“La Ley del Gallinero”!
Alberto R. Pringles
Suboficial Retirado, Fuerza Aérea Argentina
Esta nota “La Ley del Gallinero” (ver más abajo) la publiqué hace 9 años (2007) en ocasión en que celebraba la decisión de la Suprema Corte de Justicia Argentina de declarar que “que el Código de Justicia Militar como inconstitucional en tanto restringe la libre elección del abogado defensor por parte de un acusado sometido a un proceso militar”.
Coincido plenamente con esa definición! Y aplaudía y aplaudo esa decisión de la Corte Suprema!
Y lo que aquí narraba en aquel entonces son mis propias vicisitudes que me tocó pasar en mi paso por la Fuerza Aérea y que en definitiva me decidieran a abandonar la misma en 1963 y a su vez que me radicara en California.
Pero más que todo aquí fundamento y explico lo aberrante de aquello erróneamente llamada “Justicia Militar”!
Y lo hago con mis propias experiencias que para nada fueron placenteras y en consecuencia cambiara mi vida!
Pero hay otra razón por la que vuelvo a publicar esta nota, recientemente se anunció a través de un Decreto del Presidente Macri que vuelve a la esfera de las Fuerzas Armadas la decisión sobre ascensos y destinos al personal militar. Al parecer esta noticia no ha sido del agrado de algunos, aquí un par de artículos criticando dicha medida.
Página 12 sobre ascensos militares , Ascensos-Fantasma-en las-Fuerzas-Armadas
Yo pienso lo contrario! Me parece bien que esto ocurra!
A mi juicio nadie mejor que la misma Fuerza que debiera ascender a su personal siempre que ellos sea basado en estrictos méritos a quien corresponda ascender! Es decir debe aquí también imperar “La Justicia”! Pura y simple!
A mi juicio estas Fuerzas Armadas de hoy nada tienen que ver con las Dictaduras infames del pasado!
La mayoría de ellos han pagado o están pagando sus crímenes o ya murieron en prisión.
Me niego a aceptar que estas nuevas Fuerzas Armadas no sean conscientes de que “los están mirando” para ver cómo responden! De allí mi optimismo y mis esperanzas que no han de defraudar!
Pero al margen dado que el tema es “La Justicia Militar”, no sería para nada “Justo” mirar a estas Fuerzas Armadas de hoy como si fueran las de 40 años atrás! Eso no seria “Justicia”!
Aquellos que como el subscripto viven los últimos años de su vida siendo profundamente orgulloso de mi Fuerza Aérea Argentina, legitima heredera del Ejercito de los Andes y que ha sufrido en carne propia las injusticias de sistemas aberrantes solo espera que eso no vuelva a ocurrir para bien de los miembros de nuestras fuerzas. Que así sea!
Aquí mi artículo del 2007.
Gracias.
Alberto R. Pringles
Suboficial Retirado, Fuerza Aérea Argentina
“La Ley del Gallinero”!
Alberto R. Pringles
Suboficial Retirado, Fuerza Aérea Argentina
Alberto.Pringles@Argentinisima.US
Marzo 2007
Estoy totalmente de acuerdo con esta decisión de la Corte Suprema de Justicia forzando a la Justicia Militar a otorgar similares derechos a militares a los establecidos en la Justicia Civil en cuanto que el acusado pueda acudir a un defensor capacitado. En nuestra Fuerza Aérea Argentina siempre nos referimos a la Justicia Militar como “La Ley del Gallinero”! Y por obvias y bien justificadas razones el término es muy apropiado! En EE.UU. se publicó un libro titulado: “La Justicia Militar es a la Justicia lo que las bandas militares son a la música”! Discrepo con ese título, el autor simplemente nunca escucho a nuestra brillante Banda de la Fuerza Aérea sino no hubiese tenido esa impresión tan negativa y errónea de las bandas militares! Pero diría “siempre fue así”! En nuestro país y también fuera del mismo!
Cuando el 4 de Junio de 1955 la increíble cobardía de la Aviación de la Armada y parte de la Fuerza Aérea bombardeó a millares de indefensos peronistas en Plaza de Mayo asesinando a 350 de ellos e hiriendo a más 2000 y dejando a centenares sin sus miembros, todos ellos huyeron al Uruguay y luego fueron reincorporados por la Dictadura de Lonardi, Rojas y Aramburu! Justicia Militar? Donde?
