Panorama actual - Junio 2011 - por el Lic Ricardo Auer

PANORAMA ACTUAL 

Junio 2011
Lic. Ricardo Auer

Enviado por H C Renés
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1. Está finalizando el ordenamiento de los espacios políticos que competirán en las próximas elecciones presidenciales. Se puede hacer un análisis del tablero electoral sobre una base ideológica, pero también desde un ángulo metodológico, en base a la agenda de la gente.

2. Desde lo ideológico y a la izquierda de su centro teórico, estará el Frente Progresista encabezado por Binner y Stolbizer, junto con “Pino” Solanas, Juez y la CTA de DeGennaro. Corriéndonos hacia la derecha nos encontramos tanto con el FpV - Frente para la Victoria (el amplio espectro del oficialismo) y con la UCR (ahora unida a De Narvaez en lo estrictamente Pcia. de Buenos Aires), compitiendo todos ellos a ver quién es más “progresista” y “democrático”. A partir de allí encontramos a la Unión Popular de Duhalde (peronismo disidente o tradicional) y más allá al PRO y otros espacios de centro derecha.

3. Pareciera que ese amplio espectro de visiones ideológicas garantizaría buenos debates sobre el futuro nacional. Lamentablemente no será así, ya que en los últimos tiempos la democracia actual, que no era más que una forma o metodología de gobierno (como la monarquía, la república, el parlamentarismo, la dictadura), se ha transformado en una “ideología del centrismo”, sin ofrecer propuestas alternativas reales: ser “centrista” es ser demócrata; ser demócrata es ser “centrista”; los demás son “extremos” a los que hay que “combatir”. Esta pseudo-democracia, convertida en un fin en sí mismo, termina anulando el sano debate de ideas, que es el único camino democrático para ofrecer soluciones a la “agenda o problemas de la gente”. Por la imposición mediática del “centrismo para todos”, cae la participación popular en la política, y todo se cocina dentro del seno de las oligarquías partidarias, obviamente de apariencia “centristas”. La simulación centrista o pseudo-democrática, hace que el poder real detrás del trono, continúe manejando los hilos importantes.

4. Salvo la izquierda que se identifica como tal (PO, PST, y otros), nadie asume su rol ideológico. La derecha (democrática) parece tener mala prensa en Argentina, a diferencia de lo que ocurre en toda Europa (donde, desde hace mas de dos años, la socialdemocracia cae sistemáticamente) ó en Chile, Perú, Brasil, Colombia. En la Argentina todos son centristas; o peor aún, todos quieren contener dentro de sus fuerzas a elementos de centroderecha y de centroizquierda, creyendo (o haciéndonos creer) que la mezcla los neutraliza o compensa mutuamente y con ello suman más votos, pues captan a unos y otros.

5. En la lógica de la “compensación ideológica” las resoluciones de los conflictos quedan a cargo del “líder” (la conducción); es decir, siempre son en su propio beneficio y no de las ideas o de los intereses sectoriales. Los problemas comienzan a aflorar cuando el líder no es tal ó al menos no es más que una resultante temporaria de fuerzas que “chocan” entre sí por debajo de él, y que “negocian” (a veces de manera ruda) con su “líder”. Ese “equilibrio” de fuerzas antagónicas mantienen a flote al “líder”, quien poco aporta al debate de ideas o a la solución de los conflictos reales. Es un “equilibrio” tipo Guerra Fría, donde cada lado trata de avanzar, ocupando posiciones de poder. Con tanto fragor posicional, nadie tiene ganas o tiempo de ocuparse de los temas cotidianos de la gente.

6. Tal es el caso actual, donde el equilibrio en la mesa grande es una incertidumbre continua. Es que todos tallan fuerte y se sostienen por la búsqueda de la “victoria”, que les permitirá seguir manteniendo los beneficios y las prebendas actuales.

7. Como dice Alberto Buela, en nuestras actuales democracias los gobernantes y sus partidos, solo piensan en la conservación de su poder con la reelección y la reelección de la reelección. Esto es lo que técnicamente se llama cratolocracia, el gobierno por y para el poder por los beneficios enormes en riqueza y honores que otorga a quienes lo ejercen.

8. Sumando al FpV kirchnerista, nos han presentado ahora un nuevo “Frente para la Victoria II”, o nuevo “Frente del Queso II”, con tanto hambre como el FpV I. Nos referimos a la UCR mezclada con De Narvaez, quién ahora reivindica la política de DDHH de Alfonsín y de Néstor Kirchner (¿?), al que se ha sumado Javier Gónzalez Fraga (JGF), que siendo un excelente economista, se pone a defender (sin bases investigativas firmes) a la Fundación de las Madres de Hebe de Bonafini , porque queda bien con la posición “centrista”.

9. El caso de JGF es un ejemplo de la mala asignación de los recursos. No me refiero a los económicos, que tanto se dilapidan y se mal invierten. Se trata de un caso de malversación de talento, de capacidades, problema muy común en la gestión gubernamental, ya que muchos cargos son ocupados por gente poco idónea con las tareas a su cargo. JGF se parece más un buen Jefe de Gabinete o un Ministro de Economía, que a uno que toque la campana del Senado, donde hace falta mucho oficio y capacidad de rosca. Uno tiene derecho a preguntrase si la UCR no está simulando con JGF, poque en el teórico caso que gane, tal vez nos termine poniendo a Brodersohn o a Sourrielle en el Ministerio de Economía y a Dante Caputo en la Cancillería.

