A nueve días de la cirugía de tiroides a la que fue sometida la Presidenta, desde el kirchnerismo volvieron a cuestionar ayer la forma en que dirigentes de la oposición y los medios trataron la evolución de la enfermedad. Esa cerrada réplica se produjo un día después de que el Hospital Austral, donde fue intervenida, emitiera un comunicado en el que defendió la decisión de extirpar la glándula y ratificó el diagnóstico de carcinoma papilar que se había registrado en un estudio el diciembre pasado.
La seguidilla de declaraciones de legisladores y referentes oficialistas contrastó con el fuerte hermetismo que envolvió ayer a la Casa Rosada. La jefa del Estado, concisa, dejó un mensaje en el muro de su cuenta de Facebook. "En franca recuperación", sostuvo.
Ella continúa en la quinta de Olivos y, desde allí, se mantiene en comunicación permanente con los ministros para controlar la marcha de la gestión. Si bien su intención previa a la internación era viajar a descansar a El Calafate, es poco probable que se traslade a la villa sureña por recomendación de sus médicos y más cercanos colaboradores.
"Por poco tiene que salir a pedir perdón por no tener cáncer", afirmó el senador Aníbal Fernández. El ex jefe de Gabinete calificó de "demencial" la controversia que se disparó después de que se conociera, tras los últimos estudios histológicos, que la Presidenta no padecía de cáncer, como comunicó el Gobierno el 27 de diciembre pasado. "Escuché una sarta de pelotudeces inconmensurables respecto del problema tiroideo", afirmó a Radio La Red, después de confesar que él mismo padece un trastorno de la glándula.
En la misma línea, el diputado bonaerense José María Díaz Bancalari apuntó, en especial, contra el periodista Nelson Castro por sus sospechas en torno a la operación y al método usado para comunicar el primer diagnóstico. "¿A alguien se le ocurre que le van a extirpar (a la Presidenta) la tiroides porque sí, para simular una enfermedad? A mí me resulta muy doloroso que estas personalidades que tienen algún prestigio en el ámbito que fuere se dediquen a hacer estas cosas que no tienen ningún asidero", replicó el legislador.
La oposición también fue blanco de críticas. "En vez de venir con una propuesta alternativa, ellos están siempre viendo dónde encuentran una cosa para explotar que cause desazón, descreimiento, pérdida de fe", argumentó Díaz Bancalari. Días atrás, algunos de los que mostraron reparos frente al cambio de estatus de la Presidenta fueron el gobernador socialista Hermes Binner y el diputado del Gen Gerardo Millman, que ayer insistió en su postura. "Es el oficialismo el que ha abusado y utilizado la muerte y la enfermedad como campaña de prensa", enfatizó.
Desde Mar del Plata, el gobernador José Luis Gioja destacó la recuperación de la Presidenta y consideró que siempre "ha sabido superar las contingencias que se le han presentado". Hasta el 24 de este mes, la Presidenta tiene licencia médica y es reemplazada por el vicepresidente Amado Boudou . Ayer, reapareció su antecesor en el cargo, Julio Cobos, que también opinó sobre el estado de la salud presidencial. "Por suerte, ya salió de esto. Tiene un problema menos", expresó, al tiempo que desestimó que haya habido algún uso especulativo por parte de la Casa Rosada.
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