Durante la guerra de Vietnam el Teniente Kelly del Ejército de EE.UU. al frente de un pelotón tomo una aldea del Vietcong donde solo quedaban viejos, mujeres y niños, lo puso a todos a en una zanja y los hizo fusilar a más de 120 indefensos! Que paso con el Teniente Kelly? Lo “reprendieron”! Tal vez una palmadita en la muñeca y supongo le dijeron “No lo haga más”! Pasó a Retiro y desde entonces a jugar al golf! Justicia Militar? Donde?
Yo viví, sufrí y palpe esa “Ley del Gallinero” en forma directa a mi paso por la Fuerza Aérea. Allá por 1960 estuve destinado en el Taller Regional de Río IV en Córdoba. La Fuerza llamo a participar a un concurso entre los especialistas de Armamentos del cual yo era parte para ser enviados al estado de Colorado en EE.UU. para el entrenamiento y recepción de la compra de los aviones Sabre que realizaba la Fuerza Aérea en aquel entonces.
Viaje a Buenos Aires y fui parte junto a un centenar de Suboficiales compitiendo por las dos plazas existentes.
El examen era sobre mi especialidad y fundamentalmente sobre el idioma inglés. Y me pareció hice un buen examen. Al otro día me entero que yo había logrado el segundo puesto y me muestran la notificación del Comandante en Jefe ordenándome a obtener la documentación requerida: pasaporte, vacunas, etc.
Como expresar mi alegría en aquel momento no era solo el tener la oportunidad de conocer EE.UU. sino que económicamente era muy positivo dado el pago de viáticos en dólares (mucho dinero en aquel entonces) durante un año que me permitiría ahorrar, comprarme luego una casa, etc. Tenia 24 años en aquel entonces era recién casado y había ascendido normalmente en dos ocasiones y tenía el grado de Suboficial Auxiliar el equivalente a Sargento Primero en el Ejercito. Llame a Río IV y les comunique a mis superiores lo que había pasado y me apresure a gestionar los documentos requeridos. Dos días después pasé por la Jefatura de la Fuerza Aérea y un Suboficial Mayor con su rostro compungido me dice: “Suboficial, lamento tener que comunicarle pero “le movieron el piso y Usted no ira a EE.UU.”!
Muy a regañadientes el SM me dijo: “El pedido al Comandante en Jefe para que no lo enviaran vino de parte del Comodoro Guerra jefe del taller Regional Río IV”.
Nunca se me explicó claramente el porqué, no hubo notificación escrita. Nada! Ni en Bs.As. ni luego en Río IV! Simplemente me “Movieron la alfombra”, como se estilaba decir.
En mi lugar fue enviado a E.U. el Suboficial Macri de una camada posterior a la mía. Algunos me dijeron que era familiar de un Brigadier y de allí venia la cosa! No lo sé, hace casi 50 años que vivo en California y nunca más pude ver a Macri.
Dentro de las norma militares corresponde que al menos un vez al año se otorguen un puntaje calificando a cada integrante y ello sirve luego para determinar ascensos, etc.
Poco tiempo después del examen recibí el mío y allí comprendí que no solo me “habían movido la alfombra” sino que ahora me enviaban “la yapa”, y “me dieron con todo”, tal vez para justificar lo anterior y me calificaban con varias notas negativas.
Allí empecé el proceso de “Presentar un Reclamo” que consiste en responder por escrito en primera instancia al jefe directo que definiera esas calificaciones, luego a su superior y así hasta llegar a la máxima autoridad del Comandante en Jefe.
Mis argumentos eran muy firmes, muy sólidos y proveía datos irrefutables que mostraban como ridículas esas calificaciones negativas y entre ellas afirmaba y decía:
Ø Quien subscribe es el Campeón Argentino en segunda categoría en 110 Mts. con vallas, y es actualmente Campeón Internacional, del Río de la Plata todo lo cual está documentado en la Federación Atlética Argentina.
Ø En la Escuela de Suboficiales fui el Capitán de la Escuadra de Atletismo y varias veces Campeón en Córdoba y represente a dicha provincia en Campeonatos Nacionales.
Ø Por todo ello y sin duda me corresponde ser reconocido como: “El mejor atleta que hoy tiene la Fuerza Aérea Argentina”!
Ø Como puede entonces justificarse que me califiquen por debajo del normal en “Aptitudes Físicas?
