Por Martín Simonetta
Director Ejecutivo, Fundación Atlas1853
Contacto de prensa: msimonetta@atlas.org.ar / 5119-6640
En los últimos días, el precio del dólar “blue” alcanzó niveles récord acercándose a los 9 pesos por dólar. Si consideramos los pasados 15 meses (octubre 2011: 4,40 pesos por dólar) veremos que en la actualidad necesitamos prácticamente el doble de pesos para adquirir un dólar.
En tal lapso, se incrementaron las restricciones para la compra de moneda extranjera por parte de los argentinos a través de diversas medidas. Sin embargo, los resultados no fueron los esperados por el gobierno y la moneda local siguió perdiendo valor respecto de las extranjeras.
Refugiarse en el dólar
¿Cuáles son las causas de la pérdida de valor de nuestra moneda respecto de las demás? ¿Hasta dónde llegará la devaluación?
Los niveles de emisión monetaria han llevado a la inflación verdadera (medida extra oficialmente) a niveles de entre el 25% y 30% anual en los últimos años. Mientras tanto, el tipo de cambio se había incrementado, pero a un ritmo marcadamente inferior, generándose lo que habitualmente llamamos “atraso cambiario”. Esto implicó un encarecimiento de la economía argentina respecto del mundo, provocando una sensación de dólar barato. La inflación sin devaluación, había dado como resultado un peso que ya había perdido valor respecto de los bienes y servicios pero no tanto respecto de la moneda extranjera.
El establecimiento de restricciones a la compra de moneda extranjera fue una señal de alerta para los argentinos respecto de lo que vendría. Medidas como el cepo a la compra internacional con tarjeta de crédito son ejemplos claros de tal política. Sabemos que cuando nos dicen: “no compres dólares” es que el dólar seguramente está barato respecto de su precio futuro. En este contexto, apareció el “dólar blue” y de forma creciente fue ampliando su distancia del dólar oficial.
¿Ha sido una buena inversión protegerse a través de la compra de dólares? La historia argentina nos ha enseñado que cuando se da el fenómeno de atraso cambiario ya se comienza a “olfatear” una devaluación. Y en ese caso, es difícil que otras inversiones puedan ganarle a la rentabilidad de la moneda extranjera. Quien compró dólares hace 15 meses, hoy ha tenido una rentabilidad del 100% en pesos, ganancia casi imposible en otras alternativas ( plazo fijo: 15% anual en pesos; bonos de YPF: 18% anual en pesos).
“Blue” significa triste
¿Por qué un dólar “blue”? La existencia de tipos de cambio múltiples permite un ingreso fiscal extra, que hace el exportador cobre un dólar de 5,10 y deba recomprarlo al precio de mercado, es decir al “blue”. Es muy posible que la inspiración de la política cambiaria tenga que ver con la forma en que Venezuela actúa en esta materia, donde la brecha entre el Bolívar oficial y el informal es cercana a 4 veces.
Mirando hacia atrás en la historia argentina, recordamos frases tales como “el que apuesta al dólar pierde” que traen a nuestra mente una visión voluntarista y que subestima la actitud de la ciudadanía respecto de forma en que trata de proteger. Sabemos que esa fórmula no ha funcionado.
En inglés, el término “blue” significa “azul” y en nuestro país comenzó a aplicarse para referirnos a este dólar informal. Pero también “blue” significa “triste”, metáfora que podría utilizarse para describir un comportamiento ciudadano que sólo busca preservar el poder de compra del fruto de su esfuerzo.
Es posible que en los próximos días se tomen decisiones en materia monetaria y cambiaria. Las mismas pueden apuntar a un sinceramiento de la realidad económica, liberando el tipo de cambio y tomando medidas serias en materia anti-inflacionaria, o –por el contrario- hacia una mayor represión de las acciones defensivas de los argentinos ante una situación de incertidumbre económica.
Fuente: Boletín de la Fundación Atlas1853
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