Usted interprete la realidad descripta y pongale el nombre al país donde cree que esa realidad política está pasando y si puede el nombre de él o la (o ambos) responsable de que eso ocurra y, si quiere, coménteme en que momento del proceso cree que estamos y qué deberíamos hacer para desarrollar aquel viejo “instinto” de grandeza nacional que nos lleve a evitar la autodestrucción y la decadencia del país…
De las leyes relativas a la naturaleza de un Estado despótico
(apretadísima sintesis del libro “Del espíritu de las Leyes” tomo I y II de Montesquieu, ediciones Orbis, S.A. - HYSPAMERICA)
... La naturaleza de un Gobierno republicano consiste en que el pueblo en cuerpo tiene el poder soberano; la de un Gobierno despótico estriba en que gobierna uno solo según su voluntad y capricho.
En un Estado popular la fuerza de las leyes no bastan para ordenar y regular todo, hace falta algo más para que se mantenga y se sostenga: LA VIRTUD POLÍTICA (amor por la patria).
Cuando la virtud deja de existir, la ambición entra en los corazones capaces de recibirla y la codicia se apodera de todos los demás. Los deseos cambian de objeto: lo que antes se amaba, ya no se ama; si se era libre con las leyes, ahora se quiere ser libre contra ellas; cada ciudadano es como un esclavo escapado de la casa de su amo; se llama rigor a lo que antes era máxima; se llama estorbo a lo que era regla; se llama temor a lo que era atención; se llama avaricia a la frugalidad y no al deseo de poseer.
El HONOR, es en un gobierno virtuoso el que pone en movimiento a todas las partes del cuerpo político uniéndolas en la virtud de su propia acción porque tiene sus propias leyes y sus reglas y no sabe doblegarse, porque vive y se potencia allí donde existen leyes seguras y una constitución fija, en un Estado despótico irremediablemente sucumbe, porque el déspota no necesita virtud y para él, el honor es peligroso.
Temiendo que se exponga a la luz del día su estupidez natural, el déspota casi siempre actúa llevado por la cólera o la venganza,necesitando para ello un pueblo tímido, ignorante y abatido y unas fuerzas armadas desarticuladas disponiendo de ellas según su capricho.
Si el déspota no inspira TEMOR para mantener los ánimos abatidos y extinguir (reducir a la nada) hasta el menor sentimiento de ambición en la voluntad general, puede perderlo todo. Por eso, en un gobierno despótico es preciso que la educación sea servil, llenando los corazones de resentimiento y temor (el saber es peligroso y la emulación puede ser funesta) y la libertad individual no exista con suficientes garantías.
Como consecuencia de la naturaleza del poder despótico, el hombre que lo ejerce lo hace ejercer igualmente a uno/a solo/a. El/la déspota es un hombre o mujer a quien sus cinco sentidos le dicen continuamente que él/ella es todo y que los demás no son nada es, naturalmente, ignorante y sensual y, por consiguiente, cuando las cosas del Estado no andan lo suficientemente bien, abandona o amenaza abandonar los negocios del Estado.
En un Gobierno así, en donde se invalida la división de poderes, hay disputas e intrigas entre sus seguidores para ver quién es el primer esclavo.
“Siendo el principio de un Gobierno despótico el miedo, el fin es la tranquilidad, no la paz, es el silencio de las ciudades…” (del libro El Espíritu de las leyes de C. Montesquieu -1689/1755)
Si hay algo que no entendió, dígame qué parte, que yo se lo explico de nuevo.
Un abrazo patriótico en azul y blanco,
Temiendo que se exponga a la luz del día su estupidez natural, el déspota casi siempre actúa llevado por la cólera o la venganza,necesitando para ello un pueblo tímido, ignorante y abatido y unas fuerzas armadas desarticuladas disponiendo de ellas según su capricho.
Si el déspota no inspira TEMOR para mantener los ánimos abatidos y extinguir (reducir a la nada) hasta el menor sentimiento de ambición en la voluntad general, puede perderlo todo. Por eso, en un gobierno despótico es preciso que la educación sea servil, llenando los corazones de resentimiento y temor (el saber es peligroso y la emulación puede ser funesta) y la libertad individual no exista con suficientes garantías.
Como consecuencia de la naturaleza del poder despótico, el hombre que lo ejerce lo hace ejercer igualmente a uno/a solo/a. El/la déspota es un hombre o mujer a quien sus cinco sentidos le dicen continuamente que él/ella es todo y que los demás no son nada es, naturalmente, ignorante y sensual y, por consiguiente, cuando las cosas del Estado no andan lo suficientemente bien, abandona o amenaza abandonar los negocios del Estado.
En un Gobierno así, en donde se invalida la división de poderes, hay disputas e intrigas entre sus seguidores para ver quién es el primer esclavo.
“Siendo el principio de un Gobierno despótico el miedo, el fin es la tranquilidad, no la paz, es el silencio de las ciudades…” (del libro El Espíritu de las leyes de C. Montesquieu -1689/1755)
Si hay algo que no entendió, dígame qué parte, que yo se lo explico de nuevo.
Un abrazo patriótico en azul y blanco,
HUGO CÉSAR RENÉS
(políticamente candidato a nada)
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Imagen: taringa.net
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