“La Argentina está transitando por tiempos muy duros, en los que día a día a sus habitantes se nos van quitando cada vez más derechos y estamos quedando totalmente aislados del mundo, mientras la oposición se diluye y pierde fuerza”
(Juan Bautista Alberdi)
Vive ya desesperao
Quien no tiene que esperar;
A lo que no ha de durar
Ningún cariño se cobre;
Alegrías en un pobre
Son anuncios de pesar.
Yo no sé lo que vendrá:
Tampoco soy adivino;
Pero firme en mi camino
Hasta el fin he de seguir:
Todos tienen que cumplir
con la ley de su destino.
(José Hernández)
En momentos como los actuales, en donde lo que abunda son los favores políticos, los manejos arbitrarios, las figuras delictivas, la improvisación en la “Profundización del modelo”, No hacer nada, no es una medida acertada.
Algunos indicadores psicosociales que van precipitando la disarquía existente, SOLO ALGUNOS.
1. Sobran agravios y faltan propuestas. Oímos en estos días discursos nada edificantes pronunciados desde oficialismo tales como el autoelgio, la permanente descarga de rencores y odios contra todo lo que se haya opuesto o se oponga a sus proyectos “progresistas” o a sus simpatías ideo política. ¿Autocrítica?, ninguna. Los desajustes en el sistema económico (crisis, desocupación, pobreza, lockout, dumping, monopolio y oligopolios, mercado negro, agio, usura, etcétera) están generando disrupción funcional entre el Estado y el cuerpo social que gobierna.
2. Convicción en sectores empresariales de que sus oportunidades para mejorar financieramente se ven indebidamente limitadas por medidas gubernamentales.
Existe una presión tributaria descontrolada (fiesta impositiva la llamaría yo). La estructura industrial pese al fuerte crecimiento que exterioriza (la industria automotriz es el sector que mayor crecimiento registra), luce desarticulada (ver el Merval) razón por la cual estimo que la meneada sustitución de las importaciones es hoy una mera declamación. No habrá sustitución, tendremos falta.
3. Deseos en grupos sociales de aliviar la carga tributaria de un régimen administrativo considerado ineficiente o injusto.
La voracidad impositiva de la Nación, las provincias y los municipios se vuelve asfixiante para el contribuyente, provocando una pugna irreconciliable y violenta entre los distintos sectores afectados, que exacerba antagonismos preexistentes, agota la confianza y quiebra la cooperación institucional, llevando a la sociedad a grados insoportables de tensión y a estadios de creciente fricción, mientras el crédito social se va agotando, porque el reintegro que el Estado hace a la ciudadanía por los impuestos cobrados, en materia seguridad, educación, salud y transporte público, no satisface para nada
4. Vulneración permanente de los moldes tradicionales.
Todos los indicadores psicosociales resaltan en nuestro país una situación de “SOCIEDAD ANÓMICA” y de conducta individual anómica.
La anomia existente en nuestro cuerpo social esta contaminando y debilitando las raíces de nuestra democracia impactando prevalentemente en las clases media y baja traduciéndose en ansiedad, tensión, desorganización de las relaciones del grupo primario, junto a una marcada y manifiesta sensación de desasosiego.
5. Los problemas que acosan hoy al país son ciertamente graves, pero el futuro que estos problemas presagian, lo son más, en virtud de que la sola dinámica de la desorganización social, nos está indicando los pródromos de una altamente probable disociación (descohesión social, antagonismos políticos irreductibles, incrementos meteóricos de comportamientos colectivos patológicos y hasta cuestionamientos de los mismos fundamentos federativos de la integridad geopolítica de la nación).
6. Cuando no hay seguridad jurídica alguna, ¿quién se anima a censurar hechos como los sex departamentos o departamentos de citas del “inocente” Zaffaroni, Juez de la Suprema Corte de Justicia; las casas para todos de las Madres de Plaza de Mayo; la valijagate de Antonini Wilson; Skanka; los subsidios incontrolados, las villas en donde “latinoamérica se une” en condiciones infrahumanas; miles de personas viven de los “planes”, subsidios y “ayudas” estatales sin educación, ni trabajo estable, marginados en una sociedad “productiva y progresista” (así estamos generando “productores de ciencia”); el narcotráfico, como los haberes de los políticos y la inflación siguen creciendo tanto o más que el "lavado" de Lázaro Baez; cada vez más funcionarios gubernamentales y sindicalistas son sospechados de manejarse al margen de la legitimidad y la honradez, etc., etc., etc.
