Documento para analizar (2) - Hugo César Renés

Breve explicación al documento 2

La situación prerevolucionaria.

El cosmopolitismo en los hombres y en las ideas; la disociación de viejos núcleos morales; la indiferencia para con los negocios públicos; el desconocimiento de nuestro propio territorio; la falta de solidaridad nacional; el ansia de riqueza sin escrúpulos (corrupción); el culto de las jerarquías innobles; el desdén por las altas empresas; la falta de pasión en las luchas; la venalidad del sufragio; el individualismo demoledor; el desprecio por los ideales ajenos; la constante simulación y la ironía canalla…, no nos debe permitir ni ser escépticos, ni permanecer silenciosos contemplando el avasallamiento sistemático del ser nacional.

Siendo muy chico me enseñaron en la escuela que la Nación no era una mera acumulación legal de ciudadanos que aspiran a ejercer ciertos derechos, sino un PATRIMONIO COMÚN histórico de lengua, religión, de cultura, de historia de héroes civiles y militares, con un DESTINO COMÚN.
Me enseñaron en la secundaria (educación democrática) que la política era el instrumento más importante para la construcción social. Decía mi profe que la política era el espacio más noble para “luchar” (en la actividad política todos “luchan”, no trabajan…) por la JUSTICIA SOCIAL, la LIBERTAD y el BIEN COMÚN.

Todos esos valores son los que están en juego en el actual momento político del país.

Hoy los argentinos estamos ricos, PERO DE MALOS SÍMBOLOS.
El desarrollo adquirido NO MEDIANTE UNA EVOLUCIÓN CONTINUA, sino por saltos discontinuos, no encuentra sólidos diques de resistencia (aun) ni en la madurez de los individuos, ni en la cultura tradicional.

Por si no bastara el razonamiento para circunscribir esta realidad a sus justos límites, la experiencia los pone de relieve en forma harto elocuente. Más todavía: a menudo el prurito ORGANIZATIVO nos está llevando a un estatismo absorbente y aplastante, mientras que la personalidad de los ciudadanos, incluso de los presuntos favorecidos por esa organización, resultan menoscabada y casi anulada, contribuyéndose así desde el Estado, al gravísimo proceso de despersonalización de su pueblo, origen y punto de partida de la corriente que arrastra al hombre moderno a estados de angustia.

En nuestra democracia del NÚMERO, se le ha quitado en gran parte el rostro y el nombre al ciudadano; en muchas de las más importantes actividades de la vida ha quedado reducido a mero objeto de la sociedad, porque esta a su vez, se ha transformado en un sistema impersonal, en una fría organización de fuerzas
Desgraciadamente no se trata hoy de una hipótesis, pues ya un hecho esta triste realidad.

El Estado tiene sin duda como oficio propio la ordenación de la convivencia social. Pero los que lo invocan continuamente y echan sobre él toda la responsabilidad, lo llevan a la ruina. La conclusión es que de este modo se llega a acabar con toda responsabilidad personal en la cosa pública, o que, cuando alguno hable de deberes, faltas, o de negligencia del Estado, se este refiriendo a deberes y/o faltas de grupos anónimos.

Existe ya un peligro real y perceptible de que, mientras avanza enormemente el dominio o control del Estado, como quiera llamarlo, sobre el pueblo, comienza a perder los hilos esenciales de ese dominio pudiendo ser en breve objeto de múltiples presiones.

La experiencia atestigua efectivamente que donde falta la iniciativa personal de los particulares, HAY TIRANÍA POLÍTICA, pero hay además estancamiento de los sectores económicos destinados a producir sobre todo la gama infinita de bienes de consumo y de servicio; por otro lado, donde falta o ES DEFECTUOSA la debida actuación del Estado, reina el desorden irremediable, abuso de los débiles por parte de los fuertes menos escrupulosos.

Por otra parte el incremento del estatismo en su forma extrema (totalitarismo) anula prácticamente la iniciativa personal de los particulares. Significa lisa y llanamente “tiranía política”; y aunque tal estatismo de cómo resultado de cómo resultado un crecimiento inicial, hasta rápido a voces, de la producción, se trata de un crecimiento inarmónico, ya que suele centrarse, por motivos de potencia y prestigio estatales, en los bienes de capital, con detrimento de los artículos y servicios de consumo…

¿QUÉ VEMOS EN NUESTROS DÍAS CON HARTA FRECUENCIA?

UNA CONCENTRACIÓN HIPERTROFICA DE FUNCIONES EN EL LISTADO NACIONAL, CON LA CONSIGUIENTE ATROFIA DE LAS AUTORIDADES PROVINCIALES Y MUNICIPALES.

Siga sacándole punta al lápiz... que ya falta poco (un documento más).

En azul y blanco,
Hugo Cesar Renés
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