Ø Quien subscribe jamás perdió un ascenso normal, acabo de ascender, nunca tuve calificaciones negativas.
Ø Quien subscribe termino el último año de la Escuela de Suboficiales con el promedio más alto en materia teóricas de mi camada.
Ø Quien subscribe acaba de salir en segundo lugar en una competencia entre 100 suboficiales de todo el país y en merito a mi excelente capacidad profesional fui por ello designado para viajar a EE.UU. por el Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea Argentina.
Ø Como entonces justificar con notas negativas mi “Aptitud Militar”?
Ø Como entonces se puede justificar con notas negativas mí: “Aptitud Técnica”?
Ø Donde están los fundamentos para justificar semejante injusticia?
Solo obtuve en aquellos entonces, más de 50 años atrás un solo tipo de respuesta: “Días de arresto”!Y más días de arresto! Muchos de ellos! Eran sistemáticos, sin explicación y vinieron de todas las instancias! Eran “Automáticos”! Incluyendo la última del Comandante en Jefe por aquel entonces el Brigadier Hibrahin quien me “saludo” con 30 días adicionales y finales de arresto!
En una oportunidad un Capitán quien era Asistente del Jefe de Base de Río IV se acercó y me dijo: “Suboficial Pringles, Yo he leído su reclamo y le voy a decir lo siguiente: “Usted tiene razón, eso está claro y no se justifica para nada lo que le están haciendo a Usted, es vergonzoso. Pero también debo decirle que jamás le darán la razón! Aquí no existe la “Justicia”, solo “La Ley del Gallinero”, por aquello que la gallina que está en el palo de arriba ca.. a la que está más abajo”! y Usted tiene que entender eso! Se lo digo por mi propia experiencia!
Me pidió que abandonara mi reclamo para no arruinar mi carrera. No le hice caso, yo no tenía ese escepticismo del Capitán obtenido según el de sus propias experiencias y yo “creía” en la honorabilidad y equidad de mis superiores y seguía pensando que tarde o temprano encontraría a algún superior con un sentido mayor del significado del término: “Justicia”.
Pero nunca la encontré! En el medio del proceso observaba una clara confabulación diría cobarde y vergonzosa, una actitud mafiosa por parte de la mayoría de los oficiales de la Base de Rio IV!. Me “buscaban” y me “perseguían” por todas partes para tratar de inventar un supuesta falta mía para penalizarme con algún pretexto con días adicionales de arresto!
Y vaya que inventaron oportunidades! Por ejemplo, es obligación de un subalterno saludar al cruzarse con a un superior, pero no cuando este mirando hacia otro lado. Por ello al cruzarme con alguno miraban hacia otro lado y luego me increpaban por no saludar. Yo no podía creer que estos eran “Oficiales de la Fuerza Aérea”! Como yo puedo respetarlos? Me decía!
Con el tiempo pensé el grueso de estos Oficiales no eran del Cuerpo Comando, no eran egresados de la Escuela de Aviación!
Predominaban los “asimilados”, ya sean Ingenieros, etc. incluyendo al mismísimo Jefe del Taller Regional Rio IV Comodoro Guerra!
Tal vez sea eso me preguntaba que no tuviesen los mismos principios de nobleza, de entereza, de equidad y de responsabilidad que estaban impregnadas y amamantadas a mi paso por la Escuela de Suboficiales donde tuve excelentes Oficiales y Suboficiales Instructores!
Cansado de esta parodia fui perdiendo el respeto hacia ellos y a veces les preguntaba con sorna si “sufrían de tortícolis”! Las reglamentaciones en vigencia de aquel entonces y al parecer también de ahora yo no tenía ningún derecho de buscar asistencia legal.
No me era permitido asistencia legal! Como lo establece la Constitución Argentina!
Yo debía personalmente escribir mi propia defensa sabiendo poco y nada sobre temas legales y así me pasaba hasta altas horas de la noche repasando el Código de Justicia Militar que no me servía de nada! Era increíble lo burdo y ridículo de esa “Justicia Militar”!
Fui notificado de esa pena máxima cuando ya estaba en un nuevo destino, el CIPRA, un Instituto Militar en Ezeiza donde fui Instructor de Alumnos. Siempre recuerdo la sorpresa del Comodoro Vega Director del mismo, que allí recibió esa notificación del Cte. en Jefe y a su vez en otra nota recibía un agradecimiento del Jefe de la Policía Federal dado que en plena calle Rivadavia en el Barrio de Flores yo había salido pistola en mano y a los tiros en defensa de un Policía que fuera atacado por una turba.
