Son áreas con funciones delicadas, proclives al ataque especulativo o político y de una exposición más alta que la de muchos ministerios. La Presidenta ratifica a quienes demostraron capacidad para afrontar situaciones de crisis.
Se suele decir en fútbol, como una máxima para directores técnicos, que “equipo que gana no se toca”. Los cambios dispuestos por la presidenta de la Nación en su gabinete económico han sido estrictamente los necesarios, sólo para cubrir vacantes dejadas por la promoción de sus ministros (Amado Boudou y Julián Domínguez) a cargos superiores. Y aun en esos casos, quienes los suceden pertenecen a los mismos equipos de trabajo y mantendrán en sus puestos a los restantes colaboradores de cada área.
Tampoco hay modificaciones en los organismos que funcionan fuera del gabinete, pero con total afinidad a las políticas económicas que se definen desde el Ejecutivo, como la Anses, la AFIP, el Banco Central y el Banco de la Nación Argentina. En la etapa que se inicia, el papel de estos organismos estará lejos de poder considerarse en un escalón secundario.
Sobre estos frentes llegarán probablemente los ataques especulativos o políticos contra la gestión oficial y quienes hoy ocupan su titularidad ya han demostrado un aspecto que seguirá siendo esencial en la tarea: buen manejo de gestión y temple ante situaciones de crisis.
Mercedes Marcó del Pont se afianza al frente de la autoridad monetaria. No sólo en términos de confianza de la presidenta de la Nación, que la ratificó en el cargo, sino por la capacidad de manejo demostrada ante una minicrisis como la que afrontó en los últimos meses en el frente cambiario, con un pico de fuga de divisas en la primera quincena de noviembre.
No es improbable que este tipo de ataques especulativos se repita. En esta ocasión fue motorizado por grupos y capitales de origen o radicación local, acompañados o “inspirados” en el accionar de algún grupo transnacional que buscó repatriar capitales para asistir a su casa matriz en peligro. Pero en el futuro podría repetirse de la mano de fondos especulativos que vean agotada su etapa de depredación en algún centro financiero mundial y busquen sacar diferencias en la próspera América latina. Para esa hipótesis, países como Brasil, Chile y Argentina son presas apetecibles. Además de seguir adoptando medidas de prevención como para esperar con una defensa cerrada el probable ataque, se necesitará experiencia y mano firme para tomar decisiones en el momento oportuno. Marcó del Pont le ofrece al Gobierno esa garantía.
La AFIP se vio obligada a enfrentar en el último año tareas más complejas que las de recaudador. Mientras que en esta última demostró resultados más que promisorios –por encima de las metas–, la crisis cambiaria le exigió al organismo que encabeza Ricardo Echegaray apurar la puesta en práctica de un operativo de control y seguimiento masivo sobre los adquirentes de divisas en el mercado. Tras algún tropiezo inicial, alcanzó su objetivo. Echegaray es uno de los hombres de máxima confianza personal de Cristina entre los funcionarios. Ayer no fue ratificado formalmente, pero nadie espera su relevo. Los recientes ataques mediáticos contra su figura no hacen más que consolidarlo en su puesto, como suele ocurrir con el kirchnerismo.
Diego Bossio, al frente de la Anses, seguirá a cargo de una tarea de alta exposición pública, por encima de la que exhiben varios ministerios. La Anses se ha convertido en la fuente de financiamiento más segura para la administración pública nacional, al mismo tiempo que es el principal organismo de ejecución de las políticas de redistribución. Al igual que el Banco Central y la AFIP, la Anses es otro frente al que van a apuntar los ataques de quienes quieran quebrar la política del Gobierno.
Con mucha menos exposición pública, al ratificado titular del Banco de la Nación, Juan Carlos Fábregas, le espera una activa tarea en el desarrollo de instrumentos de financiación para sectores productivos, uno de los aspectos que hasta ahora el Gobierno ha podido atender solamente en forma segmentada. El acompañamiento crediticio deberá asistir a las ambiciosas metas formuladas en los planes estratégicos lanzados para las áreas agroalimentaria e industrial.
Frente Tranversal Nacional y Popular
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