INTERPRETACIÓN Y CRÍTICA DEL REVISIONISMO

Por Mario Cadenas Madariaga para el Informador Público

La critica histórica.

Que el estudio de la historia argentina sea objeto de investigaciones o estudios que tiendan a modificar algunas informaciones incorrectas, o expongan otras tesis de interpretación, a la historiografía iniciada por Mitre y López, no sólo no es criticable, sino que debería ser bien recibida.

En la misma forma la crítica del revisionismo, no puede ser objeto de observaciones, porque esta escuela también ha cometido sin duda errores de documentación como de interpretación.

Asimismo a nadie puede asombrar que el historiador juzgue conforme a sus propias convicciones políticas del pasado y por lo tanto se discrepe en la interpretación de los hechos acontecidos.

Por ejemplo, en la vida de Julio César, la cuestión fundamental es el fin de la República romana y el comienzo del Imperio, y la cuestión del asesinato de César ha de ser juzgada dentro de los límites que deben tener las conductas individuales, cualquiera sea la importancia de los fines que persiga. Pero es lógico que se pueda discrepar sobre la primera cuestión.

Las cuestiones planteadas por el revisionismo.

La primera cuestión de fondo que enfrentan a los historiadores liberales -Mitre y López- con los revisionistas es el ideario que cada uno sostiene como principio ordenador de la sociedad argentina.

El revisionismo de derecha, parte de una concepción de la independencia, limitado a la separación política de la Argentina respecto de España, y por tanto critica todo lo que ha significado la influencia de la revolución francesa y de los EEUU, sobre la reforma de las viejas instituciones que recibimos de la Colonia.

Asimismo critica la influencia inglesa para lograr la apertura del sistema económico vigente, a la libre introducción de las mercaderías, reivindicando la importancia de las pequeñas industrias locales, como los telares y la industria azucarera en el norte, del vino en Mendoza y San Juan, o los astilleros de Corrientes.

En la misma forma critica el entendimiento con el Imperio y la Republica de Brasil, sosteniendo que hay diferencias históricas que son inconciliables, por lo que no se debió llegar a una alianza con ese país, para sostener la guerra del Paraguay.

O con anterioridad se critica la expulsión de la compañía de Jesús que era la custodia natural de nuestros límites nororientales con ese país. O el laicismo en la reforma de 1880, y otras discrepancias con la Iglesia Católica, de la misma época.

Por su parte el revisionismo de izquierda, aplica sus principios conocidos en materia de lucha de clases, y la formación de la concentración capitalista e imperialista, para señalar como las élites argentinas habrían actuado en colaboración con esos intereses externos para estructurar una organización económica conveniente a esos intereses.

Los errores del revisionismo.

Los errores del revisionismo son los siguientes:

1). La cuestión más importante que el revisionismo no puede aceptar porque se negaría a sí mismo, es que el liberalismo político y económico que gobernó la Argentina desde 1860 hasta 1916, y en el orden económico hasta el 1930, produjo el mayor desarrollo nacional en todos los órdenes, transformando a nuestro país en uno de los diez países más ricos del mundo. Por el contrario a partir de 1946 hasta la fecha en que la Nación vivió gobernada por el populismo, o bajo el imperio de sus ideas, la Nación retrocedió en el ranking mundial a una posición que generosamente la podemos ubicar en la treintena, es decir retrocedió tres veces.

Por la misma razón es hoy más pobre en su poder militar, en la disposición de medios de transporte, habiendo perdido la red de ferrocarriles más importante de Latinoamérica, en su potencialidad comercial, habiendo descendido siete veces en su participación en el comercio mundial, en su calidad científica y cultural, juzgada a través del descenso de la calidad de la enseñanza universitaria y escolar, en el ingreso medio y por tanto de los salarios apreciados comparativamente en el orden internacional, y en materia de justicia social por el incremento de la desigualdad social.

De haber conservado esta posición actualmente seríamos más importantes que Brasil, con una población de 80 millones de habitantes, y un PBI de 2 billones de dólares a 25.000 dólares por habitante. ¿Con qué autoridad el revisionismo puede juzgar al liberalismo?