10. La democracia argentina, (salvada por el boom de la soja que compran los chinos), se basa únicamente en la legitimación de origen: las elecciones. Una vez que se gana, pareciera haber “manos libres” para hacer y deshacer a gusto. Es interesante comparar con el modelo chino, que entre otras características que pueden analizarse, no le dan tanta importancia a las elecciones (de hecho hay partido único que eligen a quiénes ocuparán los cargos más estratégicos) sino a la legitimación por la gestión.

11. Se la denomina la política del buen gobierno. La legitimidad de un gobierno (a cualquier nivel) no viene dado por la elección original de autoridades, sino a través del buen gobierno a largo plazo. La presión social ha acompañado siempre al proceso de la administración en el modelo político chino. Proceso de toma de decisiones donde se discute mucho en amplias capas (cebolla) y durante mucho tiempo, sobre los temas prácticos que interesan a todo el pueblo o región. Esta “legitimación permanente” pone una enorme presión continua sobre el gobierno; de tal forma que el funcionario tiene que asumir la responsabilidad de sus actos y de todos los problemas sociales o perder su legitimidad política.

12. Cada funcionario, sea un intendente, un administrador de fábrica, un diputado, un gobernador, un miembro del partido, un ministro, o inclusive los integrantes del Comité Central, deben responder por su eficiencia en la tarea asignada. Los estamentos inferiores pueden reclamarles cualquier tema y los funcionarios están obligados social y políticamente a resolverlos.Recientemente hubo una concentración o piquete de camioneros en Shangai por la alta inflación y el aumento del valor del combustible. Y el gobierno tuvo que acceder a los reclamos.

13. Aquí las contradicciones son evidentes. La política pseudo-democrática se ocupa en entretenernos con temas que afectan a unos pocos, mientras los derechos de las mayorías son olvidados y la gran diferenciación social, sigue tan rampante como siempre.

14. La ideología de los falsos DDHH individuales se ocupa del matrimonio gay o del aborto (efecto), pero no de la prostitución infantil derivada de la exclusión social (la causa); es decir de la escolaridad obligatoria o de las fuentes de trabajo normales; protegemos a los glaciares … en el Congreso, pero las mineras (y sus socios gobernadores) siguen contaminado con cianuro las pocas aguas que hay en las montañas; queremos ciudades libres de humo de tabaco, pero no hacemos nada para atajar el enorme avance del consumo de droga, especialmente entre los jóvenes; declamamos contra el “gatillo fácil” policial, pero las instituciones no les proveen ni del chaleco antibalas que tienen que comprárselo de su bolsillo; pedimos mas control de la criminalidad, pero si alguno comete un error profesional es condenado mediáticamente, antes que por un juez; y hasta algunos justifican no criminalizar algunos actos porque serazona que la culpa no la tiene el criminal sino su entorno: el hogar paterno, la sociedad, el consumismo, los medios. Con ese criterio el delito desaparece, ya que no hay criminales sino pacientes a tratar. Al no haber responsabilidad de sus propios actos, todo se reduce a tratarlos como destinatarios de la asistencia social. De lo que se trata en verdad es que se deben atacar las causas de los problemas y no sólo algunos de sus efectos.

15. Hay un manejo falaz con los DDHH, convertido en un instrumento político de cooptación y de venganza política. Le doy dinero a algunas “Madres” (a Bonafini, pero no a Cortiñas) pero no a Caritas (para atacar a la Madre Iglesia católica). El principio de la defensa de los DDHH debe ser para todos, atemporal y sin exclusiones.

16. La justicia distorsionada es otro síntoma del “democratismo centrista”: se denuncia mucho, pero se castiga poco. Especialmente visible es el manejo político persecutorio de los enemigos o adversarios del gobierno, donde ni se cumplen las más elementales normas del derecho. Del mismo modo se manipulan expedientes para cajonearlos o directamente favorecerlos con “cosa juzgada” cuando se trata del oficialismo. Una justicia corrupta o muy distorsionada equivale en principio a un estado antidemocrático, casi dictatorial.

17. Finalmente se habla de la existencia de la “libertad de expresión”, falacia consistente en que por más que se hable, nadie se inmuta y no hay sanciones, ni legales, ni sociales ni políticas. Por mucho menos que aquí, en Brasil, tuvo que renunciar el equivalente al Jefe de Gabinete. En Europa o EEUU, los funcionarios dimiten ante cualquier escándalo, aunque la justicia no los haya condenado. La excesiva tolerancia de la sociedad es la responsable de estas tropelías.

18. La política de simulación, escondida detrás del “democratismo centrista”, tampoco se ocupa de los grandes temas estratégicos y especula que ante una gran crisis, el país seguirá endeudándose para resolver cada problema coyuntural. Un ejemplo de ello es que las ganancias de YPF van totalmente a sus accionistas en lugar de ser invertidas en la exploración que nos permita mantener reservas. Pero a Siderar se le quiere aplicar un concepto opuesto.

19. Es probable que no puedan debatirse estos conceptos en la próxima contienda electoral, porque nuevamente el marketing político nos mostrará la cara buena de cada grupo político. De eso ya estamos hartos. Lo deseable es mostrar que hay ideas distintas para confrontarlas y sacar conclusiones para resolver los problemas reales, evitando, como dijo San Martín, que se faltara el respeto al “sagrado derecho de las gentes”.