Publicado hoy en el semanario Aurora.
http://www.aurora-israel.co.il/articulos/israel/Cartas_de_Lectores/58695,La_sombra_de_un_gigante/
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El servicio que el saliente presidente de Israel Shimon Peres brindó a su patria fue titánico. Tratar, sin extralimitarse en sus funciones, de mantener a flote a Israel dentro de la estima mundial mientras su gobierno provocaba grietas que lo hundían, fue una obra de inteligente malabarismo intelectual tal, que los amantes de la paz y la concordancia entre las naciones jamás olvidarán.
Al margen de sus impecables condiciones personales, su buen sentido del humor y de su amor por la igualdad individual y la democracia, ¿sabrá su sucesor, el ex diputado, ministro y presidente del parlamento israelí Reuben Rivlin, mantener al Estado de Israel en la cima en la que Peres lo posó ante los ojos del mundo?. ¿Podrá dejar de defender su ideología del Gran Israel (Israel Hashlemá), y aceptar en su lugar la creación de un Estado Palestino vecino como solución al conflicto árabe israelí?. Si no lo hace, tampoco podrá estrechar su mano con la del Presidente palestino. Entonces, el mundo no tendrá ninguna figura representativa israelí que asegure que su país aún sostiene que dos estados para dos pueblos en el Medio Oriente, es la única solución al conflicto árabe israelí. Aunque el Primer Ministro de Israel Biniamin Netanyahu lo confirme, las continuas apropiaciones de terrenos en conflicto por él autorizadas, lo niegan.
Si bien muchos afirman que los palestinos no tienen antecedentes históricos lejanos en el Medio Oriente como lo tienen los judíos, nadie puede negar que son una realidad del presente. El mundo los respeta y reconoce su derecho a tener su propio país.
La necesidad de crear un estado palestino vecino a Israel cuando no existan amenazas a su existencia, debe estar siempre presente en la mente de todos los amantes de la paz. El hecho que todavía no están creadas las condiciones para esto suceda, no da motivos a que se les niegue su derecho a tener una patria.
Shimon Peres, símbolo saliente del Estado de Israel, no se los niega. Pero el próximo presidente Reuben Rivlin, como político "halcón" del partido Likud, tenía otra solución: considerar a los palestinos que viven dentro del Gran Israel, ciudadanos con todos los derechos de igualdad que le otorga la genuina democracia israelí. Era para él preferible eso y no repartir territorios. ¿Seguirá pensando lo mismo, a pesar de correr el riesgo de dejar a su patria sin el valioso apoyo de las democracias occidentales?.
Cuando cumpla una cantidad importante de años, ¿merecerá que personalidades políticas y famosos artistas mundiales vengan a Israel a festejar su cumpleaños, como lo hicieron con Shimon Peres en reconocimiento a su labor a favor de la paz?
Pienso que si no cambia sus posturas de “halcón” en “paloma”, la gestión ante el mundo de Reuben Rivlin como Presidente del Estado de Israel, se verá oscurecida por la sombra de un gigante.
Samuel Auerbach.
Natanya, Israel.
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