7. La regla de juego es que no haya reglas, que todo se transgreda, para que la ciudadanía pueda ser acechada tanto por la delincuencia común como por la instalada en el Estado. A la incapacidad se unió la impudicia.
8. Masividad o calidad educativa. Cuando la tecnología asombra al mundo y deja espacio para nuevos desarrollos, lo más importante es estar consciente de lo que se sabe, que no se sabe, pero más aún de lo que ignoramos y debiera saberse, que tampoco lo sabemos, porque la postura ideológica oficial impide hallar alguna solución a este triste diagnóstico de indigencia educativa en donde uno de cada 10 chicos abandonan el secundario y la mitad de los escolarizados no comprende lo que lee, y es lógico que esto ocurra si a 8 de cada 10 docentes les falta formación (solo el 20% se formó en la universidad y recibió capacitación pedagógica). No alcanza con “el proyecto popular” que exige que los niños vayan a la escuela si no reciben un verdadero aprendizaje que mejore el rendimiento de los estudiantes. ¿190 días de clases, dígame dónde?
9. Resentimiento en sectores de las clases medias al percibir que su situación socioeconómica no concuerda con el autoconcepto de la valía que ellas tienen en sí mismas.
En la actualidad persisten las desigualdades de oportunidades educativas y la inclusión continúa siendo solo una expresión de deseos. El deterioro de la calidad de la educación está reforzando la persistencia de los niveles de pobreza que se asoman en las dificultades del acceso a una educación inclusiva; a una vivienda digna; al cuidado de la salud; al gas, cloacas y agua por red para todos.
10. Percepción de sectores importantes de la población de situaciones de privación.
Existe un manifiesto desorden en las retribuciones estatales. ¿Usted cree que no?, compare las retribuciones que reciben los empleados de subterráneos, los de la AFIP, los de la Justicia, los de Aerolíneas Argentinas o nuestros legisladores, por ejemplo, con lo que perciben los profesionales de la salud, los docentes, los militares y gendarmes o la policía por citar solo algunos; ¿no están injusta e ilegalmente, en algunos casos, retrasados?, ¿no es esta una prueba evidente que pertenecer tiene sus privilegios…?. Compare las jubilaciones que perciben unos y otros.
11. La impunidad como la inseguridad jurídica siguen ganando terreno.
Las designaciones de jueces se hacen “a dedo”, a base de empeños o influencias políticas, debiendo los magistrados, producido el nombramiento, arrastrar su investidura en las antesalas gubernamentales, oscilando sus fallos por tal razón, entre la abyección y la complicidad (no es necesario retroceder mucho en el tiempo para hallar la prueba de lo que afirmo) razón por la cual el día de mañana habrá que analizar caso por caso el comportamiento de cada uno, y si diera lugar, sentarlos en el banquito para que nada quede impune.
12. Existencia de mitos sociales antagónicos que describen una polarización ideológica en sectores poblacionales.
El programa de destrucción kirchnerista de lo que resta de la Argentina tradicional, junto al cercenamiento de las libertades constitucionales y el derecho de propiedad privada para instaurar un Estado socialista, puede profundizar la actual situación de anomia social la cual conllevará serios riesgos de que la aparición de la violencia venga montada en los conflictos sociales que vienen. ¿Y el Congreso? Allí conviven corruptos, sumisos y obedientes…
Tengo la “sensación” de que proximamente la protesta social elevará sus niveles de violencia en las calles con la intención de reivindicar sus derechos y libertades básicas y a la vez, hacer reflexionar a gobernantes y políticos.
POR ESO ES NECESARIO QUE GENEREMOS EMPATÍA PARA PODER ESCUCHARNOS Y CONECTARNOS CON LOS DEMÁS, porque los límites a nuestra exitosa abogada y presidenta no se los va a poner el congreso sino el contexto social nacional, regional e internacional que viene.
Imagine usted a la Argentina de mañana y compárela con la realidad soñada… No se indigne, ¡piense, razone!, las comparaciones a veces son crueles pero ayudan a ver el horizonte negro con el que vamos a chocar, la Argentina, como occidente está enferma. Párese en un lado o en el otro, pero ¡PARESE! ¡defínase! Porque hay mucho por hacer o no hacer.