2). La independencia de la América Española, necesitaba el apoyo de una potencia europea para oponerse a las reivindicaciones de la Corona española. Es de toda evidencia que San Martín no pudo realizar su cruzada libertadora sin el apoyo de la flota inglesa para cruzar su ejército de Chile al Perú. Igualmente que Bolívar había sido derrotado completamente por el ejército español enviado desde la Metrópolis, y que su regreso al Continente debió ser sostenido por la flota de inglesa.

Esta vinculación no debe ser vista como una subordinación a los intereses ingleses sino como una alianza de común interés en la que nosotros obtuvimos la liberación de España, y el acceso a mercaderías que eran de interés indispensable para el desenvolvimiento de las personas, como para las necesidades de los Estados. (Telas, carruajes, barcos, equipos de todo orden, materiales de construcción, armas individuales y para los ejércitos, materiales ferroviarios, o para la construcción de los puertos). No desapareció la industria azucarera, que llegó a un acuerdo con la conducción porteña, para que se pagare un sobreprecio por el azúcar nacional. Perduraron los telares norteños, pero como lo eran, simples artesanías, no la industria textil inglesa.

3). Si la Argentina no hubiese reconocido la importancia predominante de los intereses de la ganadería y la conveniencia de una amplia libertad de comercio habría retraso siglos su crecimiento. El revisionismo tanto de derecha como de izquierda, carece de una correcta información económica.

La creación del Virreinato del Río de la Plata ya significó el reconocimiento de la Corona española a la importancia de la ganadería y los saladeros sobre todos los otros intereses de la región, inclusive la producción de plata de Potosí.

4). Un cierto grado de neutralidad religiosa, era necesario para provocar la inmigración europea, la mitad de cuya población era protestante. En consecuencia los casamientos validos debían ser los contraídos ante la autoridad civil, así como el registro de los nacimientos, los cementerios debían pertenecer al Estado. Esta reforma del Código Civil de Vélez Sarsfield fue inspirada por Alberdi.

5). La enseñanza religiosa fue prohibida en las escuelas, aunque tuvo una justificación menos clara, porque pudo hacerse lugar a todas las creencias. Hubiere sido muy conveniente para conservar la formación ética de la juventud.

En definitiva Frondizi, que no provenía de la derecha argentina, reconoció la importancia de libertad religiosa para que la Argentina pudiera fundar las escuelas que respondieran a su inspiración religiosa.

Se conservó la Iglesia Católica como la religión del Estado, aunque introduciendo una total libertad de cultos, sujetos al Patronato del Estado. Un régimen parecido al sistema inglés, pero que era continuación del sistema español.

6). La Guerra del Paraguay, cuando la Argentina tenía un frente interno totalmente dividido, que hizo especular al dictador paraguayo sobre la posibilidad de adhesiones importantísimas como la del propio Urquiza, requería la alianza con el Brasil, para asegurar el éxito en esa guerra.

No sólo se jugaba la necesidad de responder a la agresión de 30.000 hombres que invadieron la Argentina, por lo que en aquel entonces era la provincia de Corrientes, sino la prevalencia del éxito del triunfo de Pavón, es decir de la corriente liberal en la conducción nacional. El ejército de 30.000 paraguayos era igualmente importante que cada una de las dos fracciones que se enfrentaron en Caseros en 1853, para tener idea de su enorme importancia. Y el Paraguay contaba con una reserva de otros 30.000 hombres.

El dictador Francisco Solano López era uno más de los caudillos argentinos, con la misma concepción autoritaria, negadora de todos los derechos individuales, y las libertades civiles, y de las minorías, que llegó al fusilamiento de sus mejores colaboradores porque se oponían a sus opiniones.

Los argentinos observaron una conducta en esa guerra bien diferente a la del ejército brasileño y uruguayo, en cuanto al respeto de los vencidos, y de la población civil. No hay constancias de saqueos que hayan sido cometidos por el ejército argentino.

