Servicio de búsqueda personalizada

Búsqueda personalizada

¿Te ayudamos a buscar información?

Google
 

El Día después del 16 de Septiembre de 1955 - por Alberto R. Pringles


El Día después del 16 de Septiembre de 1955!

Alberto R. Pringles
Suboficial Retirado - Fuerza Aérea Argentina
Los Ángeles, California – Alberto.Pringles@Argentinisima.US

Era la 1:30 de la madrugada del día 16 de Septiembre de 1955. Sonó el silbato muy fuerte en la barraca de mi Compañía en la Escuela de Suboficiales de la Fuerza Aérea Argentina, sito en la ciudad de Córdoba.

Siendo mi especialidad en armamentos el Teniente me ordenó estar a cargo de un cañón antiaéreo ubicado sobre un rodado que enganchamos a un camión.

Estaba en ese entonces en el final de mis estudios en la Escuela de Suboficiales y a menos de 90 días para nuestra graduación. No se nos explicó la razón del “Estado de Alerta”, y supusimos que al igual que en otros similares anteriores nuestra Escuela estaba del lado y en defensa del gobierno constitucional del Presidente Perón.

Al amanecer presenciamos un intenso cañoneo por parte del Ejército hacia la Escuela de Infantería. Luego cerca de mediodía nuestra compañía atacó y se apodero de LV2, luego denominada “La Voz de la Libertad”. Ya casi al atardecer nuestra compañía se fue al centro de la ciudad de Córdoba en donde había muchos tumultos y entre ellos una demostración.

Pocos minutos después y para mi sorpresa escuche los primeros gritos desde la otra parte de la Plaza San Martín que vivaban los disparos que un Capitán realizaba y a los gritos de “Mátenlos a todos esos peronistas hijos de p…!”. Allí en ese mismo momento todos comprendimos que nuestra Escuela no estaba defendiendo al gobierno constitucional, por el contrario éramos parte de los rebeldes, y no entendía por qué?

Y esas mismas preguntas se las haría luego por la noche al Tte. Ramírez, después de atrincheramos en las afueras del IAME. “No sé, nosotros nos limitamos a cumplir órdenes”, me decía, pero sus explicaciones no eran para mi muy convincentes!

Mis compañeros más cercanos sabían perfectamente de mis raíces peronistas, de provenir como les decía “de una familia en donde hasta el gato era peronista”. Ellos sabían de mis triunfos como atleta en el Campeonato Infantil Evita en 1950, en donde me coroné Campeón de Capital Federal y Subcampeón Nacional en 64 Metros con vallas. Merced a mi triunfos había sido recibido por Evita en la Residencia de Olivos.

Un peronista que 20 días atrás, el 24 de Agosto recién cumplía 19 años!

En la madrugada del 17 de Septiembre el Teniente Ramírez a los gritos nos ordenó prepararnos para entrar en combate! A lo lejos se veían el perfil de dos bombarderos Avro Lincoln, de la Fuerza Aérea que seguramente venían de la Base Aérea en Villa Reynolds, San Luis y que se dirigían exactamente en nuestra dirección!

Mientras preparaba y ubicaba mi cañón Hispano Suizo de 20 Mm. mi cabeza era un panel de ideas confusas! En pocos segundos más debería tomar la decisión más importante de mi vida! Y era mía, solamente mía!

Nuestro grupo estaba compuesto de 25 a 30 Aspirantes de diversas promociones, todos estaban armados con fusiles Máuser modelo 1905, pistolas calibre 45 y ametralladoras PAM calibre 9 Mm. Yo estaba a cargo del arma más poderosa y seguramente la única efectiva en un fuego antiaéreo! Tenía un cañón Hispano Suizo de 20 Mm., que dispara a razón de 400 disparos por minuto a un alcance de 1500 a 2000 Metros de distancia, con espoleta y un explosivo en cada proyectil!

Los Avro Lincoln son aviones comprados a los ingleses luego de la segunda guerra mundial. Eran grandes, lentos y venían justo para sobrevolar nuestro campamento, volando bajo, a no más de 200/300 Mts. de altura! Eran un blanco perfecto! Había tiempo para apuntar, disparar, corregir la dirección y seguir disparando, sabiendo que un solo proyectil que diera en el blanco era suficiente para derribar cada bombardero a su vez seguramente cargado de bombas! Si, era un blanco perfecto! Muy simple de derribar!

De pronto el Teniente Ramírez ordenó “Fuego, Fuego!” y al unísono todas las armas dispararon hacia los aviones ya sobre nuestras cabezas! Todos cumplieron su orden y dispararon! Todos, menos mi cañón Hispano Suizo el cual permaneció en silencio! El Teniente Ramírez repitió su orden “Fuego, Fuego!”, que todos cumplieron! De mi cañón antiaéreo no salió un solo disparo! Pasaron los Avros y un instante después el Teniente Ramírez ordenó al grupo que me rodearan apuntándome con sus armas! Eran 30 armas de fuego apuntándome!

El Teniente saco su pistola Ballester Molina calibre 45 y la puso contra mi frente! Estaba muy nervioso y me gritaba a pleno pulmón: “Sabe Usted Aspirante Pringles la pena que corresponde por sabotaje y negarse a disparar frente al enemigo”, “Sabe Usted Aspirante lo que ha hecho?” Por supuesto que lo sabía, lo dice el Código de Justicia Militar: “Fusilamiento inmediato frente a un pelotón”! Yo permanecí callado, pero el Teniente seguía gritando y repitiendo lo mismo: “Sabe Usted lo que ha hecho?”.

