Entre las primeras disquisiciones que se han hecho respecto al movimiento obrero y sindical en tiempos del Proceso de Reorganización Nacional, la "tesis de la pasividad" de la corporación fue objeto de debate ya a principios de la década del ochenta. En suma, el tema de la actitud tomada por el movimiento frente a las políticas represivas y regresivas implementadas por el régimen encontraba su espacio, dando claras muestras de la importancia que el sector, porqué no la clase obrera, había reunido en la historia argentina a lo largo del último siglo. Las formulaciones iniciales en torno a la cuestión fueron de Francisco Delich, quien postuló tempranamente la inmovilidad obrera y sindical durante la última dictadura, a causa de la desaparición de un conjunto de variables sociales y políticas que habían hecho pujantes a la clase trabajadora y a las organizaciones que las representaban desde el surgimiento del peronismo.
En otro texto, Delich señala que la clase obrera y sus sindicatosse advierten inmóviles durante el período, tanto desde el punto de vista social cuanto a la actividad sindical en sí. El autor, más allá de lo que marca como una escasa movilidad obrero sindical, plantea que cuando efectivamente se movilizaron lo hicieron mutando sus formas de acción históricas. Pero, esta afirmación merece para Delich algún matiz, puesto que ni la movilización de bancarios, metalúrgicos o lo que encuentra como tentativa de paro general en 1979 alcanzan para cambiar la caracterización general en una coyuntura represiva que pondera un no proceder que debe ser analizado, sobre todo porque el autor encuentra una corporación sindical en el máximo de su fortaleza histórica para el tercer peronismo, situación que llama su atencióndebido al inmovilismo que destaca para el conjunto a partir del 24 de marzo de 1976. Con mayor precisión, Delich explica que esta merma en el poder corporativo del sindicalismo, que el autor señala en términos de fuerte movilidad obrera, es el mayor desde mediados de los "50. Instancia que Palomino destaca como de fuerte poder y control de la dirigencia sindical previa al golpe basado en la adhesión política de los trabajadores con el peronismo.
En esa coyuntura de inmovilismo obrero, Delich encuentra una paradoja aparente en la intervención del régimen al proteger el empleo y, a la vez, hacer retroceder el salario real, cuestión que finalmente respondería a una estrategia específica para la contención de la protesta social y cubrir las necesidades del tipo de capitalismo impulsado, comandado por las transnacionales tras la crisis del petróleo de 1973, según Ernesto Ceballos.
El desempleo, postulan Novaro y Palermo, era visto con preocupación por el régimen militar, pues le atribuían un potencial efecto catalítico para la agitación social y la actividad subversiva. Gracias a esta creencia absurda, perder el empleo fue el único factor que no creo especiales motivos de temor, inseguridad o incertidumbre en los trabajadores, según los autores, y que puede dejar una puerta abierta para futuras investigaciones ligadas al imaginario que indicaba la "bonanza" en materia laboraldel período. Esta apreciación, desde luego, no puede ser aplicada a victimas de represión que perdieron su trabajo por "ausencia injustificada", ni a los despidos. Contrariamente, Alfredo Masón recalca la "adaptación ideológica" que el trabajador aspirante a ingresar a una fábrica debía atravesar, razón de más para pensar que ese temor al que refieren Novaro y Palermo no podría quedar ajeno a ningún sujeto, de ninguna manera.
Volviendo a Delich, allí se observa ya el inmovilismo que plantea el autor, dado que, a pesar de una alta tasa de ocupación con una caída salarial, los reclamos por la pérdida de poder adquisitivo no se dieron. Esta movilización que la clase trabajadora exhibió hasta 1976 cesó fuertemente, según Delich, debido a la represión, la militarización de las fábricas, por los despidos y la clausura de los convenios colectivos, esta última una modalidad base desde 1943 y que daba a la demanda obrera un sentido de unificación muy particular. Notoriamente, la política económica de Martínez de Hoz fue antiobrera y antisindicalista, generando la heterogeneización obrera, como también advierte Arturo Fernández. Esta descomposición suscitó unos sindicatos retirados a las reivindicaciones corporales, circunscritos por límites políticos y en presencia de un movimiento que va variando sus esquemas de acción. Además, la disgregación del sector obrero es ampliada con los ataques a la dirección sindical, sobre todo con la Leyde Asociaciones Profesionales y la de Asociaciones Gremiales de Trabajadores. El cuadro, plantea Delich, conforma una avanzada conservadora que afecta al trabajador en tanto actor corporativo, social, económico-político, un ataque que en un primer momento tendía a encuadrar al movimiento sin mayores cambios, pero que culminó por despolitizarlo, subordinarlo aún más al Estado, restándole autonomía y capacidad de conducción efectiva entre sus dirigentes.
