¿SERÁ IMPOSIBLE?
Por Eduardo Juan Salleras, 7 de febrero de 2012.-
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Y la charla sobre el bien y el mal siguió un buen rato…
- ¿Sabe qué pasa mi amigo? (arrancó el convaleciente) Ser un buen tipo suena a imbécil, ser un mal tipo suena a pícaro, y pícaro es ser inteligente, e inteligente es ser exitoso…
- O sea, para UD, ¿ser exitoso es ser un mal tipo? (pregunté y respondí también). No creo que sea así, pero, reconozco, no son similares las armas del bueno a las del malo cuando pelean por la misma cosa.
- Claro, siempre hay excepciones, el problema está en cuáles son.
- Hay un gran materialismo metido en la gente, ¿sabe? Por alcanzar lo material no escatiman en poner en juego lo espiritual, o lo moral para aquel que no cree en lo sobrenatural. Fíjese que hoy la gente decide con el bolsillo, no con la mente ni con el corazón, y mucho menos con el alma.
- ¿UD vio eso de la minería a cielo abierto y la contaminación de las corrientes de agua con mercurio y cianuro? (parece tomar el tema como modelo)
- Sí, un poco a la pasada.
- Bueno, tengo una solución al respecto. Aunque primero: ¿Qué está bien y qué está mal? Es el nivel de subversión moral e intelectual, que si bien nos puede confundir o no, por lo menos nos importa un bledo, si por los cursos de agua escurre veneno. Esta es la cuestión, porque consideramos que esa corriente, lo más probable que no la bebamos nosotros y no influiría tampoco en mi éxito o en el andar de mi vida diaria. Denle al César lo que es del César y a mí lo que es mío. Así le va al país… en el que cada uno cuida su quinta, importándole nada el resto…
- Pero, UD dijo que tenía una solución…
- Sí, para qué discutir tanto, embotellemos el agua que sale de las minas, para que se la tomen todos los días aquellos que dicen que no contaminan, que no tiene cianuro: ¡Tómense el agua mientras dure la explotación minera!
- Buena idea, así se aclara el agua turbia: si es buena o si es mala, qué es lo que está bien y qué está mal.
- ¿A UD le parece bien o mal el aumento que se fijó el Congreso?
- Todo depende, si los legisladores lo único que van a hacer es mirar para el costado y recibir órdenes sobre qué tienen que votar, por la luz que gastan ya son caros. Más si no llegan a sesionar 10 veces al año como en el 2011. O sea, que un aumento del 150% es escandaloso. Ahora, si éstos son verdaderos representantes de los ciudadanos, independientes del partido y del señorío político, más aún, si su intervención ayuda al desarrollo del país, o a controlar la corrupción, que no es otra cosa que un asalto a la ciudadanía… o a poner límites a los abusos posibles del poder ejecutivo o crear leyes verdaderamente útiles a los ciudadanos para su prosperidad… así no me preocuparía si cobraran mucho…
- ¿A UD le parece, que deben ganar $ 50.000.- promedio, una sarta de inoperantes, obsecuentes, timoratos, que para lo único que están es para hacer de cómplices, cuando, por ejemplo, en éste hospital falta hasta lo más elemental, me dicen las enfermeras ?... ¿Qué es lo que está bien y qué es lo que está mal?
- Sabe una cosa mi amigo, siempre hay malos… siempre hay buenos, el tema pasa por cuántos son unos y cuántos son los otros, y si a los híbridos los ponemos de un lado o del otro.
- ¿Quiénes son esos híbridos, los que no son ni buenos ni malos, los que no se comprometen con nada y miran a la distancia, pretendiendo que no le lleguen las cosas? Estos son los más y hay un solo lugar dónde ponerlos…
- Se usa mucho la palabra bienestar, ahora, estar bien con lo bueno o con lo malo, esto ya es confuso. La gente se droga para estar bien de acuerdo a su consideración. Se prostituye por lo mismo, y no hablo solamente de aquellos o aquellas que venden su cuerpo por platos de lentejas o por salir un ratito en la TV, sino de esos que, habiendo llenado sus alforjas con el esfuerzo del pueblo, con sudor y con sangre, son incapaces de frenar su avaricia; van corriendo de a poco, la línea de lo tolerable, creando incluso en la conciencia de la gente que lo importante es el “bienestar”: el estar bien cómo sea y con lo que sea. Así nace el principio de la confusión.
- Tiene razón UD, hay tanto para hacer en las conductas de las personas, pero, ¿será todavía posible volver atrás?
- Las herramientas de las buenas prácticas van quedando pequeñas ante la exageración de lo que no corresponde, ni si quiera la justicia está dispuesta a poner las cosas en su lugar: a castigar lo malo y a proteger lo bueno. Tampoco se legisla para ello, ni el Congreso ni las costumbres de la gente marcan límites; el área de confusión es muy grande. ¿Somos los mayores hoy capaces de revertir la situación o debemos solamente contentarnos que las nuevas generaciones lo hagan?
Mi amigo giró su cuerpo en la cama y clavó su vista en la ventana, mirando como una pequeña brisa jugaban con las frágiles ramas de un arbolito y el efecto que el sol hacía con sus sombras. El silencio nos cubrió a ambos, solamente alguna voz fuerte por el pasillo quebraba nuestro congelado pensamiento. Y lo escuche de pronto roncar. ¿Estará buscando aquel sueño del cielo?... ¿Creerá que es imposible revalorizar lo bueno? Y me fui.
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