Al ver el ataque corrí en su defensa pateando y golpeando a los atacantes del joven Policía desvanecido en medio de la calle (Rivadavia y Varela) y a punto de ser asesinado por los golpes y patadas y saque de su cartuchera su pistola Ballester Molina calibre 45, la cargue y dispare 2 veces al aire y les grite a los atacantes que huían: “Al que se mueve lo bajo”, mientras procuraba alejar apuntando a los centenares de demostrantes que me rodeaban. Mi situación era allí muy riesgosa. A mis gritos y disparos al aire, tres de los atacantes quedaron petrificados y levantaron sus brazos! Los detuve y los lleve hacia una playa de estacionamiento cercana buscando protegerme mientras también apuntaba y hacía alejar a los centenares de manifestantes que me rodeaban peligrosamente. Entregue luego los atacantes y la pistola a la Policía Federal.
Con un informe en cada mano el Comodoro Vega me preguntaba: “Pero quién es Usted, cual es Usted, Suboficial Pringles?”. “Es Usted un héroe o un indisciplinado”?
A lo que respondí: “Es fácil de deducir todos esos días de arresto fueron consecuencias y derivadosde lo que escribí reclamando Justicia a la que nunca encontré porque No Existía!.
“La nota es del Jefe de la Policía Federal y fue consecuencia de lo que “hice” en defensa de la Ley”, tal cual corresponde. “Usted puede deducir cual es lo real y valedero”! De allí el reconocimiento del Jefe de Policía Federal y de otros Oficiales que yo pusiera mi vida en peligro defendiendo a uno de su fuerza!
Pocos días después el Comodoro Vega me dio su respuesta ordenando se leyera la nota del Jefe de Policía y elogiando mi accionar frente a toda la Escuela y que marchara frente a mi homenajeando mi acción”! Mis alumnos me miraban como si midiera 2 metros!
Los días de arresto no significan estar en un calabozo, solo permanecer en la base al menos durante el día para los casados. Pero si queda marcado en el legajo de cada uno.
El Comodoro Vega me dijo: “Tome la pena como cumplida”! El “sabia” lo absurdo de la misma!
Que cometí errores elevando y respondiendo a cada instancia y no usando términos “suaves” o “convenientes”? Sin duda! Lo admito! No me calle para nada y refutaba cada rechazo y les decía lo que pensaba de mis superiores y su falta total de sentido de Justicia!
No soy de callarme la boca y mi temperamento como así mis profundas convicciones sobre el significado de Justicia no me permitió evitar escribir sobre lo que yo veía claramente como una aberración y una confabulación arbitraria muy poco honorable y dirigida por la Jefatura y la Oficialidad de esa Base Aérea en Río IV contra mi persona.
Por ello y abiertamente y claramente les escribía cuestionando su integridad y sus conocimientos sobre lo que implicaba el término “Justicia”! Pero ninguno de esos superiores tuvo la gallardía, ni la integridad ni la hombría de bien de llamarme y escucharme.
Menos aun de tratar de ser “Justos” y “Equitativos”! Esos términos para ellos y a mi juicio eran “desconocidos”! Seguramente también lo era la palabra: “Honor” y “Honestidad”!
Por ello y aunque a mí en lo personal me sirva de nada me alegra profundamente que otros militares tengan a partir de ahora el derecho que tiene cada ciudadano argentino de tener una defensa adecuada como lo determina la Constitución Nacional.
En aquellos entonces y tal cual me lo anticipaba ese Capitán solo imperaba: “La Ley del Gallinero”! Y hasta ahora (Marzo 2007) al parecer también?
Por ello en 1963 al tener que firmar un nuevo contrato de Servicios que era requerido por 5 años con la Fuerza Aérea no quise hacerlo y pase a Retiro y me radique en California.
Esa es mi historia y mi experiencia sobre La Justicia Militar es decir: “La Ley del Gallinero”!
Más abajo la Declaración de la Suprema Corte.