La posición de Alberdi es totalmente insostenible en esta guerra del Paraguay. En definitiva los ejércitos de la provincia de Buenos Aires y Corrientes lucharon por la defensa de la Constitución de 1853.

7). La batalla de la Vuelta de Obligado no fue en defensa del territorio nacional sino en contra de la libre navegación del río Paraná, que como río internacional, no se podía negar. Pero tampoco se podía negar el derecho de las provincias de Entre ríos, Corrientes y Santa Fe a sostener un libre comercio con Francia e Inglaterra, en beneficio de sus economías.

8). El tema de Malvinas lo heredamos de España, pues durante la Colonia, fue ocupada por Inglaterra, en 1740 y mantenida bajo su dominio, habiendo sido expulsada por el Capitán de la Armada española José Luis de Madariaga en 1770, pero lamentablemente devuelta por la Corona española ante un reclamo inglés en 1771. Posteriormente Inglaterra abandono las islas en 1774. A su vez España volvió a ocuparlas hasta que el gobernador de Montevideo levantó la guarnición en 1811.

El gobierno de Buenos Aires, bajo Martín Rodríguez, de manifiesta inspiración unitaria ocupó efectivamente las islas a fines de 1820, manteniéndose su posesión hasta 1833, cuando los ingleses desplazaron al representante argentino y tomaron posesión en nombre de la Corona Inglesa, en pleno gobierno del general don Juan Manuel de Rosas, quien se limitó a presentar las protestas diplomáticas de rigor. Es más se iniciaron negociaciones para ceder la soberanía argentina sobre las Islas por el importe de la deuda que se mantenía con la banca Baring Brothers, lo que no fue aceptado por Inglaterra.

Con posterioridad el hecho más contundente a favor de la recuperación de la soberanía de las Islas Malvinas lo hizo el Gobierno argentino presidido por el General Galtieri, que logró la efectiva ocupación y la rendición de la guarnición inglesa el 2 de abril de 1982, manteniéndola hasta el 14 de junio del mismo año, después de grandes combates por tierra y aire, en que debió rendirse ante fuerzas notablemente superiores.

En definitiva, por los derechos argentinos sobre las Islas Malvinas, los que más hicieron fueron el gobierno unitario de Buenos Aires, de 1820 y el gobierno militar de 1982, y el que menos hizo fue el del General don Juan Manuel de Rosas.

9) El revisionismo critica la pretendida pérdida de los territorios que conformaban la jurisdicción del Virreinato del Río de la Plata, respecto del actual territorio nacional, sin percibir que ya en el gobierno de Rosas, no teníamos autoridad sobre el gobierno del Paraguay, Bolivia y la Republica Oriental del Uruguay. En realidad nuestros límites llegaron hasta donde se impusieron triunfantes nuestros ejércitos.

Pero al mismo tiempo el revisionismo no exalta la campaña del general Roca por la ocupación de todos los territorios del sur -más de un millón de kilómetros cuadrados-, culminando una guerra que se había iniciado casi setenta años antes, en una acción militar ejemplar por su rapidez, economía de vidas humanas, y de costos, además de la recuperación efectiva del 40 % del territorio nacional.

10). El revisionismo de izquierda que critica la vinculación argentina con Inglaterra, una de las grandes democracias del mundo, no duda en aplaudir y defender la alianza actual con Cuba, la más cruel dictadura latinoamericana, que en su momento estuvo comprometida con la invasión militar a la Argentina.

11). El revisionismo defiende el régimen de Rosas, que representó para la población de la ciudad de Buenos Aires el sistema de seguridad derivado de la Mazorca, a cuyo frente se hallaba un verdadero asesino, Ciriaco Coutiño, que sencillamente degollaba a sus enemigos.

Finalmente quiero enviar a todos mis amigos revisionistas, la ratificación de mi afecto y gran respeto personal, por su profundo y sincero patriotismo, así como por la solidez de muchas de sus argumentaciones, en la convicción de que estaremos juntos en la construcción de la Nueva Argentina.

Martínez, 8 de diciembre del 2011.
Content copyright InformadorPublico.com. All rights reserved.