(tomado del periodico Liberation. Traducido por Ricardo Gómez Uribe)
El parlamento Cubano – La Asamblea Nacional de Poder Popular – concluyó su sesión en La Habana el 2 de agosto. La economía fue el tema central en las discusiones; los delegados aprobaron una extensa serie de medidas económicas -con sus correspondientes medidas políticas- que se han venido discutiendo a lo largo de Cuba desde noviembre del 2010.
En noviembre se publicó el “Proyecto de lineamientos de política económica y social del partido y la evolución” para su debate nacional antes de su presentación formal ante el Sexto Congreso del Partido Comunista de Cuba en abril de 2011. El proceso de consulta ha continuado desde entonces.
El objetivo de estas propuestas radicales consiste en estimular la economía y aumentar la producción. Algunas medidas ya están siendo implementadas: distribución de tierras para el cultivo; descentralización de algunos servicios del Estado (salones de belleza, peluquerías, vulcanizadoras, taxis, etc.); la reasignación de miles de trabajadores Estatales hacia las áreas de la construcción, enseñanza y agricultura; la reducción -en decenas de miles de trabajadores- del trabajo burocrático estatal. Se han expandido las oportunidades para
el autoempleo y las pequeñas empresas. Aquellos involucrados en esta actividad pagarán impuestos por ingreso y salarios registrados.
Hubo 8.913.838 cubanos debatiendo estos cambios – de una población de 11.5 millones-, quienes participaron en reuniones de trabajo y de vecindario para discutir los Lineamientos. Más de 3 millones de
cubanos aportaron comentarios durante las reuniones.
De los 291 lineamientos originales, se modificaron 181 y se aceptaron 39 nuevos, reuniendo un total de 313 lineamientos. El Presidente cubano Raúl Castro dijo ante la sesión de la Asamblea Nacional:
“Podemos caracterizar con total certeza que los Lineamientos son una expresión de la voluntad del pueblo, contenida en la política del Partido, Gobierno y del Estado, para actualizar el modelo social y económico, con el objetivo de garantizar la irreversibilidad del socialismo, así como el desarrollo económico del país, junto con la necesaria formación de valores éticos y políticos de nuestros ciudadanos."
La situación económica requiere acción.
Factores internos y externos han situado a Cuba en una situación económica precaria que requiere grandes cambios del Partido Comunista y el Gobierno para lograr el crecimiento de la economía. El bloqueo económico impuesto por los Estados Unidos, huracanes, sequías, la volatilidad de mercados y precios de los países capitalistas, así como ineficiencias domésticas, han impactado severamente a la economía cubana.
Desde 1998 hasta el 2008, según el reporte de los Lineamientos, 16 huracanes han causado 20.500.000.000 de dólares en daños. Cuba aún se está recuperando de tres grandes huracanes en el 2008 que provocaron más de $10.000.000.000 de dólares en daños.
Entre 1997 y 2009, los cambios en precios de importación y exportación han costado al país 10.900.000.000. Por ejemplo, el precio internacional de piedra de níquel, la segunda mayor fuente de ingresos en Cuba por exportación, cayó de $50.000 por tonelada hasta entre $9.000 y $10.000 por tonelada en el 2008.
El aumento mundial en los precios de comida ha causado problemas en Cuba, que importa alrededor del 80% de su alimento. El plan original de $1.200.000.000 en importaciones el 2011 tuvo que ser revisado y aumentado a $1.500.000.000 por la misma cantidad de comida, simplemente por cambios de precios. Se espera que la economía crezca 2.9 % este año, y 6 % en la agricultura.
El Periodo Especial
La nueva estrategia económica no es un cambio repentino en la dirección de la revolución socialista cubana. Es una continuación del proceso – si bien más profundo el día de hoy – que Cuba inició en la cúspide del “Periodo Especial” que empezó en los años 90s.
Al principio de ésa década, la Unión Soviética, el principal socio comercial de Cuba, decidió de la noche a la mañana cancelar todo comercio con la nación isleña, justo antes de la caída de la Unión Soviética. Casi el 85 % del comercio de Cuba era hasta entonces con la Unión Soviética y con la Europa Oriental socialista.
