En el Día Internacional del Trabajo - por Hugo César Renés

“...En estos últimos años los empresarios, los comerciantes y todos aquellos que emplean el trabajo humano han dispuesto de ventajas extraordinarias con respecto a los obreros. Voy a dar un ejemplo: el patrono es un hombre que en su vida ha tenido oportunidad de mejorar sus condiciones intelectuales; y si no lo ha hecho, porque no dispone de inteligencia, ha contado con el dinero suficiente para sugestionar la inteligencia de quien la tiene; y si no fuera suficiente, muchas veces, cuando ha encontrado hombres no muy honrados, que eran los que debían decidir como jueces, los ha sobornado. El obrero, en cambio, ha estado librado a sus propios medios, de por si escasos y rudimentarios; y nunca ha dispuesto de dinero para comprar lo que él no tiene. En consecuencia, los pleitos se han decidido siempre a favor del patrono porque ha tenido siempre la posibilidad de conseguir los favores de la justicia...”
(General Juan Domingo Perón – 4 de agosto de 1944).

Y esto sigue siendo así compañero, porque los apologistas de la “civilización de la productividad” están vendiendo a sus consumidores, “gato por liebre”, porque de lo que se trata en el fondo, no es la productividad, sino la ganancia. La productividad es el medio principal para reducir los costos de la producción que afectan la ganancia, ¿y la justa retribución?.

La ecuación a mayor productividad mayor ingreso o, a mayor producción mayor empleo, en la actualidad no se está cumpliendo, al contrario, los ingresos salariales no están garantizando la reposición del desgaste del trabajador en ese proceso, y las ofertas de empleo, no cubren las expectativas de la masa desocupada.
En el día internacional del trabajo, junto a la convicción que trasunta el verso elegido del Martín Fierro, reafirmo una vez más mi fe inquebrantable en la clase trabajadora, porque es ella la depositaria del honor, las esperanzas de la Nación y la segura conquistadora del triunfo inevitable de los ideales de grandeza por los cuales empeñamos nuestros afanes y nuestras vidas.

"Llega el hombre en sus empeños
a lo más grande o más ruin,
y si otros llegan al fin
que se proponen llegar,
también podemos llegar
los hijos de San Martín".
(José Hernández)

En el día internacional del trabajo,
¡recuerda!!!:
Que el progreso es una cooperación;
sin el concurso de muchos, no se realiza.
Que el único recurso verdaderamente no renovable es el tiempo.
¡Aprovechémoslo!.

¡Ayúdame y ayúdate!, no entregues tu destino
al arbitrio de ajeno protector:
tu propia voluntad es el camino,
y la fuerza, tu propio corazón...

Nunca desmaye tu anhelar profundo,
Que conseguir el triunfo está en querer
¡quedan tantas cosas por hacer en nuestra patria
y tantos lauros para coronar la sien!

Feliz día del trabajador

En azul y blanco, 

Hugo César Renés
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