Necesitamos un proyecto nacional

1. La Argentina se encuentra inmersa en un proceso generalizado de decadencia que abarca tanto la faz política, como la económica y social. 

2. La descomposición institucional está atravesando todas las esferas de la cotidianidad, todo lo cual me hace pensar más en una desestructuración de las reglas, que en una situación de anomia, que de hecho existe.
3. La génesis de nuestra crisis radica en la ausencia de una estrategia territorial de desarrollo económico viable. La Argentina es un país "mal unido", para el que urge encontrar respuestas a las graves inequidades territoriales y sociales existentes, para lo cual, lo primero que debemos hacer es institucionalizar al país (las próximas elecciones pueden ser el primer paso).
4. Sin un Estado fuerte (con dirigentes políticos que honren su representación y sus promesas) que controle todas las variables estratégicas del desarrollo, como son: los flujos de capital, los salarios, los precios, las importaciones y exportaciones, los sindicatos, los partidos políticos y la educación, entre otras, la creación de una sociedad más justa y participativa no se logrará.
5. Agrava la situación descripta en 4. el hecho de que en el gobierno nacional haya una interna antropófaga dentro de la cual se pelean por minucias. Ponen lo circunstancial por encima de lo sustancial, discuten nombres, no de proyectos; “retornos”, no responsabilidades laborales, no cuando debieran estar debatiendo lo trascendente para la Nación, no para ellos...
6. Los escándalos que en todos los diarios y medios masivos de comunicación podemos ver, leer o escuchar, informan la desorientación, la inmoralidad ambiente y el relajamiento de las costumbres, demostrándonos que estamos en franco retroceso social, en donde la prosperidad tiene la realidad de una foto amarillenta, aceptado por esta dirigencia gobernante con una indiferencia vergonzosa, explicable sólo en pueblos en franca decadencia.
7. La única forma de optimizar el recurso cada vez más escaso que tiene hoy el asalariado, es reducir los niveles de utilización de los servicios, en algunos casos básicos.

Necesitamos un proyecto común para que nada nos separe de manera permanente y logremos fijar metas políticas, sociales y económicas mínimas y consensuadas.
Sin un proyecto nacional consensuado NADA podrá SER VIABLE.

Moraleja:
No debes anhelar impacientemente el bien futuro
cuando ni el presente está seguro.

Un fuerte abrazo patrio, en azul y blanco, 

Hugo Cesar Renés
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