Sumergida en las realidades de un mundo dominado por el imperialismo, Cuba requería urgentemente nuevas fuentes de ingresos. Severas carencias de combustible, materias primas y partes de reparación provocaron una caída del 34.5 % en la producción entre 1989 y 1994.
Entre 1992 y 1996 se aprobaron leyes muy agresivas en Estados Unidos para afianzar el bloqueo económico contra la isla.
Las nuevas carencias empujaron a Cuba a adoptar grandes reformas económicas. Antes del Periodo Especial, la mayor parte de la agricultura cubana se organizaba en granjas estatales, que requerían un amplio uso de maquinaria, combustible y otros insumos para ser eficiente y productiva. La mayoría de las granjas estatales se convirtieron en cooperativas, en las cuales la tierra seguía siendo propiedad del estado, pero el producto era propiedad colectiva de los trabajadores. El objetivo era acelerar la producción a través de la
incentiva privada. Este fue un retroceso de la forma más elevada de propiedad socialista que representó la granja estatal, en la cual tanto la tierra como el producto y la “ganancia” (la cual, en una economía planificada se transforma en un excedente social o colectivo) de la agricultura pertenecía a la sociedad por medio del Estado socialista.
La apertura a inversiones extranjeras fue otro paso -aceptado por la dirigencia cubana como necesario- para atraer más recursos al país. Así también lo fue una gran expansión en la industria del turismo. Muchos hoteles nuevos surgieron como inversiones conjuntas del Estado con corporaciones extranjeras. La legalización del autoempleo fue necesaria para absorber a los trabajadores despedidos de industrias estatales.
Los dirigentes cubanos explicaron explícitamente que estas medidas no representaron pasos dirigidos a avanzar en la construcción del socialismo, sino que más bien representaban un retroceso táctico con la intención de preservar los principales logros de la revolución.
Mientras millones de personas alrededor del mundo sufren de hambruna y mientras el crecimiento de billonarios se multiplica, la economía racional y planificada de Cuba es capaz de canalizar sus recursos para
el beneficio de todos sus habitantes.
El 26 de Julio de 1993 Fidel Castro explicó la situación de Cuba en medio del Periodo Especial: “Hoy tenemos que defender la patria, la Revolución y los triunfos del socialismo, que es lo mismo que defender
el derecho de seguir construyéndolo en el futuro. Nunca nos resignaremos a renunciar a ello. Esto es lo que queremos decir con “Socialismo o Muerte”. Hoy tenemos que hacer concesiones… Hemos tenido que dividir la isla en el mapa y aceptar tratos internacionales para que compañías extranjeras puedan explorar y perforar… Tendremos que compartir con ellas una parte del petróleo que será extraído. Cuando existía la Unión Soviética, conducíamos la exploración nosotros mismos, perforábamos nosotros, y el petróleo extraído era todo nuestro. Hoy día, en la realidad, la dramática situación por la que pasa el mundo, este mundo unipolar nos obliga a hacer lo que nunca hubiéramos hecho si tuviéramos el capital y la tecnología necesarios.”
Algunos enemigos “izquierdistas” de la Revolución Cubana exclamaron que estos pasos señalaban la “restauración del capitalismo”. Washington no guardó tantas ilusiones, y en ningún momento ha aminorado su intención de ejercer “cambio de régimen”.
Para 1996, la economía comenzó un lento pero constante ascenso. Cuba marcó muchos logros en este camino: índices de salud en constante mejora; decenas de miles de doctores dando su servicio en el
extranjero; salud y educación se mantuvieron gratuitas y de carácter universal; políticas energéticas que ahorraron más de mil millones de dólares; un impresionante modelo de agricultura sustentable; la alianza latinoamericana del ALBA.
La estrategia económica del Periodo Especial no se impuso sobre la población por el Presidente Fidel Castro ni por la Asamblea Nacional. En 1993, parecido como sucede, se crearon 83.000 “parlamentos de
trabajadores” integrados con 1.000.000 de trabajadores; las organizaciones de masas debatían el problema. El pueblo realmente tuvo una voz en cuanto a cómo ahorrar y qué preservar. La supervivencia de Cuba y su recuperación económica solo fueron posibles con conciencia socialista, una fuerte voluntad al sacrificio, y la unidad del pueblo cubano.