Alberto R. Pringles
Alberto.Pringles@Argentinisima.US
Seprin - 11 Mar 2007 - 12:23
Corte Suprema declaró inconstitucional a la Justicia Penal Militar
En un caso patrocinado por la ADC, la Corte Suprema entendió que el Código de Justicia Militar es inconstitucional en tanto restringe la libre elección del abogado defensor por parte de un acusado sometido a un proceso militar. Por tal motivo declaró nulo todo el proceso al que había sido sometido un Capitán y lo absolvió. En el caso, el Capitán de Intendencia Ramón Ángel López había sido condenado por un tribunal militar a cumplir la pena de un año de prisión como autor del delito de falsedad previsto en el art. 856 del Código de Justicia Militar (Causa N° 2845 López, Ramón Ángel s/recurso del art. 445 bis del Código de Justicia Militar). La defensa del Capitán López ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, desempeñada por la Asociación por los Derechos Civiles (ADC), cuestionó la constitucionalidad de la justicia penal militar en dos puntos. Por un lado, la ADC sostuvo que las restricciones a la libre elección del abogado defensor de un acusado sometido a proceso militar, implicaban una violación al principio de defensa. Por otro lado, entendió que el juzgamiento de militares por un tribunal militar no garantizaba la independencia judicial, consagrada en la Constitución Nacional y en la Convención Americana de Derechos Humanos.
En su fallo, la mayoría de la Corte (los jueces Eugenio Zaffaroni, Ricardo Lorenzetti, Carmen Argibay y Carlos Fayt) hizo lugar al primero de los cuestionamientos planteados por la ADC, considerando que se había violado el derecho de defensa de López, por lo que declararon nulo todo el proceso al que había sido sometido y lo absolvieron. Los mencionados jueces Zaffaroni, Lorenzetti y Fayt también hicieron lugar al segundo de los cuestionamientos presentados por la ADC y entendieron que el juzgamiento de delitos penales por parte de un tribunal militar, que depende del Poder Ejecutivo, era inconstitucional porque no garantiza la imparcialidad del juzgador. Por su parte, la minoría del tribunal, integrada por los jueces Elena Highton de Nolasco, Enrique Petracchi y Juan Maqueda, votaron a favor de la revocación de la sentencia de la Cámara Nacional de Casación Penal (que había fallado en contra de López en la instancia anterior) por entender que era arbitraria, ya que no se había expedido sobre la totalidad de los planteos realizados por la defensa de López ante dicha instancia. Por tal razón, decidieron remitir el caso nuevamente a la Cámara de Casación para que esta vez examinaran adecuadamente los planteos de la ADC.-
Alberto R. Pringles
Alberto.Pringles@Argentinisima.US
Yo viví, sufrí y palpe esa “Ley del Gallinero” en forma directa a mi paso por la Fuerza Aérea. Allá por 1960 estuve destinado en el Taller Regional de Río IV en Córdoba. La Fuerza llamo a participar a un concurso entre los especialistas de Armamentos del cual yo era parte para ser enviados al estado de Colorado en EE.UU. para el entrenamiento y recepción de la compra de los aviones Sabre que realizaba la Fuerza Aérea en aquel entonces.
Viaje a Buenos Aires y fui parte junto a un centenar de Suboficiales compitiendo por las dos plazas existentes.
El examen era sobre mi especialidad y fundamentalmente sobre el idioma inglés. Y me pareció hice un buen examen. Al otro día me entero que yo había logrado el segundo puesto y me muestran la notificación del Comandante en Jefe ordenándome a obtener la documentación requerida: pasaporte, vacunas, etc.
Como expresar mi alegría en aquel momento no era solo el tener la oportunidad de conocer EE.UU. sino que económicamente era muy positivo dado el pago de viáticos en dólares (mucho dinero en aquel entonces) durante un año que me permitiría ahorrar, comprarme luego una casa, etc. Tenia 24 años en aquel entonces era recién casado y había ascendido normalmente en dos ocasiones y tenía el grado de Suboficial Auxiliar el equivalente a Sargento Primero en el Ejercito. Llame a Río IV y les comunique a mis superiores lo que había pasado y me apresure a gestionar los documentos requeridos. Dos días después pasé por la Jefatura de la Fuerza Aérea y un Suboficial Mayor con su rostro compungido me dice: “Suboficial, lamento tener que comunicarle pero “le movieron el piso y Usted no ira a EE.UU.”!
Muy a regañadientes el SM me dijo: “El pedido al Comandante en Jefe para que no lo enviaran vino de parte del Comodoro Guerra jefe del taller Regional Río IV”.
