional, no fueron confabulaciones... fueron boberías, nada más. (¿O no?), pero hay que decir que frente a este cuadro una oposición que en 25 años no haya logrado transformarse en alternativa, es una oposición decadente pero –claro- que esta es otra cuestión.
- Santa Cruz está fundida por los corruptos que la despojaron de sus ahorros. Más de 1.200 millones de dólares se evaporaron en el más absoluto de los misterios, mientras Néstor KIRCHNER mentía a los santacruceños, a los argentinos y al mundo que tales fondos fueron depositados (al 1% anual) en la Reserva Federal de los Estados Unidos.
- Santa Cruz está fundida por los corruptos que entregaron sus riquezas naturales (Petróleo, oro, plata y todos sus preciados minerales) a las empresas extranjeras.
Robaron los ahorros y entregaron nuestros recursos; no todos, los más preciados. ¿O acaso alguien puede pensar que si la cuenca carbonífera fuera aurífera, Atanasio PEREZ OSUNA (El Toba) sería interventor de la empresa que explota el yacimiento? Por favor…! Habría allí una multinacional inglesa, obreros extranjeros y toneladas de cianuro.
Robo y enajenación… durante un cuarto de siglo. ¡Acaso se necesita más para llevar al quebranto y la miseria a un Estado pudiente?
Todo lo que vivimos y lo que sufrimos los santacruceños son simples consecuencias de este latrocinio.
Ahora soportamos el tiempo del sinceramiento de una situación que, o más tarde o más temprano, debería estallar frente a las características de un modelo que desde hace 25 años viene encubriendo su corrupción tras espejismos de solvencias.
Los recursos que hoy le faltan a los santacruceños para que coman, se curen, se jubilen o se eduquen no se han esfumado. Simplemente no están donde debieran. No están en Santa Cruz, ni en los santacruceños.
Vaya Dios a saber en qué recónditos bolsillos descansan los 1.200 millones de dólares desaparecidos por Néstor KIRCHNER. Las fabulosas ganancias de las petroleras y las mineras engrosan el patrimonio de magnates extranjeros y –finalmente- en las cuentas de algunos santacruceños privilegiados que cuando KIRCHNER era intendente eran diarieros, lustrabotas y empleados y hoy fulguran en la ostentación y fastuosidad de la riqueza.
Corrupción y mediocridad. El combo de la decadencia.
-¿Esto tiene cura?
-Claro. Honestidad y capacidad.
-¿Así de corto?
-ASÍ DE GRUESO.
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