El proceso está en camino.
Una Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo de los Lineamientos se ha formado en la Asamblea Nacional. Será su responsabilidad controlar, verificar y coordinar las actividades de todas las entidades involucradas, así como evaluar y hacer ajustes donde sea necesario.
Por ejemplo, el 5 de agosto, como respuesta a quejas de campesinos de que las herramientas de trabajo tenían precios demasiado elevados, se anunció que todas las 1,200 tiendas abastecedoras de herramientas del campo bajarían los precios de 93 productos un 60 %, incluyendo machetes, arados, y latas de leche.
Muchas de las tierras cultivables de Cuba no son utilizadas o son subutilizadas, mientras un 80 % de la comida en Cuba aún es importada. Reemplazar importaciones por productos domésticos a través de una
ampliación en el uso de la tierra es una tarea crucial.
En Julio de 2008, el Decreto de Ley 259 se aprobó, y esto permitió la libre transferencia de tierra a campesinos nuevos y ya establecidos, con términos renovables de 10 años para individuos y de 25 para
cooperativas. Para usuarios primerizos, la parcela de tierra será de hasta 13.42 hectáreas. Para entidades existentes, se darán 40.26 hectáreas. La práctica se denomina “usufructo”: la tierra le pertenece al estado pero el producto al productor.Hasta ahora, unos 2.5 millones de acres de tierra se han otorgado a
143.000 personas, de 171.000 que solicitaron.
Uno de los mayores retos para los productores es la invasiva y odiada hierba “marabú”. Un estimado del 50 % de la tierra está cubierta por esta planta espinosa de raíces profundas de rápido crecimiento que
vuelve a la tierra inútil. Este reportero puede atestiguar lo difícil que es acabar con el marabú, después de cansadas horas de cortarlo junto con otros campesinos.
La expansion del empleo privado
Antes de las nuevas reformas económicas, se suspendió el otorgamiento de permisos para empleo privado, con solo 174.000 personas trabajando como “cuenta-propistas”. Ahora los permisos se han expandido
drásticamente hasta un estimado de 325.000 personas. Se han legalizado un total de 178 tipos de autoempleo.
Los que tienen permisos deben pagar impuestos por nómina si emplean a más personas, así como impuestos sobre sus ganancias. La retroalimentación con el pueblo sugiere que muchos están haciendo grandes esfuerzos para salir "tablas". Por tanto se declaró una suspensión en los impuestos sobre la nómina para el resto del 2011. Otros impuestos se han reducido.
Antes de la nueva política, la ley restringía a los cuentapropistas a emplear únicamente a sus familiares. Ahora se permite la contratación de otros trabajadores. Esto es necesario porque un millón de trabajadores podrían salir del sector Estatal.
Cuando ésta reportera viajó a Cuba en mayo, habló con personas involucradas en restaurantes privados, la renta de cuartos y taxis privados, incluyendo algunos que no habían estado trabajando antes. Ahora el trámite para obtener estos permisos demora una semana aproximadamente.
Caminando por la céntrica calle 23 y otras calles de La Habana, uno puede ver puestos de CDs y DVDs producidos en casa, películas y música, artesanías, así como el surgimiento de nuevos puestos de comida en las casas. Muchas actividades ya existían y operaban sin licencia. Ahora pueden operar legalmente y contribuir a la economía.
Muchas empresas Estatales dejaron de ser sustentables. Salones de belleza, peluquerías, vulcanizadoras, taxis y otros servicios operaron con pérdidas por mucho tiempo. Con recursos extremadamente limitados, el gobierno debe priorizar sus gastos para así garantizar las necesidades más vitales de la población: servicios de salud, educación, comida, producción industrial para obtener bienes de consumo e ingresos en moneda fuerte.
