El Hombre del Carro XII
ELECCIONES 2013: ¡OTRA VEZ ARROZ!
Por Eduardo Juan Salleras, 22 de octubre de 2013.-
Se autoriza su publicación solamente en forma completa y nombrando la fuente
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Llegué silencioso él ni se inmutó, siguió allí sentado sobre un tronco con la cabeza gacha, sus piernas abiertas, y entre ellas su brazo derecho descolgado, el izquierdo apoyado sobre la pierna zurda, y su mano diestra casi sobre el suelo.
Con su dedo mayor mocho, parte de una mano esculpida por el trabajo y tal vez la artrosis, con los nudillos bien dibujados, escribía o garabateaba algo en el piso… vaya a saber qué.
A pesar de los pastos chillones por la sequía, insisto, él no se alertó por mi presencia, estaba muy pensativo. Sabía seguro que estaba allí y que era yo, porque tampoco se sorprendió cuando lo saludé.
- ¿Qué dice amigo? ¿Qué está haciendo?
- Anotando algunas cosas que debería comprar, que faltan de mi alacena. Respondió graciosamente.
- ¿Cómo qué?
- Y… yerba, azúcar, pan, jabón… papel higiénico… me gustaría comerme el domingo, que hay elecciones, un buen plato de tallarines con tuco… ¿a quién va a votar UD?
- Yo votó en Santa Fe y sí estoy seguro a quién no.
- Y ¿quién es ese desgraciado?
- Hubo un tiempo que todo se inundó. Como un castigo de Dios, se lleno la zona, por completo, de agua… y mi pueblo quedó rodeado por ella, abandonado a la suerte. Un promedio de 7 metros de profundidad alcanzó en las zonas más bajas, pero en ella había campos productivos, a su manera, que quedaron sepultados y condenados al abandono. Mi pueblo incluso se quedó sin agua potable y a nadie del gobierno se le movió un pelo… hubo responsables políticos de ello, los que gobernaban por aquel entonces la provincia, y uno de ellos, hoy venido a menos, se presenta como candidato a legislador, fue aquel que dijo sobre Aarón Castellanos: “ese pueblo de m… que jode tanto, son 4 gatos locos y si se inundan los cargo en tres camiones de hacienda y los llevo a vivir a Rufino”.
- Me acuerdo de “ese” y pensar que fue gobernador de una de las provincias más importantes del país y ahora quiere legislar. Parece que en nuestro país todos sirven para todo, y sin embargo, la mayoría ha demostrado que no sirve para nada… o mejor dicho, sólo para robar.
- Es así, y lo curioso es que encuentren apoyo en el lugar, incluso quienes van de candidatos en su lista… es notable… ¡qué poca memoria tiene la gente! Una vez tuve que hacer 420 km para llegar al pueblo por la inundación, y está a sólo 18 km de mi campo… llegué a viajar en lancha, travesías de una hora, por donde hoy crujen los pastos por la sequía.
- ¿Sabe una cosa? – y dejé el silencio para que él lo ocupe – han venido a servirse de la tierra rica y de una sociedad pobre en todo sentido, porque están los que caminan siempre en la pobreza y hay muchos ricos llenos de miserias en el corazón. Lo llamativo es que, esos mismos pobres, llevan sobre sus espaldas la avaricia de la riqueza…
- Disculpe – cortándolo - más sorprendente es que sean siempre los que menos tienen los que aplaudan a los funcionarios que roban, que incluso les ayuden a cargar su botín… los políticos han utilizado un discurso populista, no sólo para acceder al poder y mantenerse, sino para dejar tranquilos en su condición, a la pobreza… a la desnutrición, a la ignorancia…
- Sabe una cosa que la vez pasada me llamó la atención, en el pueblo un niño se mofaba de otro con sus amigos. La víctima era, parece ser, el estudioso del aula. El niño burlón se jactaba de su ignorancia, como orgulloso de ser un burro. Yo vigilaba la situación, no vaya a ser que le den una paliza al niño probo. Seguramente éste se ha planteado alguna vez dejar de ser un buen alumno y pasar a engrosar la fila de los ineptos. Porque hoy el modelo es otro.
- Es cierto lo que UD dice. Yo nunca fui un buen alumno, diría que sobresalía por mi inconducta, sin embargo siempre tuvo una gran admiración por aquellos compañeros sobresalientes, en especial los llamados: bochos, sabían todo. Pero mi carácter irregular no me permitía ser como ellos, ni cerca.
- UD, ¿a qué escuela fue?
- A un muy buen colegio marista, de curas que no eran curas, sino religiosos dedicados a la enseñanza, del que guardo muy buenos recuerdos a pesar que me expulsaron en cuarto año del secundario…
- ¿Injustamente?
- No… yo era insoportable, pero si tenía en claro algo…
- ¿Qué?
- Que lo que hacía estaba mal y tarde o temprano pagaría los costos de ello, sin chistar, eran las reglas de juego, porque había reglas que hoy ya no hay. Alguien las borró, las escondió, incluso predica en la sociedad que se debe vivir sin ellas. Es curioso que la política pretenda imponer el caos en la vida comunitaria…
- A mar revuelto, ganancia de pescadores… mire, el ignorante tiene la obligación de instruirse, porque para la sociedad, la carga más pesada es la ignorancia. Y el instruido tiene la obligación de instruir, porque es un peligro para la sociedad que se guarde para si sus conocimientos. Este tiene el compromiso con la patria - el Estado – y con Dios, de compartir su riqueza, y no es la material casualmente, sino la intelectual. Aquellos que reparten pan y esconden sabiduría, son unos verdaderos canallas.
Me quedé pensando en esta última frase, y es claramente la premisa del populismo: Dadles de comer y lo que pidan, pero nunca el conocimiento. De otra forma, ¿quién puede votar a alguien que le hizo tanto daño a la zona: la inundación?
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