TODO LLEGA: EL REGRESO DEL GRAN BONETE
Por Eduardo Juan Salleras 16/05/2011
(Se autoriza su publicación solamente en forma completa y nombrando la fuente)
Escuché y vi días pasados, el discurso de la señora. Ese del que todo el mundo habla, si es así o si actúa.
Con los ojos brillosos por lágrimas retenidas y una voz cortada, di fónica, entre la tristeza y la bronca, a nadie le reprochó los aprietes que está recibiendo.
Digo a nadie porque nadie se dio por aludido…yo señor, no señor.
Por Eduardo Juan Salleras 16/05/2011
(Se autoriza su publicación solamente en forma completa y nombrando la fuente)
Escuché y vi días pasados, el discurso de la señora. Ese del que todo el mundo habla, si es así o si actúa.
Con los ojos brillosos por lágrimas retenidas y una voz cortada, di fónica, entre la tristeza y la bronca, a nadie le reprochó los aprietes que está recibiendo.
Digo a nadie porque nadie se dio por aludido…yo señor, no señor.
Sus queridos acompañantes en esta aventura de poder, están jugando sus últimas fichas en el tablero electoral. Por un lado la señora es compañera trabajadora y por el otro, camarada revolucionaria.
La inmensa mayoría de los habitantes no son ni una cosa ni la otra.
Pero su marido, gustoso de vivir entre enredos, convivía con unos y con otros, cediendo de a poco espacios, que terminaron acorralándolo y ahora a su esposa, compañera camarada, trabajadora y revolucionaria.
Él ya no está, el artista creador de este embrollo de poder, desapareció de la escena; ella quedó sola y todos los acompañantes hasta ahora, quieren quedarse con la viuda, o con el poder que representa, o dueños y señores del espacio que tenían asignado en la distribución que había hecho el extinto.
Parece que la señora cada tanto logra salir de la nebulosa - causada por las adulaciones de su señorío - gracias a su gente más cercana que le dice: ya basta, aquí se termina el juego, y explota en sentimientos que no puede disimular.
No es fácil largar el poder, porque aquí, es sinónimo de impunidad, y a nadie le resulta renunciar a ese privilegio. Más cuando alrededor hay muchos que conviven en la indemnidad, gozando de sus franquicias, solamente aplaudiendo y mirando con amor y admiración, a la señora.
Pero algo grave pasó, deformado por las interminables especulaciones e interpretaciones, como todo en el país, de a poco nos vamos alejando deliberadamente de la verdad.
La gran mayoría cree en que está fingiendo, haciéndose la difícil y enigmática.
Desde aquel misterioso octubre hasta hoy, han pasado cosas…y siguen pasando en lo más íntimo de una familia que abrazó el poder como una meta sublime, pero siente, como sintió el hoy ausente, que se les resbala de entre las manos cuánto más lo ciñen.
Y claro, ella no muere por ser reelecta, lo que sí es un problema, es cómo se sale.
Sorprendida, denunció aprietes, sindicales y de los otros, entendiendo por estos últimos, aquellos que han engordado a sus anchas desde el oficialismo.
Pero señora, UD debería saber que la primera regla de convivencia es: nunca haga a otro lo que no le gusta que le hagan a UD.
Si yo debiera definir el modelo en una palabra sería del “apriete”.
Yo no viví nunca algo así.
UD tiene un secretario que atiende a sus visitantes con un revólver sobre la mesa, y que va a reuniones, a las que toma “de prepo”, y de la misma manera, a los gritos, presiona: “aquí no se vota”.
Hace poco apretaron a las consultoras que daban su propio índice de inflación, multándolas en cifras irrisorias, como a esa gigantesca empresa siderúrgica, que pretenden dominar.
Hasta con el fútbol se metieron, por sobre los contratos firmados, asociando al nuevo emprendimiento a una dirigencia corrupta. Tal es el nivel de expoliación, que ningún relator de los partidos puede nombrar al tiempo adicional o de descuento, con otro término que no sea “recuperado”. Y en sus propagandas nos aprietan a todos los que gustamos del fútbol, con un agobiante proselitismos oficial, violando todas las leyes al respecto.
También sometieron a la opresión a los medios periodísticos que no son de su simpatía; esta vez, como otras tantas, fueron sus socios de ataque los sindicatos, como lo fueron con el tema de los tercereados en los ferrocarriles, ese hecho se cobró una vida.
Y en el tema de la pesca…como en otros hechos, una justicia también sujeta, fue cómplice del apriete.
Se pueden nombrar cantidades de ejemplos, pero vayamos a los de distinto tipo.
Aquella gente que debe ir a los actos, o que son beneficiarios de programas, subsidios u otro tipo de dádivas, viven azuzados por su situación, arrastrándolos a su más baja condición, aunque ahora, previa elecciones, solamente les exigen el voto…nada de trabajo, nada de esfuerzo, para que no noten la presión.
Los que vivimos día a día algún piquete, somos víctimas de aprietes particulares que apremian a toda una sociedad, con el consentimiento del gobierno y la angustia de las leyes.
Vi días pasados cerca del abasto, parar dos combis, de una bajó primero gendarmería y de la otra después, agentes de impositiva. Un circo increíble, que más allá de lo legal, fue una verdadera puesta en escena a los ojos de la gente, amedrentando. Ellos tiene custodia, la comunidad no. Probablemente a la vuelta ocurría un asalto, o a dos cuadras, o a un niño a la salida de la escuela le estaban robando las zapatillas o la mochila.
¿Acaso la inseguridad no es una forma peligrosa de acoso social?
Así vivimos señora el pueblo, todos los días, bajo aprietes permanentes de todo tipo, incluso verbales, cuando sale algún ministro u obsecuente chupamedias, a insultar y a amilanar a todo aquel que no piense como el modelo, como UD, como ellos.
Es incómodo vivir así, ya lo creo, por eso la entiendo cuando con rabia y lágrimas en los ojos se queja de que pretenden apurarla con un cierto tono amenazante. Un verdadero chantaje, de derecha y de izquierda, porque tampoco seamos inocentes en esto.
Y en la televisión pública, esos sinvergüenzas que a la tarde se esfuerzan en ser lo más oficialistas, para justificar su paga, pretendiendo empequeñecer a sus rivales, desde el Estado, provocan con odio a los otros ciudadanos, los que no son como ellos. Vaya discriminación.
Pero ese es el modelo, el que su marido, luego de perder las elecciones legislativas anunció que iba a profundizar. De esto se trataba, intimidar más a la población, desde los más ricos a los más pobres…el problema se presentó en sus socios de reprensión: los sindicatos. Su rey pretende su cetro, lo ha dicho repetidas veces. Es su meta y UD está en el medio.
Señora, todo en la vida llega, como la muerte…pregúntele a su marido.
¿Cuál es el objetivo? ¿Tendrán temor ahora los atemorizadores?
De qué se quejan, si el que a apriete mata a apriete muere.
Nadie fue, nadie es, interpretaciones mediante, ¡viva el gran bonete!
EJS
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