Al abrir el sector de servicios al “usufructo”, donde los trabajadores son dueños del producto y la propiedad permanece en manos del Estado -lo que antes era una derrama- ahora puede representar nuevos ingresos
para el Estado.
Un miembro del Partido Comunista le explicó a esta reportera: "por mucho tiempo, aunque el precio oficial de un corte de pelo en una peluquería del Estado era de 20 centavos, el precio que cobraba realmente el trabajador era más alto, a veces hasta cinco pesos”. El ingreso del Estado era únicamente de 20 centavos, pero al ser propietario, el Estado proveía electricidad y otras utilidades, el local y las herramientas. “Ahora”, dijo el miembro del PCC, “esos trabajadores son responsables de la operación. Deben pagar renta, utilidades e impuestos. Están incentivados en el éxito de la operación y contribuyen al presupuesto del gobierno.
Aunque los trabajadores tienen poder y la riqueza es propiedad común, a veces el trabajador individual no siente esa responsabilidad.” Añadió, “pero la acumulación de Capital, la creación de sucursales, no será permitida. Esto aplica a todos los cuentapropistas.”
Venta de casas
Se ha hecho mucho ruido en los medios estadounidenses del anunciado cambio que permitirá la venta de casas. Hasta ahora, vender inmuebles ha estado prohibido. Lo más que se podía hacer era cambiar una casa o apartamento por otro inmueble, o “permutar”, como se dice en Cuba. La mayoría de las familias cubanas son dueños de su propio hogar. Esto no devino de un exitoso mercado de inmuebles, sino que resultó de los
decretos revolucionarios de 1962 y 62, que convirtieron la oferta de inmuebles en un derecho, un hogar para cada familia.
Pero en cinco décadas desde la revolución, algunas familias terminaron con más de una casa por matrimonios, muertes u otras circunstancias. A veces es difícil resolver “permutas” como un intercambio uno-por-uno; no se permiten pagos para equilibrar el intercambio, ni tampoco la venta de casas. Pero la tenencia aún es limitada a un sólo hogar. Con las nuevas regulaciones, cubanos que viven en el extranjero por largos
periodos ahora pueden rentar sus casas. Se espera que esto resuelva la severa carencia de viviendas"
Las ventas de inmuebles siguen siendo restringidas. Hay poco peligro de que la nueva política de venta de inmuebles convierta los hogares en “inversiones” o lleve a un gran desastre, como las expropiaciones en los Estados Unidos.
La seguridad social y la libreta
La Ley de Seguridad Social se modificó en 2008 y tuvo efecto en el 2009 para modificar los requisitos para el retiro. Por el incremento de edad en la población laboralmente activa, la legislatura aprobó un aumento en la edad de retiro – a ser implementada gradualmente a lo largo de 5 años – a 65 años para los hombres y 60 para las mujeres (de 60 y 55 años, respectivamente). Sin esta modificación, las finanzas del sistema se habrían visto afectadas por los jubilados.
Todo cubano ha tenido derecho al sistema de racionamiento (la libreta) desde los primeros días de la Revolución. Se ha garantizado una canasta básica alimenticia de elementos básicos a un precio que no ha
sido cambiado a través de los años. Sin embargo, ha sido subsidiada en gran proporción por el gobierno y esto ya es insostenible. Algunos elementos se han ido retirando gradualmente, se plantea que en algún
momento se termine con la libreta.
La anunciada terminación gradual del sistema de racionamiento ha causado una gran polémica, con opiniones a favor y en contra. “No se le ocurriría a nadie en la dirección de este país terminar ese sistema repentinamente, sin antes crear las condiciones debidas. Esto implica llevar a cabo otras transformaciones en el modelo Económico con el objetivo de incrementar la eficiencia y la productividad del trabajo, de tal manera que se pueda garantizar la estabilidad en los niveles de producción y oferta de productos y servicios básicos a precios no subsidiados, y que al mismo tiempo sean accesibles a todos los ciudadanos. … En Cuba, bajo el socialismo nunca habrá lugar para terapias del shock. …”
Mientras millones de personas en el mundo sufren hambruna, mientras se multiplica el crecimiento de billonarios, la economía razonada y planificada de Cuba es capaz de canalizar sus recursos para el bien de
todo el pueblo.
