A las palabras de condena a Israel que pronunció el músico judío Daniel Barenboim, se suma la declaración emitida por la cancillería argentina, encabezada por el canciller también judío Hector Timerman, que dice: ”El Gobierno condena el uso desproporcionado y excesivo de la fuerza militar por parte de Israel". Por supuesto, no son las únicas condenas a Israel que se oyen actualmente.
A esa gente le irrita los guarismos que delatan la superioridad asombrosa de víctimas que presenta Hamas, su preferido, en la guerra defensiva que sostiene Israel contra su agresor. Le molesta, no puede tolerar ver el 7 a 1 del mundial trasladado al Oriente Medio. En compensación, emite declaraciones condenando a Israel. Lamentablemente, Israel no puede hacer nada para evitar su malestar, aunque lo siga repudiando hasta ponerse ronca.
Los que tales declaraciones emiten, no quieren ver que los que aumentan fuertemente el número de víctimas, son los propios dirigentes de Hamas, a quienes no les interesa proteger a su pueblo. No quieren ver que quien en realidad los protege, paradógicamente es Israel que les advierte por todos los medios disponibles, la proximidad de un ataque. ¿No saben acaso los que censuran a Israel, que Hamas pone a su pueblo como carne de cañón al frente de sus arsenales, a los cuales atemorizado está obligado a proteger?. Tampoco quieren saber que los terroristas de Gaza se resguardan detrás de niños y adolescentes mientras disparan en las calles con sus fusiles. Los que censuran a Israel ¿acaso no saben que Hamas aprovecha luego sus cadáveres para provocar lástima y simpatía por su causa, y a la vez odio a Israel?,
No veo a qué regla ha faltado Israel en una guerra que libra contra un enemigo que para que suspenda sus bomardeos, exige, nada más ni nada menos, que se mueran todos los israelíes. ¿Cómo se puede criticar a un país por usar excesiva y desproporcionada fuerza militar sobre su enemigo, cuando el único propósito del enemigo es matar a todos su habitantes ahogándolos en el mar?. ¿Cómo se puede censurar a Israel por usar excesiva y desproporcionada fuerza sobre Hamas, cuando Hamas, desde que se hizo del poder en Gaza, no deja de atormentarlo con bombardeos para hacerle la vida imposible?. Y, por último, ¿como se puede reprobar a Israel por usar excesiva y desproporcionada fuerza militar sobre su enemigo, cuando Israel no tuvo éxito todas las veces que usó fuerza militar moderada para silenciar sus mortíferas provocaciones?.
¿Porqué ni Timerman ni Barenboim, ni el resto del mundo con la misma mentalidad, no emitieron declaraciones de condena a Hamas mientras lluvia de misiles provenientes de Gaza, caía sobre el millón de habitantes en el sur de Israel? Si tanto esa gente se apiada por los pueblos que sufren como pretende demostrarlo con su repudio a Israel, ¿porque no hace lo mismo cuando es éste el país que sufre?. ¿Porque esa gente no condena el infierno en que viven los civiles en los tantos otros lugares del mundo? Existe una respuesta a todas estas preguntas. Se la expresa en una sola palabra. Esa palabra es: antisemitismo.
Samuel Auerbach.
Natanya, Israel
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