Nunca se me explicó claramente el porqué, no hubo notificación escrita. Nada! Ni en Bs.As. ni luego en Río IV! Simplemente me “Movieron la alfombra”, como se estilaba decir.
En mi lugar fue enviado a E.U. el Suboficial Macri de una camada posterior a la mía. Algunos me dijeron que era familiar de un Brigadier y de allí venia la cosa! No lo sé, hace casi 50 años que vivo en California y nunca más pude ver a Macri.
Dentro de las norma militares corresponde que al menos un vez al año se otorguen un puntaje calificando a cada integrante y ello sirve luego para determinar ascensos, etc.
Poco tiempo después del examen recibí el mío y allí comprendí que no solo me “habían movido la alfombra” sino que ahora me enviaban “la yapa”, y “me dieron con todo”, tal vez para justificar lo anterior y me calificaban con varias notas negativas.
Allí empecé el proceso de “Presentar un Reclamo” que consiste en responder por escrito en primera instancia al jefe directo que definiera esas calificaciones, luego a su superior y así hasta llegar a la máxima autoridad del Comandante en Jefe.
Mis argumentos eran muy firmes, muy sólidos y proveía datos irrefutables que mostraban como ridículas esas calificaciones negativas y entre ellas afirmaba y decía:
Ø Quien subscribe es el Campeón Argentino en segunda categoría en 110 Mts. con vallas, y es actualmente Campeón Internacional, del Río de la Plata todo lo cual está documentado en la Federación Atlética Argentina.
Ø En la Escuela de Suboficiales fui el Capitán de la Escuadra de Atletismo y varias veces Campeón en Córdoba y represente a dicha provincia en Campeonatos Nacionales.
Ø Por todo ello y sin duda me corresponde ser reconocido como: “El mejor atleta que hoy tiene la Fuerza Aérea Argentina”!
Ø Como puede entonces justificarse que me califiquen por debajo del normal en “Aptitudes Físicas?
Ø Quien subscribe jamás perdió un ascenso normal, acabo de ascender, nunca tuve calificaciones negativas.
Ø Quien subscribe termino el último año de la Escuela de Suboficiales con el promedio más alto en materia teóricas de mi camada.
Ø Quien subscribe acaba de salir en segundo lugar en una competencia entre 100 suboficiales de todo el país y en merito a mi excelente capacidad profesional fui por ello designado para viajar a EE.UU. por el Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea Argentina.
Ø Como entonces justificar con notas negativas mi “Aptitud Militar”?
Ø Como entonces se puede justificar con notas negativas mí: “Aptitud Técnica”?
Ø Donde están los fundamentos para justificar semejante injusticia?
Solo obtuve en aquellos entonces, más de 50 años atrás un solo tipo de respuesta: “Días de arresto”!Y más días de arresto! Muchos de ellos! Eran sistemáticos, sin explicación y vinieron de todas las instancias! Eran “Automáticos”! Incluyendo la última del Comandante en Jefe por aquel entonces el Brigadier Hibrahin quien me “saludo” con 30 días adicionales y finales de arresto!
En una oportunidad un Capitán quien era Asistente del Jefe de Base de Río IV se acercó y me dijo: “Suboficial Pringles, Yo he leído su reclamo y le voy a decir lo siguiente: “Usted tiene razón, eso está claro y no se justifica para nada lo que le están haciendo a Usted, es vergonzoso. Pero también debo decirle que jamás le darán la razón! Aquí no existe la “Justicia”, solo “La Ley del Gallinero”, por aquello que la gallina que está en el palo de arriba ca.. a la que está más abajo”! y Usted tiene que entender eso! Se lo digo por mi propia experiencia!
Me pidió que abandonara mi reclamo para no arruinar mi carrera. No le hice caso, yo no tenía ese escepticismo del Capitán obtenido según el de sus propias experiencias y yo “creía” en la honorabilidad y equidad de mis superiores y seguía pensando que tarde o temprano encontraría a algún superior con un sentido mayor del significado del término: “Justicia”.
Pero nunca la encontré! En el medio del proceso observaba una clara confabulación diría cobarde y vergonzosa, una actitud mafiosa por parte de la mayoría de los oficiales de la Base de Rio IV!. Me “buscaban” y me “perseguían” por todas partes para tratar de inventar un supuesta falta mía para penalizarme con algún pretexto con días adicionales de arresto!