En los Estados Unidos, las guerras genocidas continúan sin ser frenadas mientras millones pierden sus empleos y hogares, y los banqueros millonarios toman las decisiones más fuertes con tal de asegurar sus ganancias. En contraste, los debates y el proceso alrededor de la economía y sociedad cubanas dejan en claro que es el pueblo de Cuba quien está en el poder.
incentiva privada. Este fue un retroceso de la forma más elevada de propiedad socialista que representó la granja estatal, en la cual tanto la tierra como el producto y la “ganancia” (la cual, en una economía planificada se transforma en un excedente social o colectivo) de la agricultura pertenecía a la sociedad por medio del Estado socialista.
La apertura a inversiones extranjeras fue otro paso -aceptado por la dirigencia cubana como necesario- para atraer más recursos al país. Así también lo fue una gran expansión en la industria del turismo. Muchos hoteles nuevos surgieron como inversiones conjuntas del Estado con corporaciones extranjeras. La legalización del autoempleo fue necesaria para absorber a los trabajadores despedidos de industrias estatales.
Los dirigentes cubanos explicaron explícitamente que estas medidas no representaron pasos dirigidos a avanzar en la construcción del socialismo, sino que más bien representaban un retroceso táctico con la intención de preservar los principales logros de la revolución.
Mientras millones de personas alrededor del mundo sufren de hambruna y mientras el crecimiento de billonarios se multiplica, la economía racional y planificada de Cuba es capaz de canalizar sus recursos para
el beneficio de todos sus habitantes.
El 26 de Julio de 1993 Fidel Castro explicó la situación de Cuba en medio del Periodo Especial: “Hoy tenemos que defender la patria, la Revolución y los triunfos del socialismo, que es lo mismo que defender
el derecho de seguir construyéndolo en el futuro. Nunca nos resignaremos a renunciar a ello. Esto es lo que queremos decir con “Socialismo o Muerte”. Hoy tenemos que hacer concesiones… Hemos tenido que dividir la isla en el mapa y aceptar tratos internacionales para que compañías extranjeras puedan explorar y perforar… Tendremos que compartir con ellas una parte del petróleo que será extraído. Cuando existía la Unión Soviética, conducíamos la exploración nosotros mismos, perforábamos nosotros, y el petróleo extraído era todo nuestro. Hoy día, en la realidad, la dramática situación por la que pasa el mundo, este mundo unipolar nos obliga a hacer lo que nunca hubiéramos hecho si tuviéramos el capital y la tecnología necesarios.”
Algunos enemigos “izquierdistas” de la Revolución Cubana exclamaron que estos pasos señalaban la “restauración del capitalismo”. Washington no guardó tantas ilusiones, y en ningún momento ha aminorado su intención de ejercer “cambio de régimen”.
Para 1996, la economía comenzó un lento pero constante ascenso. Cuba marcó muchos logros en este camino: índices de salud en constante mejora; decenas de miles de doctores dando su servicio en el
extranjero; salud y educación se mantuvieron gratuitas y de carácter universal; políticas energéticas que ahorraron más de mil millones de dólares; un impresionante modelo de agricultura sustentable; la alianza latinoamericana del ALBA.
La estrategia económica del Periodo Especial no se impuso sobre la población por el Presidente Fidel Castro ni por la Asamblea Nacional. En 1993, parecido como sucede, se crearon 83.000 “parlamentos de
trabajadores” integrados con 1.000.000 de trabajadores; las organizaciones de masas debatían el problema. El pueblo realmente tuvo una voz en cuanto a cómo ahorrar y qué preservar. La supervivencia de Cuba y su recuperación económica solo fueron posibles con conciencia socialista, una fuerte voluntad al sacrificio, y la unidad del pueblo cubano.
El proceso está en camino.
Una Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo de los Lineamientos se ha formado en la Asamblea Nacional. Será su responsabilidad controlar, verificar y coordinar las actividades de todas las entidades involucradas, así como evaluar y hacer ajustes donde sea necesario.