Estaba enardecido! Y allí en el medio de esos gritos yo también a los gritos le contesté: “Ellos no son mis enemigos, son Oficiales y Suboficiales que están defendiendo a un gobierno legítimo y nosotros no!” “Ellos no son mis enemigos”! y “Yo no soy un asesino”!

El Teniente se puso fuera de sí, de su boca brotaba la saliva por los costados del encono que tenía, su pistola casi tocaba mi frente y se bamboleaba de un lado al otro frente a mis ojos! Mi vida en ese momento no tenía valor alguno! “Aspirante Pringles: Cállese la boca!”, “Le estoy ordenando que se calle la boca”, me seguía repitiendo! Nuestros gritos se cruzaban mientras yo seguía repitiendo “Yo no soy un asesino”! “Ellos no son mis enemigos”! En el ardor de ese intercambio yo no sentía miedo y estaba seguro de lo que yo hacía era lo legal y lo que correspondía hacer!

Ambos gritábamos a la vez! Yo nunca había hecho eso de levantar la voz en la estricta disciplina de nuestra escuela y de respeto a un superior!
De pronto mis camaradas tensos por la situación y al unísono empezaron a gritarme: “Callate Pringles, callate”! Y al final me callé! Fui arrestado y puesto en un calabozo de la Escuela, mientras a través de los guardias me enteraba que se rumoreaba mi fusilamiento como “ejemplo y escarmiento” para el resto de los estudiantes!

Al sexto día de estar detenido me hace llamar un Capitán que estaba ese día de Jefe de Día y a cargo de la seguridad de toda la Escuela. Y allí me pregunta: “Aspirante Pringles, explíqueme que es eso que Usted se negó a disparar frente al enemigo?” A lo que respondí: “Señor, hace pocos meses un Capitán Instructor nos explicó el significado de una “Orden Legal del Servicio”? Y nos decía que para ser “legitima” debía:

A) Ser emanada de un superior asignado “específicamente” por la “superioridad correspondiente”.
B) La “Orden” en si debe ser “legitima”, es decir respetando el Códigos Militar como así la Constitución Nacional”.

“Pero y en este caso, Señor:”, seguí diciendo. “El Teniente Ramírez, no pertenece a mi compañía, por ende no es una autoridad legítima para darme una orden de ese tipo!”.
“Más aun, una orden de derrocar al Presidente y al Gobierno legal es una orden ilegitima, viola la Constitución, los Códigos Militares y tampoco se debe acatar!”
“Finalmente, el Capitán Instructor reemplazante que nos dio esas directivas ese día, fue Usted mismo Señor”!

Así terminé mi respuesta!

El Capitán quedó totalmente sorprendido ante mis palabras y quedo callado por unos momentos. Estaba sentado frente a un escritorio y de pronto se tomó con sus manos la cabeza mientras la meneaba de un lado a otro y me dijo: “Es verdad Aspirante Pringles, yo dije eso”, “Es lo que corresponde y lo puedo volver a repetir y Usted interpretó bien mis instrucciones”! “Pero es también cierto que hoy vivimos un momento que nos sabemos que “está mal” o “está bien”!
“Váyase Aspirante Pringles, Usted queda en Libertad Usted no ha violado ningún reglamento, Usted está libre!”

Vaya fortuna para mí ese día! Cuantas coincidencias? Que se le ocurriera al Capitán llamarme y más aún tener la nobleza de refrendar lo dicho! No, nunca pude recordar el nombre de dicho Capitán, que en una sola oportunidad reemplazo a nuestro oficial instructor militar asignado. Siempre tuve buenos Oficiales y Suboficiales Instructores! La Fuerza Aérea siempre nos dotó de principios férreos de moral y disciplina que siempre respeté. Y estos principios fueron siempre la columna vertebral de mi vida y que procuré transmitir a mis hijos!

¿Por qué traigo estos recuerdos en ocasión de que la Nación recuerda el 60 aniversario de un golpe de estado, de un episodio vergonzoso, anti argentino, basado en “La Razón de la Fuerza”, que originó violencias inusitadas y creó la separación de los argentinos?

Lo hago puesto que es el momento tal vez único y último que me queda para hacerlo. Acabo de cumplir 79 años, y los tripulantes de los Avro Lincoln tendrían entre 5 y 15 años más de edad que la mía, es decir todos entramos en una edad donde la luz al final del túnel es ya muy tenue!

¿Quiénes eran los Oficiales y Suboficiales que integraban la tripulación de dichos Avro Lincoln? Yo nunca lo supe! Y ellos seguramente nunca se enteraron lo cerca que tuvieron de perder su vidas a manos del “Aspirante Pringles!” Me gustaría conocerlos y de lejos o de cerca poder estrecharnos en un abrazo reviviendo hechos muy trágicos en nuestras vidas!

¡Ojala que así sea!

Alberto R. Pringles
Suboficial Retirado, Fuerza Aérea Argentina
Los Ángeles, California

No hay comentarios:

Archivo del blog

¿Cómo puedes vender y cobrar por Internet?

Dineromail, para enviar y recibir dinero via e-mail

Te esperamos!!!!

María Eva Duarte de Perón

María Eva Duarte de Perón

¿te sumas?

El Gral. Perón rodeado de artistas

El Gral. Perón rodeado de artistas
¿Te animás a reconocerlos?

Bush el 11 de septiembre

Bush el 11 de septiembre
The States are under attack

Teatro Argentino

Teatro Argentino
¿Conoce La Plata? Clic en la foto.

Juan Domingo Perón

Juan Domingo Perón