Y vaya que inventaron oportunidades! Por ejemplo, es obligación de un subalterno saludar al cruzarse con a un superior, pero no cuando este mirando hacia otro lado. Por ello al cruzarme con alguno miraban hacia otro lado y luego me increpaban por no saludar. Yo no podía creer que estos eran “Oficiales de la Fuerza Aérea”! Como yo puedo respetarlos? Me decía!
Con el tiempo pensé el grueso de estos Oficiales no eran del Cuerpo Comando, no eran egresados de la Escuela de Aviación!
Predominaban los “asimilados”, ya sean Ingenieros, etc. incluyendo al mismísimo Jefe del Taller Regional Rio IV Comodoro Guerra!
Tal vez sea eso me preguntaba que no tuviesen los mismos principios de nobleza, de entereza, de equidad y de responsabilidad que estaban impregnadas y amamantadas a mi paso por la Escuela de Suboficiales donde tuve excelentes Oficiales y Suboficiales Instructores!
Cansado de esta parodia fui perdiendo el respeto hacia ellos y a veces les preguntaba con sorna si “sufrían de tortícolis”! Las reglamentaciones en vigencia de aquel entonces y al parecer también de ahora yo no tenía ningún derecho de buscar asistencia legal.
No me era permitido asistencia legal! Como lo establece la Constitución Argentina!
Yo debía personalmente escribir mi propia defensa sabiendo poco y nada sobre temas legales y así me pasaba hasta altas horas de la noche repasando el Código de Justicia Militar que no me servía de nada! Era increíble lo burdo y ridículo de esa “Justicia Militar”!
Fui notificado de esa pena máxima cuando ya estaba en un nuevo destino, el CIPRA, un Instituto Militar en Ezeiza donde fui Instructor de Alumnos. Siempre recuerdo la sorpresa del Comodoro Vega Director del mismo, que allí recibió esa notificación del Cte. en Jefe y a su vez en otra nota recibía un agradecimiento del Jefe de la Policía Federal dado que en plena calle Rivadavia en el Barrio de Flores yo había salido pistola en mano y a los tiros en defensa de un Policía que fuera atacado por una turba.
Al ver el ataque corrí en su defensa pateando y golpeando a los atacantes del joven Policía desvanecido en medio de la calle (Rivadavia y Varela) y a punto de ser asesinado por los golpes y patadas y saque de su cartuchera su pistola Ballester Molina calibre 45, la cargue y dispare 2 veces al aire y les grite a los atacantes que huían: “Al que se mueve lo bajo”, mientras procuraba alejar apuntando a los centenares de demostrantes que me rodeaban. Mi situación era allí muy riesgosa. A mis gritos y disparos al aire, tres de los atacantes quedaron petrificados y levantaron sus brazos! Los detuve y los lleve hacia una playa de estacionamiento cercana buscando protegerme mientras también apuntaba y hacía alejar a los centenares de manifestantes que me rodeaban peligrosamente. Entregue luego los atacantes y la pistola a la Policía Federal.
Con un informe en cada mano el Comodoro Vega me preguntaba: “Pero quién es Usted, cual es Usted, Suboficial Pringles?”. “Es Usted un héroe o un indisciplinado”?
A lo que respondí: “Es fácil de deducir todos esos días de arresto fueron consecuencias y derivadosde lo que escribí reclamando Justicia a la que nunca encontré porque No Existía!.
“La nota es del Jefe de la Policía Federal y fue consecuencia de lo que “hice” en defensa de la Ley”, tal cual corresponde. “Usted puede deducir cual es lo real y valedero”! De allí el reconocimiento del Jefe de Policía Federal y de otros Oficiales que yo pusiera mi vida en peligro defendiendo a uno de su fuerza!
Pocos días después el Comodoro Vega me dio su respuesta ordenando se leyera la nota del Jefe de Policía y elogiando mi accionar frente a toda la Escuela y que marchara frente a mi homenajeando mi acción”! Mis alumnos me miraban como si midiera 2 metros!
Los días de arresto no significan estar en un calabozo, solo permanecer en la base al menos durante el día para los casados. Pero si queda marcado en el legajo de cada uno.
El Comodoro Vega me dijo: “Tome la pena como cumplida”! El “sabia” lo absurdo de la misma!
Que cometí errores elevando y respondiendo a cada instancia y no usando términos “suaves” o “convenientes”? Sin duda! Lo admito! No me calle para nada y refutaba cada rechazo y les decía lo que pensaba de mis superiores y su falta total de sentido de Justicia!