En azul y blanco, Hugo Cesar Renés
"Si cada uno de los servidores argentinos se dedica en su cargo a horario y a hacer todos los días algo por el bien de la República sin mostrarse más de lo que es ni menos de lo que pueda ser, la República podrá sentirse satisfecha y confiada, porque sus destinos estarán asegurados". JUAN PERÓN
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En momentos como los actuales, en donde lo que abunda son los favores políticos, los manejos arbitrarios, las figuras delictivas, la improvisación en la “Profundización del modelo”, No hacer nada, no es una medida acertada.
Algunos indicadores psicosociales que van precipitando la disarquía existente, SOLO ALGUNOS.
1. Sobran agravios y faltan propuestas. Oímos en estos días discursos nada edificantes pronunciados desde oficialismo tales como el autoelgio, la permanente descarga de rencores y odios contra todo lo que se haya opuesto o se oponga a sus proyectos “progresistas” o a sus simpatías ideo política. ¿Autocrítica?, ninguna. Los desajustes en el sistema económico (crisis, desocupación, pobreza, lockout, dumping, monopolio y oligopolios, mercado negro, agio, usura, etcétera) están generando disrupción funcional entre el Estado y el cuerpo social que gobierna.
2. Convicción en sectores empresariales de que sus oportunidades para mejorar financieramente se ven indebidamente limitadas por medidas gubernamentales.
Existe una presión tributaria descontrolada (fiesta impositiva la llamaría yo). La estructura industrial pese al fuerte crecimiento que exterioriza (la industria automotriz es el sector que mayor crecimiento registra), luce desarticulada (ver el Merval) razón por la cual estimo que la meneada sustitución de las importaciones es hoy una mera declamación. No habrá sustitución, tendremos falta.
3. Deseos en grupos sociales de aliviar la carga tributaria de un régimen administrativo considerado ineficiente o injusto.
La voracidad impositiva de la Nación, las provincias y los municipios se vuelve asfixiante para el contribuyente, provocando una pugna irreconciliable y violenta entre los distintos sectores afectados, que exacerba antagonismos preexistentes, agota la confianza y quiebra la cooperación institucional, llevando a la sociedad a grados insoportables de tensión y a estadios de creciente fricción, mientras el crédito social se va agotando, porque el reintegro que el Estado hace a la ciudadanía por los impuestos cobrados, en materia seguridad, educación, salud y transporte público, no satisface para nada
4. Vulneración permanente de los moldes tradicionales.
Todos los indicadores psicosociales resaltan en nuestro país una situación de “SOCIEDAD ANÓMICA” y de conducta individual anómica.
La anomia existente en nuestro cuerpo social esta contaminando y debilitando las raíces de nuestra democracia impactando prevalentemente en las clases media y baja traduciéndose en ansiedad, tensión, desorganización de las relaciones del grupo primario, junto a una marcada y manifiesta sensación de desasosiego.
5. Los problemas que acosan hoy al país son ciertamente graves, pero el futuro que estos problemas presagian, lo son más, en virtud de que la sola dinámica de la desorganización social, nos está indicando los pródromos de una altamente probable disociación (descohesión social, antagonismos políticos irreductibles, incrementos meteóricos de comportamientos colectivos patológicos y hasta cuestionamientos de los mismos fundamentos federativos de la integridad geopolítica de la nación).
6. Cuando no hay seguridad jurídica alguna, ¿quién se anima a censurar hechos como los sex departamentos o departamentos de citas del “inocente” Zaffaroni, Juez de la Suprema Corte de Justicia; las casas para todos de las Madres de Plaza de Mayo; la valijagate de Antonini Wilson; Skanka; los subsidios incontrolados, las villas en donde “latinoamérica se une” en condiciones infrahumanas; miles de personas viven de los “planes”, subsidios y “ayudas” estatales sin educación, ni trabajo estable, marginados en una sociedad “productiva y progresista” (así estamos generando “productores de ciencia”); el narcotráfico, como los haberes de los políticos y la inflación siguen creciendo tanto o más que el "lavado" de Lázaro Baez; cada vez más funcionarios gubernamentales y sindicalistas son sospechados de manejarse al margen de la legitimidad y la honradez, etc., etc., etc.
7. La regla de juego es que no haya reglas, que todo se transgreda, para que la ciudadanía pueda ser acechada tanto por la delincuencia común como por la instalada en el Estado. A la incapacidad se unió la impudicia.
