Hay que resistir la privatización de la educación

Por: Gustavo Mendoza Lemus
Viernes, 22 de Junio de 2007

El catedrático de la Universidad de Buenos Aires, Carlos Cullen, afirmó: “hay que resistir con inteligencia”.
Carlos Cullen

El riesgo de que la educación se vaya convirtiendo en un producto de mercado, el cual solo estará disponible para aquellos que tengan un alto nivel adquisitivo, esta creciendo y es toda una realidad.

El catedrático de la Universidad de Buenos Aires, Carlos Cullen, afirmó: “hay que resistir con inteligencia”.
En el marco del 7ª Congreso Internacional. Retos y expectativas de la Universidad en donde participan las universidades mexicanas que integran la Asociación de Universidades e Institutos de Educación Superior (ANUIES) así como instituciones educativas del extranjero.

Carlos Cullen, doctor en Filosofía por la universidad ya citada, expresó su preocupación por el avance cada vez más rápido de la privatización del conocimiento, donde las universidades públicas se ven cada vez más atentas con los requerimientos de la industria y no con las necesidades de la sociedad.

“Hay una creciente mercantilización de la educación en general y en la educación superior como fenómeno más nuevo porque hasta hace pocos años en países nuestros había un poco de resistencia pero aquí en México fue impresionante todo lo que pasó después de la firma del Nafta (Tratado de Libre Comercio de América del Norte)”, señaló el catedrático Carlos Cullen.

Antes de continuar en el análisis sobre las consecuencias que traería este fenómeno a la educación en México (y en América Latina), Cullen señaló que esta situación de alerta no debe ser tomada como una situación en la que universidades públicas y privadas no puedan coexistir, sin embargo, resaltó que la principal apuesta del Gobierno debe ser su educación pública orientada hacia las necesidades sociales.

El control de la educación y evidente mercantilización viene de un problema más de fondo, el cual radica en la falta de intención de los gobiernos en invertir en la educación superior, pues aún se tiene el planteamiento que invertir en el conocimiento es un gasto más no una inversión.

“La educación se está transformando en un objeto de mercado y se esta sustrayendo del dominio público, éste es el problema de fondo porque esto desnaturaliza el problema de fondo de la investigación porque lo va a sectorizar, lo va a poner dentro de una competitividad además de tener el agravante de que toda investigación de punta necesita muchos recursos frescos que las universidades no tienen”, sentenció el catedrático.

Si se prosigue con este fenómeno, explica Carlos Cullen, la educación se vería envuelta dentro de una lucha sin cuartel entre aquellos que posean la mayor cantidad de recursos.

Por consiguiente, no es difícil imaginar que solo las grandes transnacionales serían las que podrían pagar investigaciones en las universidades que solo convenzan a sus propios intereses.

Haciendo a un lado la capacidad de solvencia de las universidades públicas para la investigación, también hay que tomar en cuenta que el grueso de la población mexicana (y latina) no tiene los recursos para pagar una universidad privada debido a los altos costos que exigen en sus cuotas.

‘El pensamiento crítico es necesario desde niños’

La capacidad de fomentar el pensamiento crítico, desde los primeros pasos en las escuelas de educación básica hasta en las instituciones de educación superior, deberá ser tarea primordial de los académicos.
“Hay que evitar la retirada de la palabra”, sentencia Cullen.

Dentro de su conferencia “Resistir con inteligencia y comprometerse con pasión responsable”, el doctor en filosofía expresa que, no obstante a programas de educación caducos o conservadores, es papel fundamental del maestro fomentar el cuestionamiento y la crítica social en sus alumnos.

“En alguna conferencia una rector de una primaria en Argentina me dijo: ‘los niños no quieren pensar’, en esa ocasión le contesté que si realmente creía esa afirmación mejor se dedicara a otra cosa… después le pedí disculpas pero por eso mismo nombré a esta conferencia ‘resistir con inteligencia’ porque los maestros deben ser los primeros en fomentar la capacidad de crítica en los chicos”, comentó el catedrático.

Pero antes de enseñar a criticar, sostiene Carlos Cullen, hay que leer porque nadie puede criticar algo que no conoce.

Por esto, insistió a los compañeros académicos presentes en la Aula Magna de Colegio Civil a leer mucho, a cuestionarlo todo y, sobre todo, transmitir este sentimiento hacia sus alumnos.

“Por eso insisto en que hay que resistir con inteligencia porque en el fondo creo que el gran argumento de esta situación es que no hay alterna y lo que debe de surgir es todo lo contrario, debe existir una crítica que nos haga pensar en un modelo diferente y en una situación social más justa”, concluyó el catedrático.