No soy de callarme la boca y mi temperamento como así mis profundas convicciones sobre el significado de Justicia no me permitió evitar escribir sobre lo que yo veía claramente como una aberración y una confabulación arbitraria muy poco honorable y dirigida por la Jefatura y la Oficialidad de esa Base Aérea en Río IV contra mi persona.
Por ello y abiertamente y claramente les escribía cuestionando su integridad y sus conocimientos sobre lo que implicaba el término “Justicia”! Pero ninguno de esos superiores tuvo la gallardía, ni la integridad ni la hombría de bien de llamarme y escucharme.
Menos aun de tratar de ser “Justos” y “Equitativos”! Esos términos para ellos y a mi juicio eran “desconocidos”! Seguramente también lo era la palabra: “Honor” y “Honestidad”!
Por ello y aunque a mí en lo personal me sirva de nada me alegra profundamente que otros militares tengan a partir de ahora el derecho que tiene cada ciudadano argentino de tener una defensa adecuada como lo determina la Constitución Nacional.
En aquellos entonces y tal cual me lo anticipaba ese Capitán solo imperaba: “La Ley del Gallinero”! Y hasta ahora (Marzo 2007) al parecer también?
Por ello en 1963 al tener que firmar un nuevo contrato de Servicios que era requerido por 5 años con la Fuerza Aérea no quise hacerlo y pase a Retiro y me radique en California.
Esa es mi historia y mi experiencia sobre La Justicia Militar es decir: “La Ley del Gallinero”!
Más abajo la Declaración de la Suprema Corte.
Alberto R. Pringles
Alberto.Pringles@Argentinisima.US
Seprin - 11 Mar 2007 - 12:23
Corte Suprema declaró inconstitucional a la Justicia Penal Militar
En un caso patrocinado por la ADC, la Corte Suprema entendió que el Código de Justicia Militar es inconstitucional en tanto restringe la libre elección del abogado defensor por parte de un acusado sometido a un proceso militar. Por tal motivo declaró nulo todo el proceso al que había sido sometido un Capitán y lo absolvió. En el caso, el Capitán de Intendencia Ramón Ángel López había sido condenado por un tribunal militar a cumplir la pena de un año de prisión como autor del delito de falsedad previsto en el art. 856 del Código de Justicia Militar (Causa N° 2845 López, Ramón Ángel s/recurso del art. 445 bis del Código de Justicia Militar). La defensa del Capitán López ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, desempeñada por la Asociación por los Derechos Civiles (ADC), cuestionó la constitucionalidad de la justicia penal militar en dos puntos. Por un lado, la ADC sostuvo que las restricciones a la libre elección del abogado defensor de un acusado sometido a proceso militar, implicaban una violación al principio de defensa. Por otro lado, entendió que el juzgamiento de militares por un tribunal militar no garantizaba la independencia judicial, consagrada en la Constitución Nacional y en la Convención Americana de Derechos Humanos.
En su fallo, la mayoría de la Corte (los jueces Eugenio Zaffaroni, Ricardo Lorenzetti, Carmen Argibay y Carlos Fayt) hizo lugar al primero de los cuestionamientos planteados por la ADC, considerando que se había violado el derecho de defensa de López, por lo que declararon nulo todo el proceso al que había sido sometido y lo absolvieron. Los mencionados jueces Zaffaroni, Lorenzetti y Fayt también hicieron lugar al segundo de los cuestionamientos presentados por la ADC y entendieron que el juzgamiento de delitos penales por parte de un tribunal militar, que depende del Poder Ejecutivo, era inconstitucional porque no garantiza la imparcialidad del juzgador. Por su parte, la minoría del tribunal, integrada por los jueces Elena Highton de Nolasco, Enrique Petracchi y Juan Maqueda, votaron a favor de la revocación de la sentencia de la Cámara Nacional de Casación Penal (que había fallado en contra de López en la instancia anterior) por entender que era arbitraria, ya que no se había expedido sobre la totalidad de los planteos realizados por la defensa de López ante dicha instancia. Por tal razón, decidieron remitir el caso nuevamente a la Cámara de Casación para que esta vez examinaran adecuadamente los planteos de la ADC.-
Alberto R. Pringles
Alberto.Pringles@Argentinisima.US
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