Por ejemplo, el 5 de agosto, como respuesta a quejas de campesinos de que las herramientas de trabajo tenían precios demasiado elevados, se anunció que todas las 1,200 tiendas abastecedoras de herramientas del campo bajarían los precios de 93 productos un 60 %, incluyendo machetes, arados, y latas de leche.
Muchas de las tierras cultivables de Cuba no son utilizadas o son subutilizadas, mientras un 80 % de la comida en Cuba aún es importada. Reemplazar importaciones por productos domésticos a través de una
ampliación en el uso de la tierra es una tarea crucial.
En Julio de 2008, el Decreto de Ley 259 se aprobó, y esto permitió la libre transferencia de tierra a campesinos nuevos y ya establecidos, con términos renovables de 10 años para individuos y de 25 para
cooperativas. Para usuarios primerizos, la parcela de tierra será de hasta 13.42 hectáreas. Para entidades existentes, se darán 40.26 hectáreas. La práctica se denomina “usufructo”: la tierra le pertenece al estado pero el producto al productor.Hasta ahora, unos 2.5 millones de acres de tierra se han otorgado a
143.000 personas, de 171.000 que solicitaron.
Uno de los mayores retos para los productores es la invasiva y odiada hierba “marabú”. Un estimado del 50 % de la tierra está cubierta por esta planta espinosa de raíces profundas de rápido crecimiento que
vuelve a la tierra inútil. Este reportero puede atestiguar lo difícil que es acabar con el marabú, después de cansadas horas de cortarlo junto con otros campesinos.
La expansion del empleo privado
Antes de las nuevas reformas económicas, se suspendió el otorgamiento de permisos para empleo privado, con solo 174.000 personas trabajando como “cuenta-propistas”. Ahora los permisos se han expandido
drásticamente hasta un estimado de 325.000 personas. Se han legalizado un total de 178 tipos de autoempleo.
Los que tienen permisos deben pagar impuestos por nómina si emplean a más personas, así como impuestos sobre sus ganancias. La retroalimentación con el pueblo sugiere que muchos están haciendo grandes esfuerzos para salir "tablas". Por tanto se declaró una suspensión en los impuestos sobre la nómina para el resto del 2011. Otros impuestos se han reducido.
Antes de la nueva política, la ley restringía a los cuentapropistas a emplear únicamente a sus familiares. Ahora se permite la contratación de otros trabajadores. Esto es necesario porque un millón de trabajadores podrían salir del sector Estatal.
Cuando ésta reportera viajó a Cuba en mayo, habló con personas involucradas en restaurantes privados, la renta de cuartos y taxis privados, incluyendo algunos que no habían estado trabajando antes. Ahora el trámite para obtener estos permisos demora una semana aproximadamente.
Caminando por la céntrica calle 23 y otras calles de La Habana, uno puede ver puestos de CDs y DVDs producidos en casa, películas y música, artesanías, así como el surgimiento de nuevos puestos de comida en las casas. Muchas actividades ya existían y operaban sin licencia. Ahora pueden operar legalmente y contribuir a la economía.
Muchas empresas Estatales dejaron de ser sustentables. Salones de belleza, peluquerías, vulcanizadoras, taxis y otros servicios operaron con pérdidas por mucho tiempo. Con recursos extremadamente limitados, el gobierno debe priorizar sus gastos para así garantizar las necesidades más vitales de la población: servicios de salud, educación, comida, producción industrial para obtener bienes de consumo e ingresos en moneda fuerte.
Al abrir el sector de servicios al “usufructo”, donde los trabajadores son dueños del producto y la propiedad permanece en manos del Estado -lo que antes era una derrama- ahora puede representar nuevos ingresos
para el Estado.
Un miembro del Partido Comunista le explicó a esta reportera: "por mucho tiempo, aunque el precio oficial de un corte de pelo en una peluquería del Estado era de 20 centavos, el precio que cobraba realmente el trabajador era más alto, a veces hasta cinco pesos”. El ingreso del Estado era únicamente de 20 centavos, pero al ser propietario, el Estado proveía electricidad y otras utilidades, el local y las herramientas. “Ahora”, dijo el miembro del PCC, “esos trabajadores son responsables de la operación. Deben pagar renta, utilidades e impuestos. Están incentivados en el éxito de la operación y contribuyen al presupuesto del gobierno.