8. Masividad o calidad educativa. Cuando la tecnología asombra al mundo y deja espacio para nuevos desarrollos, lo más importante es estar consciente de lo que se sabe, que no se sabe, pero más aún de lo que ignoramos y debiera saberse, que tampoco lo sabemos, porque la postura ideológica oficial impide hallar alguna solución a este triste diagnóstico de indigencia educativa en donde uno de cada 10 chicos abandonan el secundario y la mitad de los escolarizados no comprende lo que lee, y es lógico que esto ocurra si a 8 de cada 10 docentes les falta formación (solo el 20% se formó en la universidad y recibió capacitación pedagógica). No alcanza con “el proyecto popular” que exige que los niños vayan a la escuela si no reciben un verdadero aprendizaje que mejore el rendimiento de los estudiantes. ¿190 días de clases, dígame dónde?
9. Resentimiento en sectores de las clases medias al percibir que su situación socioeconómica no concuerda con el autoconcepto de la valía que ellas tienen en sí mismas.
En la actualidad persisten las desigualdades de oportunidades educativas y la inclusión continúa siendo solo una expresión de deseos. El deterioro de la calidad de la educación está reforzando la persistencia de los niveles de pobreza que se asoman en las dificultades del acceso a una educación inclusiva; a una vivienda digna; al cuidado de la salud; al gas, cloacas y agua por red para todos.
10. Percepción de sectores importantes de la población de situaciones de privación.
Existe un manifiesto desorden en las retribuciones estatales. ¿Usted cree que no?, compare las retribuciones que reciben los empleados de subterráneos, los de la AFIP, los de la Justicia, los de Aerolíneas Argentinas o nuestros legisladores, por ejemplo, con lo que perciben los profesionales de la salud, los docentes, los militares y gendarmes o la policía por citar solo algunos; ¿no están injusta e ilegalmente, en algunos casos, retrasados?, ¿no es esta una prueba evidente que pertenecer tiene sus privilegios…?. Compare las jubilaciones que perciben unos y otros.
11. La impunidad como la inseguridad jurídica siguen ganando terreno.
Las designaciones de jueces se hacen “a dedo”, a base de empeños o influencias políticas, debiendo los magistrados, producido el nombramiento, arrastrar su investidura en las antesalas gubernamentales, oscilando sus fallos por tal razón, entre la abyección y la complicidad (no es necesario retroceder mucho en el tiempo para hallar la prueba de lo que afirmo) razón por la cual el día de mañana habrá que analizar caso por caso el comportamiento de cada uno, y si diera lugar, sentarlos en el banquito para que nada quede impune.
12. Existencia de mitos sociales antagónicos que describen una polarización ideológica en sectores poblacionales.
El programa de destrucción kirchnerista de lo que resta de la Argentina tradicional, junto al cercenamiento de las libertades constitucionales y el derecho de propiedad privada para instaurar un Estado socialista, puede profundizar la actual situación de anomia social la cual conllevará serios riesgos de que la aparición de la violencia venga montada en los conflictos sociales que vienen. ¿Y el Congreso? Allí conviven corruptos, sumisos y obedientes…
Tengo la “sensación” de que proximamente la protesta social elevará sus niveles de violencia en las calles con la intención de reivindicar sus derechos y libertades básicas y a la vez, hacer reflexionar a gobernantes y políticos.
POR ESO ES NECESARIO QUE GENEREMOS EMPATÍA PARA PODER ESCUCHARNOS Y CONECTARNOS CON LOS DEMÁS, porque los límites a nuestra exitosa abogada y presidenta no se los va a poner el congreso sino el contexto social nacional, regional e internacional que viene.
Imagine usted a la Argentina de mañana y compárela con la realidad soñada… No se indigne, ¡piense, razone!, las comparaciones a veces son crueles pero ayudan a ver el horizonte negro con el que vamos a chocar, la Argentina, como occidente está enferma. Párese en un lado o en el otro, pero ¡PARESE! ¡defínase! Porque hay mucho por hacer o no hacer.
En azul y blanco, Hugo Cesar Renés
"Si cada uno de los servidores argentinos se dedica en su cargo a horario y a hacer todos los días algo por el bien de la República sin mostrarse más de lo que es ni menos de lo que pueda ser, la República podrá sentirse satisfecha y confiada, porque sus destinos estarán asegurados". JUAN PERÓN
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