A partir de anoche, el centro de gravedad de la oposición se trasladó a Hermes Binner, que ayer consiguió que su delfín Antonio Bonfatti ganara la primaria santafesina para gobernador. Si aquél decide ahora postularse para Presidente encabezando un frente de centro izquierda, produciría múltiples efectos. Para empezar, el proceso electoral argentino se anotaría un récord, porque las tres fuerzas políticas más importantes -el kirchnerismo, la UCR y el frente con Binner, Stolbizer, Solanas y Juez- se inscribirían en la centro izquierda. A esta extraña situación se le agregaría otra: que nuevamente habría multiplicidad de presidenciables, contando a CFK, Alfonsín, Duhalde, Rodríguez Saá, Carrió y ahora tal vez Binner.
En este punto aparecen los interrogantes. ¿La candidatura de Binner perjudicaría más a la UCR o al kirchnerismo? Se puede especular con cualquiera de las dos posibilidades y hasta con una tercera, que Binner les reste votos a ambos. Para CFK, una baja de 4 ó 5 puntos podría impedirle alcanzar el 40% necesario para evitar la temida segunda vuelta y también aumentaría las posibilidades de que Pino Solanas gane en la elección porteña. Ésta sería tal vez la clave para entender la candidatura presidencial de Binner: tener la llave para definir la segunda vuelta, convirtiéndose en el aliado más preciado de la Casa Rosada.
Múltiples efectos
Para Alfonsín, si Binner decide continuar siendo aliado suyo, los problemas pueden ser tan graves como si se aleja. Potenciado por su victoria, el gobernador santafesino, como virtual vice de Alfonsín, está ahora en condiciones e impugnar más a fondo el acuerdo en gestación entre aquél y De Narváez. Margarita Stolbizer, aliada de Binner, es la piedra de la discordia. Concretamente, el GEN aspira a varios lugares en la lista de diputados nacionales y coincide con Miguel Bazze y otros dirigentes radicales en negarle a De Narváez participación en dicha lista. Anticipando el mal clima entre socialistas y radicales en la anotación de las alianzas porteñas, el socialismo le dio la espalda a la UCR y se sumó a Proyecto Sur. Silvana Giudici terminó entonces llevando también una lista de diputados y comunas que responde a De Narváez.
En el inestable campo del peronismo disidente ya se tejen hipótesis. Por ejemplo, que si Alfonsín cede ante las presiones de Binner, De Narváez estudiaría el plan B, o sea, recomponer sus relaciones con Mauricio Macri y reconstruir una alianza para ganar la gobernación, aunque esto no resolvería la carencia de un presidenciable. Es que De Narváez podría volver a Macri y Solá, pero es altamente improbable que esto incluya a Eduardo Duhalde. En este juego contra reloj, el ex presidente apostaría a que una hipotética ruptura entre Alfonsín y De Narváez termine favoreciéndolo, sea porque éste revea su postura y negocie con él o porque la crisis haga resurgir el duhaldismo.
A todo esto, Macri busca una salida nacional que no le cueste un voto en Capital. Ayer se mostró en Santa Fe festejando el 15% de votos obtenido por Miguel del Sel. Los resultados de Santa Fe también pueden influir en la elección porteña, ya que si Binner decide lanzarse para Presidente y hace campaña junto a Pino Solanas, éste mejoraría su posicionamiento para llegar a la segunda vuelta. Para el macrismo esto sería lo deseable, porque los consultores coinciden en que Macri le ganaría el ballotage mucho más fácilmente a Solanas que a Filmus.
Mayo 23 de 2011
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