Así, para Delich, la clase obrera cayó en una situación de inmovilismo y de mutación. De inmovilismo, ya que no hubo acción sindical significativa como sí ocurriera en el medio siglo anterior, y de mutación, en cuanto al momento de movilizarse las formas obreras tomaron distancia del pasado. Francisco Delich sella la desmovilización del movimiento obrero por todo el periodo, en un sustancial alejamiento con el activismo de los años previos al golpe de 1976.
De la monografía de Eduardo Corvalán
El movimiento obrero argentino durante la dictadura 1976-1983 - Historia política.
http://www.monografias.com/cgi-bin/jump.cgi?ID=145622
Una historia reciente de la política argentina e internacional vistas desde Argentina y abierta a todas la voces y pensamientos. Para que puedas conocer más y dar tu propia opinión.
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Himno Nacional Argentino con imágenes de Malvinas y Antártida
Gracias a la gentileza del Regimiento 11 "Patricios" conseguimos el video de la versión coral del himno, interpretado por la Banda "Tambor de Tacuari" y sobre el mismo, personas especializadas montaron las imágenes, fotografías y filmaciones.
Ahora tenemos un material muy valioso en su contenido, el cual, ahora que es común la utilización de televisores y/o cañones proyectando videos clip en pantallas, pueden utilizar este que mencionamos, en distintas ceremonias, debido a que está preparado para eso; al inicio tiene siete segundos con la imagen de una bandera argentina flameando, para que ese tiempo sea utilizado por el locutor para anunciar la iniciación del Himno Nacional Argentino; seguidamente la interpretación del mismo con las imágenes mencionadas.
Últimamente cuando se interpreta el Himno Nacional Argentino, hay mucha gente que no lo canta y menos los niños y jóvenes que miran para otro lado, como esperando que finalice el mismo.
Nuestro propósito es que la letra y las imágenes despierten el deseo y el sentimiento que estamos perdiendo.
... nuestra intención es que este video clip sea utilizado en los establecimientos escolares de todo el país y en todas las ceremonias donde se cante el Himno Nacional Argentino.
Para ello necesito de todos aquellos que quieran y puedan ayudarnos.
Nosotros se lo enviaríamos por correo postal, con la autorización que saque las copias que sean necesarias para ser entregada en establecimientos educacionales, organizaciones, dependencias oficiales, canales de TV, etc.; pero eso sí, nos agradaría que nos informen a quienes fueron distribuidos, con los datos de los mismos, sobre todo su dirección electrónica y teléfono.
Como esto tiene un costo, el de la obra en sí y los gastos de envío, lo fijamos en veinte pesos; monto igual o superior que puede hacerlo llegar a esta Fundación por medio de una donación, efectuando el depósito correspondiente en la cuenta corriente de la Fundación Marambio (CUIT 30-70951448-9) en el Banco Provincia de Buenos Aires, sucursal Villa Adelina (Nro. 5037), Número de cuenta: 6560/5, o puede ver las instrucciones para los donantes que encontrará haciendo clic a continuación: http://www.marambio.aq/donacion/donar.htm
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Aprovechamos esta oportunidad para comentarles que en respuesta al requerimiento de donaciones que efectuamos por el Boletín de Noticias ABR 2010 , hemos recibido varios depósitos en nuestra cuenta, sin haber recibido el aviso de quien lo realiza, le solicitamos que si usted fue uno de ellos, nos avise a la mayor brevedad, para agradecerle y poder efectuar los registros contables que corresponden.
Saluda en nombre de la Fundación Marambio,
Dr. Juan Carlos LUJAN
Suboficial Mayor (R) FAA (VGM-EDB)
Presidente
Fundación Marambio
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HACIENDO CLICK AQUÍ:
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Una opinión de Alberdi allá por 1847
Supo escribir Alberdi en su obra
“ La República Argentina 37 años después de la Revolución de mayo”:
...”El partido Federal echó mano de la tiranía; el Unitario, de la liga con el extranjero. Los dos hicieron mal. Pero los que han mirado esta liga como crímenes de traición, ¿por qué han olvidado que no es menor el crimen de la tiranía?...”.
...”Hay en ellos dos faltas que explican una con la otra: los unitarios han perdido, pero ha triunfado la unidad. Han vencido los federales, pero la federación ha sucumbido. El hecho es que del seno de esta guerra de nombres ha salido formado el Poder, sin el cual es irrealizable la sociedad y la libertad misma es imposible”.
“ La República Argentina 37 años después de la Revolución de mayo”:
...”El partido Federal echó mano de la tiranía; el Unitario, de la liga con el extranjero. Los dos hicieron mal. Pero los que han mirado esta liga como crímenes de traición, ¿por qué han olvidado que no es menor el crimen de la tiranía?...”.
...”Hay en ellos dos faltas que explican una con la otra: los unitarios han perdido, pero ha triunfado la unidad. Han vencido los federales, pero la federación ha sucumbido. El hecho es que del seno de esta guerra de nombres ha salido formado el Poder, sin el cual es irrealizable la sociedad y la libertad misma es imposible”.
Juan B. Alberdi
Enviado dentro de una nota más extensa por:
Hugo Cesar
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