Aunque los trabajadores tienen poder y la riqueza es propiedad común, a veces el trabajador individual no siente esa responsabilidad.” Añadió, “pero la acumulación de Capital, la creación de sucursales, no será permitida. Esto aplica a todos los cuentapropistas.”
Venta de casas
Se ha hecho mucho ruido en los medios estadounidenses del anunciado cambio que permitirá la venta de casas. Hasta ahora, vender inmuebles ha estado prohibido. Lo más que se podía hacer era cambiar una casa o apartamento por otro inmueble, o “permutar”, como se dice en Cuba. La mayoría de las familias cubanas son dueños de su propio hogar. Esto no devino de un exitoso mercado de inmuebles, sino que resultó de los
decretos revolucionarios de 1962 y 62, que convirtieron la oferta de inmuebles en un derecho, un hogar para cada familia.
Pero en cinco décadas desde la revolución, algunas familias terminaron con más de una casa por matrimonios, muertes u otras circunstancias. A veces es difícil resolver “permutas” como un intercambio uno-por-uno; no se permiten pagos para equilibrar el intercambio, ni tampoco la venta de casas. Pero la tenencia aún es limitada a un sólo hogar. Con las nuevas regulaciones, cubanos que viven en el extranjero por largos
periodos ahora pueden rentar sus casas. Se espera que esto resuelva la severa carencia de viviendas"
Las ventas de inmuebles siguen siendo restringidas. Hay poco peligro de que la nueva política de venta de inmuebles convierta los hogares en “inversiones” o lleve a un gran desastre, como las expropiaciones en los Estados Unidos.
La seguridad social y la libreta
La Ley de Seguridad Social se modificó en 2008 y tuvo efecto en el 2009 para modificar los requisitos para el retiro. Por el incremento de edad en la población laboralmente activa, la legislatura aprobó un aumento en la edad de retiro – a ser implementada gradualmente a lo largo de 5 años – a 65 años para los hombres y 60 para las mujeres (de 60 y 55 años, respectivamente). Sin esta modificación, las finanzas del sistema se habrían visto afectadas por los jubilados.
Todo cubano ha tenido derecho al sistema de racionamiento (la libreta) desde los primeros días de la Revolución. Se ha garantizado una canasta básica alimenticia de elementos básicos a un precio que no ha
sido cambiado a través de los años. Sin embargo, ha sido subsidiada en gran proporción por el gobierno y esto ya es insostenible. Algunos elementos se han ido retirando gradualmente, se plantea que en algún
momento se termine con la libreta.
La anunciada terminación gradual del sistema de racionamiento ha causado una gran polémica, con opiniones a favor y en contra. “No se le ocurriría a nadie en la dirección de este país terminar ese sistema repentinamente, sin antes crear las condiciones debidas. Esto implica llevar a cabo otras transformaciones en el modelo Económico con el objetivo de incrementar la eficiencia y la productividad del trabajo, de tal manera que se pueda garantizar la estabilidad en los niveles de producción y oferta de productos y servicios básicos a precios no subsidiados, y que al mismo tiempo sean accesibles a todos los ciudadanos. … En Cuba, bajo el socialismo nunca habrá lugar para terapias del shock. …”
Mientras millones de personas en el mundo sufren hambruna, mientras se multiplica el crecimiento de billonarios, la economía razonada y planificada de Cuba es capaz de canalizar sus recursos para el bien de
todo el pueblo.
En los Estados Unidos, las guerras genocidas continúan sin ser frenadas mientras millones pierden sus empleos y hogares, y los banqueros millonarios toman las decisiones más fuertes con tal de asegurar sus ganancias. En contraste, los debates y el proceso alrededor de la economía y sociedad cubanas dejan en claro que es el pueblo de Cuba quien está en el poder.
Enviado por Pedro Gellert desde México.
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