Una manera de echar mas leña al fuego

Unesco son las siglas de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Se fundó el 16 de noviembre de 1945 con el objetivo de contribuir a la paz y a la seguridad en el mundo mediante la educación, la ciencia, la cultura y las comunicaciones. La constitución firmada ese día entró en vigor el 4 de noviembre de 1946, ratificada por veinte países. Cuenta con 195 Estados miembros y 8 Miembros asociados.

La admisión de la Autoridad Palestina en el seno de la Unesco ha sido un error por dos motivos. En primer lugar, la Autoridad Palestina no es todavía una nación independiente y soberana con fronteras reconocidas como lo son las naciones que la integran. La Autoridad Palestina no ha cambiado su estatus. Sigue siendo desde 1994, conforme a los acuerdos de Oslo entre la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y el gobierno de Israel, una organización administrativa autónoma que representa a un grupo de palestinos. Por lo tanto su admisión como miembro con pleno derecho en la Unesco es inadmisible.

En segundo lugar, la admisión de la Autoridad Palestina en el seno de la Unesco, contradice los fines pacíficos que inspiraron la creación de la esa entidad, pues con ello aplica la pena de muerte a las posibilidades de reanudar las conversaciones que conducen a un acuerdo de paz entre los palestinos y el Estado de Israel, con el cual está en continuo conflicto desde hace más de 60 años. La admisión de la Autoridad Palestina como miembro de la Unesco ubicándola dentro de la misma categoría de los estados que la componen, es reconocer a esa entidad como estado soberano, sin esperar que surja de un arreglo de paz con su actual enemigo. Es una medida que estimula la violencia avivando el fuego en lugar de apagarlo. Es una medida que invita a Israel a que actue de la misma manera y tome por su cuenta ciertas actitudes en los territorios, como ser el incremento de las construcciones, el establecimiento de nuevas colonias, hasta incluso la anexión de facto de algunos lugares en litigio. La admisión de la Autoridad Palestina en el seno de la Unesco es una medida que colabora con Mahmud Abbas a crear un estado independiente para los palestinos sin que esté obligado a conceder nada, como lo tendría que estar en caso de sentarse a negociar la paz con Biniamin Netanyahu.

No puede ser que la Unesco no tenga plena conciencia de este error. El ancestral antisemitismo y los intereses materiales aún dominantes y muchas veces demostrados en las instituciones internacionales que se dedican al cuidado la salud, la educación, el arte, la cultura, el orden, la paz y la seguridad en el mundo, siguen influenciando sobre las nobles tareas a las que se han obligado.

Samuel Auerbach.
Natanya, Israel.